And you can sleep in a coffin,
But the past ain't through with you.
New Jersey - 2005
Se asomó cuidadosamente por la ventana sin querer ser visto. Había escuchado gritos provenientes de la casa vecina, gritos de un hombre y una mujer discutiendo, seguramente, por algo sin sentido… Era la tercera vez en toda la semana que los escuchaba pelear y debía confesar que estas discusiones pasaron de ser molestas, a entretenidas y después volverse realmente preocupantes.
Se preguntaba constantemente a sí mismo cómo sería vivir en una casa en la que tus padres se griten entre sí prácticamente todos los días…
De repente sintió una gran tristeza por el único hijo del matrimonio Iero, sus ojos corrieron inconscientemente hacia la ventana del cuarto del pequeño, una ventana que estaba justo frente a la suya y solamente separada por un enorme y frondoso árbol que crecía en su jardín y cuyas ramas se extendían de ventana a ventana… pero por alguna razón las cortinas de ese cuarto siempre permanecían cerradas.
Sabía que esa era su habitación porque una, y solo una vez, la ventana se abrió y pudo distinguir los posters de The Beatles colgados en la pared y a un pequeño niño sentado en la cama jugando videojuegos… Tal vez ese día de verano era muy caluroso y el pequeño simplemente decidió abrir su venta, pero para ser sinceros, a Gerard ni siquiera le importaba el por qué lo hizo, simplemente le alegró que lo hiciera.
Conocía al pequeño desde hace mucho, era solo dos años menor que él, su nombre era Frank. Iban a la misma escuela y compartían el autobús pero nunca había hablado con él, solo sabía que había sido su vecino desde siempre… Pero nada de eso lo detuvo a sentir lastima hacia el pequeño niño de ojos tristes y horrible vida.
Se estremeció cuando vio las cortinas moverse pero no apartó la mirada. El pequeño muchacho asomó su cabeza y miró al cielo, frunció el entrecejo y con la velocidad de un rayo dirigió sus ojos avellana agresivamente hacia Gerard, quien se paralizó cuando sus ojos hicieron contacto y lo hizo aún más cuando la expresión del menor se suavizó. Ahora lo miraba de la misma forma en la que un hombre ciego contempla las estrellas por primera vez… Gerard jamás olvidaría los ojos de Frank aquel día, y tampoco olvidaría que después de eso, sin siquiera esperárselo, Frank le sonrió.
El mayor levantó su mano en un ademan de saludo y el menor le correspondió, instantáneamente tomó uno de los papeles que estaban en su escritorio y con un marcado escribió grande “¿Quieres jugar videojuegos?”. Lo levantó y pegó contra el vidrio.
Lo observó detenidamente mientras Frank leía la invitación y su rostro se tornaba pensativo. El menor le dirigió una última mirada y sin una respuesta se dio la vuelta y cerró nuevamente las cortinas.
Sintió sus mejillas enrojecer, se sintió realmente tonto por haber hecho eso y por haber sido rechazado de tal manera… De pronto cuando se estaba levantando del suelo vio como la ventana se abría, esta vez, completamente. Vio a Frank levantar su peso en el filo de la ventana y después poco a poco salió de su habitación al techo… Dio pasos dudosos y torpes sobre el tejado y estirándose peligrosamente agarró una de las ramas del árbol, se impulsó con sus cortas piernas y trepó entre el gigantesco árbol del jardín de Gerard hasta llegar a la ventana vecina.
El mayor se apresuró a abrir la ventana de par en par rápidamente y el pequeño entró de un brinco, sus mejillas estaban rojas y apenas podía respirar, Gerard se acercó a él y le tocó la espalda cuidadosamente.
-¿Estas bien?.- Preguntó susurrando aún incrédulo de que la gran hazaña realizada por aquel pequeño de ocho años fue de verdad.
-¡Estoy de maravilla!.- Dijo exaltado y con una gran sonrisa en su rostro, la cual le contagio al mayor de inmediato.
No hacían falta las presentaciones o preguntas de rutina, tan pronto como los pulmones de Frank lo dejaron respirar con normalidad, iniciaron sin interrupciones el nuevo juego de video que el padre de Gerard le había comprado, “Resident Evil 4”
Después de 3 horas la señora Way entró a la habitación y lució sorprendida por un momento, pero después recibió a Frank del mismo modo en el que recibía a Ray, el mejor amigo de Gerard. Lo invitó a cenar e incluso lo invitó a la casa Way nuevamente el día siguiente. Gerard no tenía ningún problema con eso, sus padres siempre habían sido generosos y amables y agradecía mucho haber heredado esas cualidades de ambos.
Después de cenar subieron a la habitación nuevamente y Frank se acercó a la ventana para observar su casa, frunció el ceño y volteó hacia un confundido Gerard.
-Muchas gracias por invitarme Gerard, la pase muy bien.
-No te preocupes, puedes volver cuando quieras.- Frank sonrió y Gerard pudo jurar que por un momento vio como sus ojos brillaban.
-Gracias.- Le brindo un rápido abrazo y salió por la ventana para volver a trepar el árbol y regresar a su habitación.
Gerard vio a Frank entrar por la ventana pero esta vez no cerró las cortinas cuando entró a su habitación y por alguna razón estaba seguro que desde ese día, las persianas del cuarto de Frank siempre estarían abiertas para él.
NOTA:
La imagen adjunta es una idea de como son las casas de Frank y Gerard y del arbol que las divide... La foto es tomada de una de las escenas de la Pelicula "It's a boy girl thing". Por cierto, es una muy buena pelicula :) en fin.. gracias por leer
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Kill All Your Friends
Fanfiction-Háblame de la fiesta de Fin De Año en la casa de Raymond, ¿Sí?- Su voz pedía un favor, pero su rostro y sus ojos exigían la verdad.-Háblame de la fiesta, las investigaciones y de Frank... Lo quiero escuchar absolutamente todo, pero esta vez sin men...