Forever : el destino del rey Park (ChanBaek)

4-La pluma de cisne

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"Podría quedarme contigo

por horas en una habitación

vacía y jamás me aburriría

(...)

Juntos hacemos que las horas

se conviertan en segundos,

el peso del mundo

se siente como una pluma

porque lo mantenemos

en nuestras manos

(...)

Tu y yo, juntos,

olvidaremos lo que

nos han dicho,

viviremos en nuestro

propio mundo de ensueño."

Beautiful thing-Grace Vanderwaal

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Baekhyun era aún pequeño como para llegar a sospechar sobre su orientación sexual, sin embargo, comenzó a cuestionarse cuando el príncipe heredero tomó su manita para arrastrarlo hacia la biblioteca real. Un hormigueo recorrió su brazo, cual corriente eléctrica, hasta llegar a su pecho, acelerando su corazón.

No dijo una sola palabra, hasta que finalmente llegaron al lugar. La puerta estaba cerrada. -Debemos tener cuidado, no se permite que nadie además de la familia real, y los profesores, entren a la biblioteca. Y por el momento yo no puedo entrar porque no se supone que esté fuera de mi habitación.

-Entonces quizá no deberíamos entrar ahí, podríamos tener problemas... -Sugirió el pequeño castaño.

-Descuida, no olvides que estás conmigo. Si puedo escapar de una habitación custodiada por un grupo de guardias reales, escabullirme a una biblioteca cuya vigilancia consiste solamente en un anciano bibliotecario será pan comido. -Guardó silencio un momento, mientras pensaba una forma para entrar y sacar los materiales que iba a necesitar. -Ya sé. Ven... -Sin soltar su mano, jaló al más pequeño hacia la entrada principal, que también era la única entrada, y lo hizo ocultarse junto a un arbusto. -Espera aquí... -Susurró y recibió un asentimiento.

El príncipe heredero caminó hasta el otro lado del enorme cuarto y se asomó por una ventana. Distinguió al bibliotecario, a unos metros, sacudiendo cuidadosamente los libros de una repisa. Chanyeol estiró la mano hasta alcanzar el estante más cercano y tiró varios libros, que cayeron haciendo un estruendoso ruido. El niño sacó la mano rápidamente y se ocultó tan pronto hubo llamado la atención del viejecillo. -¿Quién anda ahí? -Escuchó los pasos acercarse a la ventana y entonces corrió para llegar rápido a la otra, por la cual entró a la biblioteca, con gran sigilo. Miró al anciano que examinaba el estante para descubrir lo que habría hecho caer los libros. El rubio aprovechó el momento para comenzar a buscar entre las repisas hasta que encontró un libro que consideró adecuado para el pequeño sirviente; cuando el bibliotecario se inclinó y empezó a levantar lentamente los libros, Chan corrió hacia otro estante lleno de rollos de pergamino, algunos tenían escritos, otros estaban en blanco. Tomó dos de estos últimos y caminó silenciosamente hasta un escritorio donde había una gran cantidad de plumas y algunos frascos de tinta. Tomó uno de cada uno y regresó a la ventana antes de que el viejecillo hubiese recogido todos los libros.

-Vamos, corre. -Indicó cuando llegó al arbusto donde había dejado a Baekhyun, quien salió temeroso antes de seguirlo con prisa. La piernas de Chanyeol a pesar de ser pequeñas, eran bastante más largas que las de Baek, por lo que éste tuvo que apurar su paso para conseguir alcanzarlo.

-¿A dónde vamos? -Preguntó el castaño.

-De regreso al patio. Ahí podremos estudiar en paz. -Dijo el más alto, sin dejar de caminar velozmente. -¿Por qué caminas tan lento? -Añadió al darse cuenta de que nuevamente lo había dejado atrás. Tomó con una mano los utensilios de estudio y retrocedió un poco para tomar otra vez la diminuta mano de Baek y estirarlo, haciendo que caminara a su paso.

Se sentaron en el piso, junto a la fuente y el príncipe acomodó el material. Le dio al pequeño la pluma que había llevado, la cual era una preciosa pluma de cisne negro. -Esto es para ti, cuidala bien porque no podría tomar otra. Los pergaminos y la tinta son más abundantes, pero las plumas no se consiguen tan fácilmente, sobretodo una como esta.

Baekhyun tomó el utensilio y lo miró, asombrado. -Wow, es tan bonita... -Pasó la pluma por su mejilla. -Y muy suave...

-Sí, pero es para escribir. Acercate, te enseñaré. -El castaño obedeció y se sentó a su lado.

Pasaron largo rato ahí, Chanyeol le enseñaba a leer el alfabeto y después a escribirlo. Les llevó varios días lograr que Baekhyun aprendiera a escribir su nombre completo. No obstante, el progreso resultaba satisfactorio. Luego de aprender a escribir, Chanyeol enseñó a Baekhyun a leer palabras cortas, posteriormente fueron frases, más tarde, oraciones. Sin darse cuenta, los meses pasaban entre letras, entre lecturas que poco a poco se fueron convirtiendo en el libro completo.

A Baekhyun le gustaba leer.

A Chanyeol le gustaba que Baekhyun le leyera en voz alta.

En esos momentos el tiempo parecía detenerse, cuando ellos dos estaban solos en aquel pequeño patio, tirados en el piso. El príncipe apoyaba su cabeza en sus manos mientras escuchaba a Baek leer historias de viajes, de guerras, de mundos y criaturas fantásticas...

-¿Sabes? -Dijo Chanyeol una vez que el castaño terminó de leer el libro. Éste lo cerró, lo dejó de lado y prestó atención al más alto. -Cuando era más pequeño quería tener un amigo, cuando te conocí creí que tú podrías ser ese amigo, un niño con quien podría jugar, divertirme... Pero no pensé que querría una amistad que fuese eterna... Pero ahora sí lo quiero... Baekhyun, hay que ser amigos para siempre. -Propuso.

Baek sonrió ampliamente. -Sí, seamos mejores amigos. Para toda la vida.

-Para toda la vida. -Confirmó el príncipe, sonriendo igual.

-¿Qué están haciendo aquí?

Ambos niños se levantaron velozmente al escuchar aquella voz.

-Mamá Yon... Nosotros... Sólo... -Balbuceó Baekhyun, escondiendo tras de sí el libro que había vuelto a tomar.

-Su Alteza, el rey Park está molesto, la guardia real lleva todo el día buscándolo. -Chan lo sabía, de hecho los guardias habían ido a ese mismo lugar a buscarlo, pero los niños se habían ocultado, por lo que no lograron encontrarlos. -Baekhyun, te lo dije el otro día, no es correcto que el príncipe salga sin permiso de su habitación.

-Pero sólo estamos jugando... -Respondió el castaño.

-Y es aún más incorrecto que un sirviente se acerque al príncipe heredero. Ya te lo había dicho también.

-No me gusta estar solo en mi habitación, nana Jong... -Comentó Chanyeol. -No pueden prohibirme tener un amigo...

-En realidad, Alteza, su padre sí puede. Y sea lo mejor o no, no se puede discutir con el rey. -Dijo amablemente la mujer, aunque con un deje de preocupación. -Voy a pedirle... -Se dirigió a Chan. -Que deje de escapar de sus habitaciones y de reunirse con Baekhyun. Creame, usted tal vez no se verá afectado si alguien más los descubre, pero él puede tener grandes problemas. Lo entiende, ¿No, su Alteza? Por favor, regrese al palacio y no siga haciendo enfandar a su Majestad. -La señora Jong tomó la manita de Baekhyun. Hizo una reverencia al príncipe heredero y ambos sirvientes se retiraron, dejando solo al pequeño niño rubio.

Baekhyun era obediente y sumiso, por lo que de inmediato se resignó a que no debería acercarse más al príncipe heredero.

Chanyeol, por el contrario, era rebelde, nada dócil. No iba a dejar las cosas ahí, a pesar de cualquier cosa. Se había propuesto que Baekhyun se convirtiera en su amigo de por vida, y no iba a darse por vencido tan fácilmente.

Continuará...