CAPÍTULO OCHO

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Sometimes you scrape and sink so low,

I'm shocked at what you're capable of.

 

New York – 5 de Abril 2014

1

 

El teléfono vibró en su bolsillo y antes de contestar anticipó el nombre de Bert brillando en la pantalla de su celular, no le sorprendía en lo absoluto el que llamara, en las últimas semanas Bert ha sido el único que llama y el único que parece preocuparse por él.

Desde que se mudó a New York para iniciar las clases en la universidad había sentido como poco a poco las personas que más amaba se alejaban de él. Después de 8 meses de haber dejado a New Jersey atrás las llamadas de sus padres han dejado de ser tan constantes, ya no hablaba con James y menos aún con Bob, sentía como si todos hubieran aprendido a vivir sin él y le hubieran  olvidado, incluyendo Frank.

Antes de irse le dejó muy en claro al avellana que no quería terminar su relación, y este aceptó casi de inmediato el tener una relación a distancia, sabían que sería difícil pero habían intentado mucho y todo iba bien hasta hace dos semanas. De pronto Frank un día dejó de llamar y de escribir... Era como si él le hubiera dejado de lado también.

Ahora todo lo que tenía era a Bert, su compañero de departamento, pero no se quejaba, era una muy buena compañía. Lo conoció en la universidad en donde ambos estudiaban arte y aunque Bert estaba en un semestre superior a Gerard hicieron una conexión instantánea. Después de unos meses se mudaron juntos y se convirtieron en algo así como mejores amigos.

El teléfono volvió a vibrar y antes de contestar suspiró de sobremanera.

-Hola Bert.

-Gerard, tengo malas noticias.- El menor detuvo su caminar y se tensó al escuchar las palabras de su amigo.- Tengo que viajar a California hoy y tal vez regrese mañana por la mañana.- Gerard frunció el ceño y guardo silencio.- Lo siento mucho.

-No importa, todo está bien.- Trató de sonar despreocupado pero su voz le traicionó.

-Sé que es un día importante para ti, y en verdad me hubiera gustado estar contigo, pero tengo que irme.- Gerard trató de sonreír aun cuando sabía que Bert no lo podía ver.

-Estaré bien.

-Te quiero.- El menor se ruborizó y una risilla se escapó de entre sus labios.- Te llamaré esta noche para saber que todo está bien ¿De acuerdo?

-De acuerdo, adiós Bert.

-Adiós Gee, cuídate.

Cuando colgó el teléfono sonrió para sí mismo, gracias a Bert ya no se sentía tan miserable pero en verdad iba a extrañar su compañía, suspiró profundamente para tomar aire y continuó su camino a casa.

2

 

El estrepitoso sonido del celular siendo lanzado al suelo era lo único sonido que provenía del apartamento número 110,  seguido de una respiración agitada y después del llanto.

Estaba realmente molesto, había llamado 4 veces al celular de Frank y no contesto en ninguna de ellas, era como sí lo estuviera ignorando apropósito. Se suponía mañana sería un día especial pero ahora, solo en casa y sin Bert, se volvía a sentir miserable y abandonado.

¿Acaso Frank había olvidado aquel día tan especial? ¿Acaso se había olvidado de él?

La puerta sonó y deseó con todas sus fuerzas que fuera su amigo Bert, pero cuando abrió la puerta lo único que encontró fue a alguien mucho más pequeño y con el cabello más largo.

Kill All Your FriendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora