El diario de una romántica anticuada. {Textos y poesías}

¿Qué siento?

Quisiera comenzar creyendo que esto en algún momento vaya a cambiar. Intento siempre tener un pensamiento positivo de lo que se trata mi vida en lo personal, pero saben, es muy difícil pensar con claridad cuando estás sumiso a la oscuridad que te apodera.
Y no es porque sea una mala persona, sino que la suerte se fijó en otros y me dejó en el olvido.
Y aunque puede ser que estés rodeado de gente maravillosa, aún te sientes vacío. O es así en mi caso y es que no sé sostenerme de la manera adecuada. Y suelo tropezar la mayoría de veces.
Y me siento sola, inútil, fracasada.
Estudios dicen que una persona con un círculo social sano, tiene un bajo nivel de depresión.
Resultó que el monstruo que ahora apodera mi ser estaba durmiendo plácidamente. Pero como siempre, algo lo tiene que despertar.
Y la persona despreocupada y confiada que era antes, se ha convertido en una persona que se preocupa y desconfía hasta de su propia sombra.

Coelho dijo "Si te caes siete veces, levántate ocho".

Pero yo solo me caí una vez, y aún trato de levantarme. 

 
Abracé mi alma cuantas veces quisieron oscurecerla. Cuando la nostalgia me llenó el corazón de tristezas, me esforcé para poder alegrarlo aunque quizás podría ser en vano.
Me han destrozado las veces necesarias para recrearme, porque sabía que por cada piedra que pisaba y tropezaba, habría un motivo y una experiencia nueva adquirida para aprender de ella.
Porque no estoy de acuerdo que la vida sea esa de la cuál todos se sienten influenciados; tan básica que aburre.
Porque me gusta sentirme triste, para motivarme a mejorar. Porque me gusta caerme al abismo, sentir que cuando no doy más, es cuando más fuerte soy.
Necesité en algún momento un abrazo, un beso y el típico: "todo va a estar bien". Y no lo tuve a ese abrazo, ni a ese beso, y nada estuvo bien. En ese instante cuando el tiempo se paraba, la gente a mi alrededor continuaba su rumbo pero yo no, fue cuando reaccionó mi corazón y mente fusionándose y comprendiendo de la forma más cruda que nada nos vitalizaba más que nosotros mismos.
Y aún intento ver con claridad, aunque todo me resulte desenfocado, tratando de no cegarme, no darme por vencida.
Aún es una lucha que vive en mí, que sólo yo puedo manejar, que a pesar del apoyo al control lo tengo yo y de mí depende cuál será mi destino.

 
Solo espero poder superar mis expectativas.