╭SAGA INSIEME╮
[🖤]❝Chiara se había mudado a Forks por la independencia de su hermano y porque necesitaba un respiro de sus padres, exactamente de los recuerdos de su madre y de lo desesperante de su padre.❞
❝Pensaba que su vida...
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—Por favor, déjenme ir —suplica el hombre hacia el pelinegro.
Este mantiene un firme agarre alrededor del cuerpo del hombre que seguía suplicando por su vida.
—¿Todavía te gusta que te supliquen? —pregunta una chica peli rosa cruzada de brazos.
Junto a ella había una chica pelinegra y ambas tenían sus ojos de un color carmín aterrador.
—Me hace sentir poderoso —responde el chico sin voltear a verlas.
—Te juro que no diré nada, pero déjame ir —vuelve a suplicar el humano asustado.
—Por favor, John, mátalo si lo vas a hacer de una vez —le ordena la pelinegra con cansancio—. Tenemos cosas más importantes de las que hablar.
—Te aseguro que no va a doler —susurra el chico hacia el hombre antes de clavar sus colmillos con fuerza en el cuello de este.
Comienza a succionar la sangre del pobre hombre hasta la última gota.
Ambas mujeres se miran unos cuantos segundos y ponen los ojos en blanco, escuchando los jadeos de dolor del hombre.
—Ahora sí —dice el chico tras dejar caer el cuerpo sin vida del humano al suelo y regresar su mirada hacia las chicas mientras tenía un rastro de sangre en sus labios—. ¿En qué estábamos?
—¿Por qué me hiciste venir? —pregunta la peli rosa irritada mientras se acercaba a él—. Estaba muy ocupada con mi novia en París.
—Hola, preciosa —saluda el chico hacia la pelinegra que le sonrió falsamente.
La vampiresa ve como John se acerca a ella para besarla con necesidad, pero dejando que saboreara la sangre del hombre que tenía en sus labios.
—¿Me extrañaste, cariño? —pregunta John con interés.
—Por supuesto que no —le responde la pelinegra y le da una media sonrisa al chico.
—¿Podrían dejar su sesión de besos calientes para otro momento? —pregunta la peli rosa con asco—. ¿Qué necesitas John?
—Nuestra inmortalidad está en juego, señoritas —termina por revelar el vampiro mientras caminaba por el oscuro y vacío callejón.
—¿De qué hablas? —pregunta la pelinegra confundida.
—Tenemos que matar a dos humanos si es que queremos seguir disfrutando de nuestra inmortalidad —les explica con simpleza a las dos mujeres antes de ponerse enfrente de la pelinegra.
—¿Quién dio la orden? —pregunta la peli rosa con desconfianza.
—Los Vulturi —confiesa John, viendo como las dos chicas abrieron sus ojos con sorpresa.
