V.

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Superman se quitó la parte superior del uniforme y lo arrojó fuera de la habitación, no quería comprometer más su propia conciencia al ver lo que estaba a punto de cometer. Ante el nuevo aspecto semi desnudos del alfa, Damian reaccionó. Levantando el torso giro un poco para ver el cuerpo del superhombre, sin contener un poco el capricho Damian estiró la mano y acarició los pectorales imposiblemente firmes. Clark gruño ante el calor de la palma y por el recorrido lento hacia sus abdominales, sintiendo los dedos acariciar cada músculo, pasando entre cada línea hasta llegar a su miembro dolorosamente atrapado.

Sin decir nada dejó que la mano de Damian lo frotara en firmes apretones desde la punta hasta sus hinchados testículos; los dos en la cama en medio de una embriagadora calma, con los inseguros toques de un chico posiblemente 15 años menor que él, un chico que podía ser su hijo y que era exactamente el hijo del hombre que amaba. La cabeza se le llenó de inteligibles pensamientos y solo regresó a sí mismo al sentir la mano retirarse y ver el cuerpo recuperar la posición en la almohada, ofreciendo una cálida, virgen, estrecha y húmeda entrada.

Bajo sus pantalones y ropa interior y se posiciono encima pero aun sin tocar nada de piel, solo respirando en la nuca erizada del omega sintiendo las hormonas más fuertes y demandantes que nunca.

Sin necesidad de sujetar su endurecido miembro acerco lentamente la punta, meciendo las caderas se encargó de dar dos embestidas a la entrada del omega; la humedad le hicieron jadear y aquello definitivamente había tenido fuertes efectos sobre Damian quien ahora maullaba como antes había enseñado podía hacer. Sin embargo, una vez trató de meter la cabeza de su pene se arrepintió de inmediato, alejándose del pecado que Damian representaba.

─ Es demasiado grande, puedo lastimarte.

─ No, no, no lo harás Clark─ Damian lloriqueo perdido de sí mismo, ahora solo su vulnerable omega hablaba─ tú siempre cuidas a todos, no me harás daño... por favor.

Posiblemente Clark solo necesitaba un permiso más verbal, pues en cuanto Damian le recordó que solo debía ser lento y muy cuidadoso dejó que su alfa guiará la situación. Volviendo a la entrada se preparó para una trabajosa penetración. Al ser él el experto en la cama debía mantener la calma cada que Damian suplicara con mentiras de poder ir más rápido.

Con un mano sujeto la cadera de Damian para darse estabilidad, con la otra empezó con círculos y caricias en los muslos y la espalda del chico. Una vez los músculos se relajaron un poco inició metiendo únicamente la cabeza, se alegró al ver como esta era devorada sin dificultades y se animó a seguir avanzando. Dando embestidas suaves fue abriendo las aterciopeladas paredes, necesito más de una vez detenerse para recuperar aire y temple antes de volver a iniciar los tortuosamente lentos avances. A Clark no le había importado el dolor en su propio miembro por lo caliente y estrecho que Damian era pues solo con escucharlo gritar su nombre en súplicas ronroneantes valía la pena; pasados 8 quemantes minutos por entrar se felicitó cuando sus testículos por fin pudieron chocar con el redondo trasero de Robin, mismo que no se había quejado ni estremecido por dolor ni una sola vez.

─ No puedo moverme─ confesó aun sin creer que Damian fuera capaz de manejar todo su miembro tan bien, casi hecho para acunar miembros erectos kryptonianos─ siento que si me muevo me correré.

Las dos manos del reportero ahora descansaban en la cama a un costado de la cabeza del hambriento omega, se había quedado montándolo quieto mientras Damian descansaba en cuatro disfrutando el tamaño, Clark sentía que todo él era estimulado en ese agujero tan joven. Solo estando dentro Clark se sentía al borde de un orgasmo y le era muy vergonzoso hacerlo pues se suponía que el necesitado era Damian y no él.

Bajo control: padre o hijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora