-Quiero que te relajes hijo- dice mi madre desde el asiento del copiloto.
Tengo en mis brazos a Rut, inconsciente, su cabeza recostada en mi pecho, entre ratos su cuerpo emite pequeños temblores, sus brazos delgados, su rostro pálido y su labios rajados y manchados de sangre que le dan un toque rojo.
-¿A dónde vamos?- cuestiona Steve sujetándose el brazo donde recibió un disparo.
-Vamos a nuestro escondite- dice Marcus, el muy infeliz de Marcus, por su culpa muchas cosas pasaron.
-No entiendo ¿Cómo sabían que estábamos en peligro?- ahora soy yo el que cuestiono.
-Marcus llegó a nuestro escondite en la mañana, lo interrogamos y nos contó sobre ti hijo, obviamente lo golpee por haberte abandonado en medio de la nada, salimos hace unas 5 horas a buscarte, lo obligué- se detiene un momento para verme desde el espejo retrovisor- En camino escuchamos algunos disparos, quisimos ver qué era lo que pasaba y si podíamos ayudar a alguien mejor, y te encontramos.
Estoy un poco feliz de haberla encontrado, pero ahora mi cabeza no está para pensar eso, ahora lo único que me preocupa es Rut- ¿Cuánto tardaremos?- cuestiono.
-Estamos yendo lo más rápido posible- interfiere Marcus, no espero el momento en que estemos a solas para matarlo.
Rut vuelve a toser haciendo que salgan gotas de sangre, le acaricio la mejilla con un poco de miedo en lastimarla, pero no aguanto verla así, me curó, me salvó, me besó y ahora... está gravemente herida.
Su respiración entre ratos es lento y a veces rápido, mi corazón se aprieta en solo verla, Steve se da cuenta de mi preocupación y me da unos golpecitos en el hombro- Va a estar bien Daniel, tranquilo, llegaremos y la curarán.
Quisiera creerle, pero si con solo tocarla ya la estoy lastimando curarla es aun más difícil, pero ahora... solo quiero tenerla en mis brazos.
La herida en mi abdomen no duele tanto como mi corazón ahora, aun sale sangre pero no tanta como hace un momento.
En mi mente llega la imagen de su rostro, verla tan asustada y preocupada por mi estado, sus ojos cristalinos a punto de derramar lagrimas, como en un momento rápido puso sus labios contra los míos y como en un segundo ya no sentía tanto dolor, nada.
-Daniel, ya estamos llegando- indica mi madre- Voy a avisar de que preparen una camilla- saca algo de su bolsillo, es una radio – Henry, ya estamos llegando, prepara a los médicos tenemos a una chica inconsciente y a dos chicos con herida de bala pero estables.
-Entendido- se escucha la voz de un hombre a través de la radio.
Vamos a una increíble velocidad que da un poco de miedo chocar con algo, y con la poca luz de las luces de la camioneta se ve a la distancia una gran estructura con un enorme portón de metal, Marcus toca la bocina dos veces y esta se empieza a abrir dando un considerado espacio para que entremos.
Adentro es enorme, hay demasiados autos y camionetas militares estacionados y veo muchas personas caminando de lado a lado, al frente hay otra puerta pequeña de hierro que está abierta, dos hombres con una camilla se nos acercan a penas el carro se detiene.
Mi madre baja y me abre la puerta, aun teniendo a Rut en mis brazos bajo con cuidado, los dos hombres con la camilla se me acercan para que les entregue a Rut pero retrocedo.
-Hijo, ellos curaran a Rut- dudo un momento, no quiero separarme de nuevo de Rut ¿Cómo puedo saber que no le harán algo malo? Pero si se queda conmigo no podré salvarla, con sumo cuidado la coloco en la camilla, los dos hombres empiezan a llevársela, intento seguirlos pero mi madre me detiene- Tranquilo hijo, estará bien.
Steve aparece a mi lado con su brazo aun sangrando, me quedo viendo hasta que desparecen por la puerta de metal con Rut - ¿Qué les pasó?- cuestiona Marcus llegando a nosotros y sin pensarlo volteo hacia él y le impregno un golpe en la mejilla izquierda haciéndolo caer de espaldas.
-¡Daniel!- escucho a mi madre gritar pero no le hago caso.
Me coloco arriba de Marcus para que no pueda levantarse, mi ira me invade en todo el cuerpo, no me importa la herida que tengo, no me importa mi madre que intenta separarme de él, no me importa nada, solo quiero vengar la muerte de Rauss, lo golpeo una y otra vez, veo como de su nariz empieza a caer sangre al igual que su labio inferior.
-¡Daniel! ¡Detente!- vuelve a gritar mi madre, siento como me agarra del brazo pero no logra moverme ni un centímetro.
Y en eso Steve me agarra los brazos siéndome imposible moverme, me jala haciéndome levantar.
Dejando a Marcus en el piso mi madre se le acerca a ayudarlo a levantarse, alrededor nuestro se han juntado personas, pero eso no me importa. Marcus se levanta agarrándose la mandíbula.
Y exploto- ¡Por tu culpa Rauss está muerto!- los ojos de mi madre se abren -¡Por tu culpa Rut está herida! ¡La violaste!- intento soltarme pero Steve me tiene sujeto de una manera que me resulta difícil zafarme.
-Ey niño, tranquilo- dice dando un paso hacia mi- No lleguemos a esto.
-¡No! ¡Te voy a matar como tú mataste a Rauss!
-¿Rauss murió?- cuestiona mi madre con una expresión de asombro.
Y sin previo aviso le da un golpe a Marcus justo en la nariz, Steve y yo nos quedamos sorprendidos, no nos esperábamos ese golpe.
-Muy bien, ya recibió sus debidos golpes, ahora vamos a curarlos- camina hacia nosotros, mi cuerpo se ha relajado pero aun tengo ganas de seguir golpeándolo.
-¿Qué está pasando aquí?- una voz masculina suena detrás de mí, volteo y veo a un hombre uniformado de cabello negro con algunas canas y barba espesa.
-Henry, perdón, mi hijo está muy enojado y...- Henry eleva su mano haciendo que mi madre pare de hablar.
-¿Tu eres Daniel?- camina hacia mí quedando a un metro de distancia, su mirada baja hacia la herida de bala- ¿Te dispararon?- asiento, tiene un semblante que deja claro que hay que tenerle demasiado respeto- Carla, llévalo a curarlo y tú- mira a Steve- Tú vendrás conmigo, te llevaré a enfermería.
Mi madre llega a mi lado agarrándome del brazo para que empiece a caminar, volteo mirando a Marcus limpiándose la sangre con la mano.
Pasamos la puerta de metal y llegamos a una enorme sala con diferentes pasillos y puertas, volteamos en un pasillo donde arriba tiene un letrero con letras negras que dice enfermería- Debes tranquilizarte Daniel- susurra mi madre- Aquí no puedes ir golpeando a todos que te hicieron daño.
Bufo- Se lo merecía, no iba a dejar que después de hacernos daño se fuera victorioso sin ninguna herida.
Nos detenemos al frente de una puerta, mi madre la abre y detrás hay una camilla, es un cuarto pequeño que se parece mucho al de un hospital- Toma asiento y quítate la camiseta para curarte.
Obedezco y me quito la camiseta por encima de mi cabeza, ahora que la adrenalina y la ira han abandonado mi cuerpo mi subconsciente aparece y me hace entender que estoy con mi madre ¡Estoy con mi mamá! ¡Después de tres años desde que nos separamos y pensar que había muerto está aquí, al frente mío!
De un pequeño mueble de metal saca algunas cosas y parada al frente mío empieza a limpiar la herida con algodón y alcohol, se me quedo mirándola, es exactamente como la recuerdo, nosotros tan parecidos, siempre me decían que me parezco a ella y no aguanto preguntar- ¿Por qué?
Mi madre eleva la mirada hacia mí- ¿Por qué que?
-¿Por qué no volviste por mi?- para de sobar el algodón en mi herida y lo coloca a un costado, ahora toda su atención está en mí.
-Hijo...- para un momento como si estuviera encontrando las palabras correctas para decirlo- Hace tres años, ese día que te dije que iba a conseguir comida, el día que fue la última vez que nos vimos...- toma aire- Camine por horas buscando algo de comida, estaba asustada, me había alejado demasiado de casa y todo pasó muy rápido; unos hombres se me acercaron y me llevaron lejos de las calles, no sabía que pasaba hasta que lo vi, personas uniformadas se estaban llevando a las personas y a las que se resistían los mataban, tuve mucho miedo por ti, quería ir a buscarte pero...
-¿Pero?- cuestiono, estoy un poco sorprendido con todo lo que me está contando.
-Pero dijeron que sería imposible, no me dejaron ir, decían que era demasiado tarde y escapamos, nos escondimos fuera de la ciudad por unos días hasta que vimos que todo se había tranquilizado, con un grupo de personas empezamos a ir por ciudad tras ciudad, encontramos personas que habían logrado escapar y encontramos a Henry, el perteneció a la ONU, y nos guió hasta este lugar, aquí solo somos un grupo, hay más personas en lugares como este.
-¿En ningún momento pensaste que te seguía esperando en casa?
Veo una lagrima salir por sus bellos ojos- Perdóname hijo- eleva su mano y acaricia lentamente mi mejilla- Perdóname, estaba muy asustada, hasta llegué a pensar que estabas...
-Muerto- termino por ella- Yo pensaba lo mismo.
-¿Alguna vez llegarás a perdonarme?
Le limpio la lagrima que resbala por su mejilla izquierda- Claro que sí- y en eso los dos nos abrazamos, nunca pensé que la volvería a ver, pero aquí esta, conmigo.
-Estas muy grande- nos separamos, sus ojos analizando cada centímetro de mi rostro- Ya eres todo un hombrecito, y muy alto- nos quedamos viendo un momento- Bien, ahora terminaré de curarte.
-¿Sabes de medicina?- cuestiono.
-Bueno, estos tres años aquí he aprendido muchas cosas, Henry dice que es necesario saber lo básico de supervivencia y defensa por si algo llega a pasar.
-Sí, lo noté, como disparabas.
-Bueno, recuéstate, te sacaré la bala- me recuesto, veo como agarra unas pinzas y un bisturí, siento un pequeño ardor en la zona de la herida- Me sorprende que sigas vivo después e este disparo, esta zona es muy riesgosa- recuerdos de cómo Rut me ha curado con ese beso llega a mi mente. Saca la bala y lo coloca en un recipiente de metal pequeño- No estaba tan profundo, que extraño- me cose la herida y me rodea con una venda blanca- Estarás como nuevo dentro de unas semanas.
Me levanto y desde que llegué me doy cuenta que lo único que ha cambiado de ella es que tiene el pelo más corto y está más delgada.
-Te conseguiré ropa limpia e iras a descansar ¿Te parece?
Asiento pero antes que salga de la habitación no logro aguantar las ganas de preguntarle- ¿Y Rut? ¿Cuándo podré ir a verla?
-Es muy importante para ti esa chica ¿No?- asiento algo nervioso- Iré a preguntar cómo se encuentra ¿Te parece?- asiento de nuevo, sale de la habitación dejándome solo.
Sonrío, aun no puedo creer que la encontré, mi madre, tanto tiempo pensando que había muerto y aquí está, conmigo.
Minutos pasan y llega con prendas en su mano- Ya te traje ropa limpia- me la entrega, es una camiseta de color negro con mangas cortas y unos jeans.
-¿Preguntaste sobre Rut?
Toma asiento a un costado de la camilla- Hijo- coloca su mano sobre mi hombro, mi corazón se aprieta al pensar de que esta... muerta- Está inconsciente, por lo que me dijo el doctor tiene un alto nivel de desnutrición y deshidratación, también uno de sus pulmones está gravemente herido por eso tocía sangre, también tiene dos costillas rotas- me quedo en shock, si que estaba realmente mal- Pero dice que no hay de qué preocuparse, que con el tiempo se curará- asiento suspirando de alivio- Es muy fuerte esa chica, ha resistido demasiado ese dolor.
-No sabes cuánto- no estoy seguro si contarle sobre el don de Rut de curarse y que ella es la causante del virus. Si los chicos reaccionaron muy mal no quiero imaginar mi madre.
-Una duda hijo ¿Por qué escapaban de la NUCC?
-¿Sabes que es la NUCC?- cuestiono sorprendido.
-Claro que sí, ellos han intentado encontrarnos desde que descubrieron que hay un pequeño porcentaje del mundo desaparecido, este lugar está oculto así que no saben de nosotros. Ahora dime ¿Por qué escapaban?
Tengo que decírselo, es mi madre y estoy seguro que no parará hasta que lo descubra- Ella es especial...
-¿Hablas de Rut?-asiento.
-Ella no es como las demás chicas.
-¿A qué te refieres?
-Ella...- tomo aire- Tiene un don.
-¿Qué clase de don?
Dios es muy difícil decirlo, no sé cómo va a reaccionar – Ella tiene el don; si es que puedo decirlo así, de curarse por sí sola muy rápido, en un día ya está curada al cien por ciento.
-¿Cómo? Eso es imposible.
-Es que ella es un experimento de la NUCC y además... es ella la que tiene el virus.
-¡¿Qué?!- se levanta apartándose de mí un poco- ¿Trajiste a alguien que tiene el virus? ¿Sabes lo riesgoso que es eso?
Me levanto para poder tranquilizarla- Mamá, cálmate, no es lo que crees.
-¿Qué no es lo que creo? Ella va a contagiar a todos.
-No mamá. Déjame que te explique- inhala hondo y asiente lentamente muy enojada- A ella le dieron la capacidad de transmitir el virus cuando ella quiera con solo tocar a la persona, pero solo si es que quiere, pero al hacerlo se lastima, su cuerpo es muy delicado al contacto humano, por eso... no quería que se la lleven. Ella no es peligrosa, he estado con ella por varios días y en ningún momento quiso hacerme daño.
-¿Cómo la encontraste?
-La encontré en un viejo edificio, estaba muy mal, la ayudé a recuperarse y ha pasado conmigo muchos momentos, me ha curado varias veces cuando fui atacado por lobos, y ella es la razón por la que sigo aquí vivo, ella me curo de la herida de bala y por eso está en ese estado.
-¿Y por qué escapaban de la NUCC?
-Por qué puede ser que ella tenga la cura del virus, pero aseguraron que apenas tengan la cura la matarían para que nadie se entere que ellos fueron los causantes de todo esto.
Mi madre queda en shock, sé que es difícil todo esto, sus ojos pasan por toda la habitación como si estuviera procesando todo lo que le acabo de decir- Por eso escapé con ella.
-¿Sabes que si Henry se entera de lo que es ella la tendrá que botar de este lugar?
-Lo sé, y por eso necesito que por esta vez no me abandones en esto- le agarro las manos- Por favor.
Suspira- Esta bien, lo haré por ti, pero que te quede claro que si logran descubrir lo que realmente es ella nos expulsaran a todos por traición y ella será eliminada.
-Sí, pero no dejaré que nadie la toque.———
Nota de autora: Muchas gracias por leer.
No olviden dejar su voto y que me ayudaría mucho.
¡¡¡Besos!!!
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Touch Me (DTM #2)•Terminada•
Teen FictionRut inconsciente. Daniel herido. La NUCC en busca de los fugitivos. El deseo se hace realidad. Un amor más fuerte que el destino. Un virus letal no es lo que atormenta la vida de los amados, sino la presencia de alguien que desea separarlos. ¿S...