22 " Space Between"

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Desde que me mudé a Londres las video llamadas son mis mejores aliadas para mantener el contacto con el que solía ser mi mundo, se siente como ver a través de una pequeña ventana las cosas de las que me pierdo y me niego a soltar.

Se que me aferro demasiado a los recuerdos de mi vida pasada, que eso solo hace que sea más difícil darle una oportunidad a todo este nuevo mundo que estoy conociendo. Soy consciente de que me estoy enfocando en la parte mala de la historia y que eso no está bien, es por eso que en nuestra llamada de hoy Cristina y yo enumeramos los pros y contras de quedarme con Paul o seguir a mamá y su idea de regresar a casa.

- Allá la educación es mejor. -  murmura ella mirándome.

Asiento.

- pero tendré que perder un año, allá ya entraré a mi último año. - razono.

- Londres tiene los paisajes con los que siempre soñaste- menciona.

- Pero no las personas con quien quiero disfrutar verlos- su mirada se vuelve turbia a medida que sus ojos se vuelven rendijas.

- Pero aprenderás cosas nuevas, comenzarás a conocerte a ti misma y te abrirás nuevas posibilidades para tu futuro, se egoísta al tomar esta decisión y deja de pensar en las demás personas- su tono es severo.

Suspiro.

- Se que tienes razón, estoy tratando de hacer hacer lo correcto, de escuchar la voz de la razón y no solo lo que mi corazón dice que es lo correcto, pero no es tan sencillo, es una decisión que involucra a demasiados aspectos de mi vida - no es falta de voluntad, es miedo.

Ella me mira un breve instante.

- Perdón- susurra- Yo nunca he tenido que pasar por una situación así pero estoy intentando entenderte. Como tu mejor amiga muero de ganas de verte y tenerte a mi lado, pero también tengo la responsabilidad de impulsarte a que te arriesgues a salirte de tu zona de confort, que explores posibilidades que no creíste que existían. Cualquier cosa que elijas estará bien siempre y cuando sea lo que realmente quieres y te hace feliz - su voz derrocha sinceridad.

No creo que Cristina sea consciente de lo afortunada que me siento de tenerla, de que sea mi "esposa", mi mejor amiga y paño de lágrimas, no creo que ella pueda siquiera imaginar las magnitudes de mi amor por ella.

- Eres una de mis bendiciones más grandes, quiero que tengas eso siempre presente - digo en uno de mis repentinos ataques de sentimentalismo.

Ella sonríe de lado y suspira.

- Yo también te amo mocosa. Se que estas asustada, pero sabias que no sería tan fácil como en un cuento de hadas cuando decidiste subirte a ese avión y aún así tuviste la fortaleza de ir para descubrir ese mundo que tanto ansias conocer, no dejes que el miedo y las amarguras sean quienes tomen el control de tu destino - suena tan sabia y fuera de su papel de loca.

Soy un manojo de sentimientos y amor porque se que Cristina es tan pura como se muestra y eso me hace afortunada.

Le prometo que pensaré las cosas con cabeza fría, que no me dejaré llevar por mis sentimientos y que le haré caso a la razón, se que no siempre lo que dicta el corazón es lo correcto, principalmente porque el corazón es un órgano para bombear sangre y no para pensar, se que en estos momentos mi mejor aliado es mi cerebro que lucha por ignorar a mi parte emocional y subirle el volumen a la racional.

Unos minutos más tarde recibo un mensaje de Tathia que termina uniéndose a la video llamada, por primera vez desde que dejé República Dominicana estoy teniendo una conversación con mis dos mejores amigas al mismo tiempo.

Enemigos con Derechos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora