GUITAR BOY | KUNSUNG | SIN TERMINAR.

3

JISUNG

Su mirada estaba fija en el rostro de Qian Kun, el cuál hablaba y hablaba sin parar pero hace mucho que él no lo escuchaba, realmente podía predecir de qué hablaba ya que el chico enfrente de él siempre contaba lo mismo con una emoción increíble, como si apenas lo contase

Jisung sabía que le hablaba de música, cuando eran pequeños era de lo único que hablaba el chico, así que ya él podía saber qué estaba diciendo y no tenía por qué prestarle atención

En ese momento solo se centró en su rostro, detalló cada facción y cada curva, su mirada cayó en sus cejas, su nariz y su boca, mientras que en su mente había una voz que no dejaba de molestarlo, a esa voz tampoco la escuchaba

''Deja de ver a Kun''

¿Por qué? No tenía nada de malo apreciar a su acompañante

Pero aquél trance acabó cuando un suspiro se le escapó sin permiso

— ¿Todo bien, Jisung? — Preguntó el contrario, haciéndolo erguirse en su asiento — Tenías una mirada perdida

Aclaró su garganta antes de decir — Solo me dejé llevar por tus palabras

Kun sonrió, provocando que sonriera también

Él sabía que era de corazón débil si se trataba de Kun, él siempre supo que no podía olvidarlo, pero ¿hasta cuándo sería eso?

Escuchó como Kun empezaba a hablar nuevamente — Dejaría mi carrera de administración de empresas para dedicarme a la música — Fue lo último que escuchó antes de volver a perderse en sus pensamientos

Ladeo su cabeza mientras lo miraba, preguntándose cuándo sería el día que tendría un descanso

¿Acaso no se lo merecía?

Nadie parecía entenderlo cuando él contaba su historia, ni siquiera el sacerdote de la iglesia creía que debía 'dejar ese amor', aunque claro, contó aquello como si Kun fuese una chica muy bonita.

Pero Kun era un chico muy bonito, guapo, todas esas palabras le quedaban bien al contrario, él era todo

Pero ese era el problema que tenía consigo mismo, ¿Cuándo sería el día en el que Kun dejara de representar esas palabras para él?

Ha llorado días, tardes y noches, todas pronunciando el nombre de Kun, ha sentido su pecho encogerse y crecer un sinfín de veces cuando piensa en él, cuando lo mira, o cuando lo recuerda

Se ha desvelado tocando para él aunque no lo escuche, ha recordado sus labios todas las noches de insomnio, las cuales no pueden contarse con los dedos porque faltarían éstos

Entonces, ¿hasta cuándo?

Estaba harto, porque el problema no era él, el problema no era Kun