Forever : el destino del rey Park (ChanBaek)

2-El huérfano abandonado

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"Azul es el color del planeta

desde la vista de arriba,

larga vida a nuestro reinado,

larga vida a nuestro amor.

Verde es el planeta

desde los ojos de un tórtolo,

hasta que corra rojo,

corra rojo sangre.

(...)

Sólo somos bellas personas,

con bellos problemas.

Dios sabe que los tenemos"

Beautiful people beautiful problems-Lana del ley

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*Tres años antes*

La señora Jong se levantó esa mañana más temprano de lo normal. Apenas el sol comenzaba a asomarse y la mujer planeaba ir al mercado a comprar algunas cosas que había descubierto faltantes para la comida, de esa tarde, del rey. Como encargada de la cocina real, tenía la autoridad de enviar a cualquiera a realizar la tarea de las compras, pero prefería hacerlo personalmente para poder elegir sólo lo mejor. Ella tenía la idea de que las cosas se hacían de mejor manera si las hace uno mismo.

Al abrir la puerta principal del palacio, los rayos del sol cegaron momentáneamente sus ojos, por lo que los cerró; al abrirlos, unos segundos después, la sorpresa invadió su rostro junto con una expresión llena de pura confusión: había un niño pequeño, la mujer supuso que tendría cerca de 3 años. El pequeño estaba sentado sobre una roca a las afueras del palacio, justo a lado de la entrada principal. Estaba solo...

-¿Qué haces aquí? -Preguntó la gentil señora mientras veía alrededor, buscando a alguien que pudiera estar acompañando al niño, pero simplemente confirmó que no había nadie más con él.

-Papá dijo que me quedara aquí. -Respondió con sencillez el pequeño castaño, sin poder pronunciar claramente, debido a su corta edad.

-¿Sabes dónde está tu casa? -Recibió una simple negación. La mujer suspiró. -¿Cómo te llamas?

-Byun Baekhyun. -Dijo él con un poco de problemas, ya que su lengua aún se trababa al momento de hablar. Permaneció sin desviar la mirada; veía fijamente hacia el horizonte y parecía estar esperando a que su padre volviera por él para llevarlo a casa.

El corazón de aquella mujer se conmovió ante la mirada llena de esperanza de aquel pequeño que sólo anhelaba regresar a su hogar. Ambos permanecieron unos segundos en silencio, completamente ensimismados.

El niño continuaba con la mirada fija en el pueblo, ciertamente alejado de los terrenos del palacio, mas claramente visible.

La mujer estaba en medio de un dilema interno; jamás se había visto en una situación siquiera similar, no sabía qué debía hacer; creía que no podía dejar al niño ahí, pero tampoco le parecía correcto llevárselo. O al menos eso pensaba hasta que un sonido irrumpió el silencio. El estómago del pequeño estaba haciendo ruiditos. -Oww, ¿tienes hambre, chiquito? Te gruñe la tripa.

Baek se limitó a responder con un asentimiento apenas notable y se llevó una mano al vientre, sin dejar de mirar en ningún momento hacia el sol naciente.

-Ven conmigo, cariño. -La mujer tomó su pequeña manita y lo llevó dentro del palacio. -Capitán Dong. -Llamó a un hombre que estaba por los alrededores. -¿Me haría un favor?

-Desde luego, señora Jong, estoy a su servicio. ¿Qué es lo que necesita? -Preguntó el capitán de la guardia real, Dong Sik, amablemente y con gran disposición.

-¿Puede uno de sus hombres vigilar la entrada principal? Si alguna persona llega buscando a este niño, busqueme de inmediato, por favor.

-Así lo haré, mi estimada señora. -Respondió, antes de hacer una reverencia a la mujer. Ella era una persona muy respetada entre los habitantes del castillo, debido a que, además de ser la mujer más longeva del lugar, era la que más tiempo tenía trabajando ahí. El rey Park confiaba tanto en ella, al grado de encomendarle la educación de su único hijo: Chanyeol, cuya madre había fallecido lamentablemente durante el parto.

La señora Jong llevó al pequeño Baekhyun a la cocina, dónde le preparó un rápido pero delicioso bocadillo, el cual el niño devoró con gusto.

-¿Cómo dijiste que te llamas? -Preguntó la mujer, mientras veía con disfrute el entusiasmo con que el niño comía.

El pequeño le miró sin dejar de masticar descuidadamente. -Byun Baekhyun. -Respondió una vez que tragó el bocado.

-Mi nombre es Jong Yon. -Añadió ella, con una alegre sonrisa.

Fue el primer día en que aquella dedicada mujer decidió enviar a alguien más al mercado, de ese modo ella podría estar al pendiente por si llegaban a buscar al pequeño, sin embargo, las horas pasaban lentas y nadie iba por él. Esa tarde, la señora Jong pidió buscar en el reino a todas las personas con apellido Byun, con el propósito de encontrar a los padres de Baekhyun, mas no obtuvo ningún resultado favorable...

Encontró que únicamente existía en el reino una pequeña familia con aquel apellido, era un matrimonio que al parecer provenía de otro lugar, no tenían más parientes en esas tierras.

Envió a algunos guardias reales al hogar de la pareja y éstos, con terrible pesar regresaron con la señora Jong para informarle las malas noticias: ambos habían sido asesinados esa mañana... No había rastro alguno del homicida, a pesar de que los cuerpos estaban en la casa.

La mujer supuso que aquel matrimonio sabía lo que iba a pasarles y ese había sido el motivo por el que decidieron dejar a su hijo en el palacio, creyendo que así estaría a salvo.

Yon se decidió a quedarse con el niño, de manera temporal hasta que lograran descifrar el misterio de la muerte de sus padres o bien, hasta que encontraran algún otro pariente.

No obstante, ninguna de estas cosas ocurrió. La familia Byun había sido exterminada con anterioridad, desde dos generaciones atrás, por lo que el joven matrimonio y su hijo eran los únicos que habían conseguido escapar.

Con el paso del tiempo, la señora Jong se mantuvo firme con sus intenciones de descubrir el motivo que habría provocado al homicidio de toda una familia. A pesar de eso, la buena mujer había decidido adoptar a Baekhyun, puesto que de cualquier manera, no tenía ningún pariente que pudiera hacerse cargo de él.

Sin embargo, el misterio de los Byun no sería olvidado, al menos no por Jong Yon.

Continuará...