Forever : el destino del rey Park (ChanBaek)

24- La reina

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"Cuando giro la cabeza,

mis ojos se encuentran

con los tuyos.

Y una vez más,

sólo me quedo mirándote. 

(...)

Tus ojos me están susurrando,

es como si me pidieran

que me acerque a ti.

(...)

¿Debería realmente intentar

hacer un movimiento ahora?

¿qué debería ser

lo primero en decir?

En el momento en que dudo

y pienso bien,

sólo te levantas y te vas."

Ooh la la la-Exo

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El rey suspiró, llevaba ya largo rato en el baño real, sumergido hasta el pecho en el agua tibia. Cerró los ojos mientras suspiraba por el cansancio; últimamente había tenido más trabajo de lo normal, y aunque sus siervos le decían que ellos debían hacerlo todo, Chanyeol insistía en ayudar.

No precisamente porque fuese la persona más gentil del mundo, sino porque era muy perfeccionista y prefería encargarse personalmente de que las cosas se hicieran tal y como debían; algo que había aprendido de su difunta nana Jong.

Sin que el monarca se percatara, su esposa entró al baño, que estaba lleno de un cálido y denso vapor. Ella llevaba puesta una bata larga de seda, la prenda era ligera y afinaba aún más sus curvas, haciéndole lucir muy sensual.

El rubio estaba dándole la espalda a la puerta, por lo que Seulgi se sonrojó ligeramente al ver parte de la musculosa espalda y los hombros desnudos de su marido.

Ella se acercó, con gran sigilo y se arrodilló detrás de él, antes de posar sus delicadas manos sobre los hombros del rey, para comenzar a masajearlos.

Chanyeol suspiró despacio ante la agradable sensación de aquellos toques, no se alejó a pesar de su sorpresa, sino que abrió los ojos y volvió el rostro para encontrar a la reina. -¿Qué hace?

-Creí que un masaje le ayudaría a relajar los músculos... Debe estar muy cansado. -Respondió ella, ocultando bien su nerviosismo. Acercó su rostro al de él, posando su barbilla en el hombro del rubio y uniendo sutilmente sus mejillas. -También una buena compañía le vendría bien... -Hizo ademán de desatar su bata, pero se detuvo ante las siguientes palabras del rubio.

-Agradezco verdaderamente la intención... -Dijo el rey, con una sonrisa amable, mas enderezándose para romper el contacto. -Pero ya estaba por salir. -Dijo con frialdad, gesto del que se arrepintió al ver la expresión herida en los ojos de la joven, por lo que intentó remediarlo. -No obstante, y si es de su agrado la idea, puede acompañarme a comer.