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El día había pasado tan lento, torturo a muchas personas del último año. Amigos de Taehyung habían resistido mucho en querer ir a hablarle, pero con sólo mirar a quien le acompañaba, se retiraban un poco asustados. Taehyung por su parte, sabía que Seojoon era alguien inofensivo y que sólo estaba allí por el dinero más no llegaría a lastimar a nadie, se veía que no era ese tipo de persona.

Cuando la hora del almuerzo había llegado, no ingreso a la cafetería, por más que se había acercado a la puerta de esta, pasó de largo hasta la biblioteca con Seojoon aún más confundido. Al mayor le picaba la lengua para hacer preguntas, era muy curioso, pero sabía que el menor no estaba en condiciones para responderle. No tenía confianza en él y lo entendía.

Taehyung tomó un libro cualquiera y se sentó en una de las mesas vacías, seojoon sentandose frente a él. — Dormiré, si no me despierto para la hora de la clase entonces me molestas, antes no. — A quien le había hablado sólo asintió y vio como el castaño abría el libro y lo afirmaba en la mesa, para segundos después recostarse manteniendo la parte buena de su cara encima de sus brazos.

Y así pasó la hora del almuerzo, nadie se había ni siquiera atrevido a tocar esa mesa, tenían un poco de miedo del nuevo amigo de taehyung. En todo el día habían hablado de él y del golpe que tenía en la mejilla, que se veía bastante grave.

Por otro lado, los amigos de taehyung fueron donde jungkook quien se encontraba detrás del colegio, como tae siempre les había dicho que se encontraban allí. Necesitaban hablar de que harían y más, necesitaban una buena explicación de lo que había pasado, a todos les dolía el cómo había llegado su amigo, su Taehyungie.

Pudieron ver como Jungkook estaba recostado en el frío suelo mirando atentamente a las nubes, podían notar la tristeza brotar por sus poros, ni siquiera lo habían visto cerca de sus amigos.

Todos se sentaron alrededor suyo suspirando con melancolía, no sabían como habían acabado así si ni siquiera habían pasado tanto tiempo. Todos se culpaban de todo, se sentían responsable de lo que alguien más había hecho.

Irene suspiró y miró al que ni siquiera les había mirado cuando llegaron. — Hey, ¿qué haremos?

— Nada.

— ¿No hay alguna forma de ayudarlo?

— Él me dijo que no hiciéramos nada, hay que mantenernos alejado o quizás le afectará más. — Dijo Jungkook, su voz sonaba rota, como si hubiera llorado por muchísimo tiempo. — Además tampoco es como si nos pudiéramos acercar, si está con ese chico que le sigue a todas partes.

— Tranquilo Jungkook, seguro es alguien que contrató su padre. — Habló Jimin. — ¿Podrías explicarnos que fue lo qué pasó?

Jungkook sólo tragó saliva, sintiéndose peor porque sabía que todo era culpa suya. Si tan solo hubiera estado más atento... — Estábamos normal en la fiesta hasta que soojin se me acercó para decirme que ella estaba allí. — Jungkook se sentó para apoyarse en la pared, mirando ahora al pasto. — Ella es alguien que estaba obsesionada conmigo, pero le había perdido el rastro... aunque cualquier persona, que sea mi amigo o no, y conociera de ella me avisaba si la veía. ¡Estaba loca!

Todos escuchaban atentamente lo que decía. — Ella estaba allí y me vio con Taehyung, creo que eso lo explica todo.

— ¿Quien es ella?

— Tzuyu.

— ¿Tzuyu?, ¿me estás jodiendo? — Habló Jimin. — ¡Joder!, ¡era amiga de taehyung!

— ¿En serio? mierda... entonces si es toda mi culpa, y-yo... de verdad lo siento, sólo le llegue a cagar la vida a su amigo... — La voz de jungkook tembló y segundos después, las lágrimas salían de sus ojos perdiéndose en su cuello.

— No es tu culpa, Jungkook. ¿Sabes? Taehyung siempre tuvo un crush contigo, pero obvio no se acercó por los comentarios que su padre le hacía, además de él decía que sólo tenía ojos y podía encontrarte lindo. — Todos rieron ante eso. — Todos sabíamos su sexualidad y tú diste ese paso para que pudiera darse cuenta, él era feliz contigo y sé que un futuro lo seguirá siendo... sólo es una etapa bastante difícil que tenemos que afrontar todos, como amigos y tú como su futura pareja, eh. — Habló Ji hoon calmando a Jungkook, sus palabras eran tan dulces que le alegraban el corazón, se imaginaba un futuro en donde podía llamar novio al castañito y se podían besar libremente sin tener miedo de nada, ni de nadie.

— Me gustaría poder sacarlo de ese infierno, pero si lo hago seguro su padre hará algo, además quiero que acabe bien el colegio antes de hacer una locura... — En voz baja Jungkook habló, asiendo que todos asintieran de acuerdo ante lo dicho.

— Buscaré algún departamento que sea barato y así tener listo para que lo saque de allí... sólo hay que esperar.

— 3 semanas y será libre, hay que ser pacientes. — Dijo jisoo también en tono bajo, había aguantado las ganas de llorar desde que vio a su mejor amigo golpeado, quería destrozar y quemar ese estúpido colegio. ¡Nadie, nadie se merecía a Taehyung!

El día se pasó así, todos lamentando lo sucedido y cuando menos lo esperaban, ya había llegado a su fin. Todos se dirigían a su casa, el primero en salir del salón fue Taehyung con Seojoon detrás de él, sin ni quiera dar una última mirada.

Jungkook sentía una leve molestia en el pecho, sabía que el acompañante del castaño sólo estaba allí para alejar a otros, pero no podía evitar sentir enojo. Era ridículo. Sacudió su cabeza y se levantó de allí para ir a su casa para poder seguir llorando a gusto.

Los amigos de Taehyung quedaron en hacer un grupo con él por si llegaban a tener noticias y así para que todos estuvieran informados o por si algo peor llegaba a pasar.

Jungkook no se había atrevido a hablar con nadie más que con ellos, pero sólo por mera curiosidad si sabían algo del castaño. Sus propios amigos trataban de animarle, pero no tenía ni quería hablarles por el momento, necesitaba un momento a solas, necesitaba pensar y reflexionar. Necesitaba alejarse de todos.

¡No están permitido los homosexuales! ₍ kooktae ₎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora