La sangre no siempre es roja

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Natasha y Wyatt se encontraban fuera del hospital, preparados para entrar pues alguien estaba disparando dentro de las instalaciones, y debían frenar esto a como diera lugar para poder hablar con el señor Rogers.
El único testigo de lo que había sucedido cuando la nave extraterrestre había caído en los campos de flores, ya hace varios días.

-Vamos.

La joven de ojos verdes no lo dudo y entró con sigilo al hospital , mientras que su compañero androide la seguía cubriendo su espalda ante cualquier ataque, ambos dirigiéndose a las escaleras pues los disparos provenían de la segunda planta, aquí es donde ambos se detuvieron.

-Señorita Natasha debemos de emboscar a quién está disparando, usted suba por aquí y yo subiré por el otro lado, y lo atraparemos.

Dijo Wyatt mientras se mantenía alerta.

-De acuerdo, hagámoslo.

Contesto Natasha.

Ambos se separaron y subieron por escaleras diferentes, mientras Natasha subía podía oír más de cerca gritos y disparos, al parecer era un paciente el que disparaba, estaba fuera de sus cabales y de una u otra manera había logrado meter un arma dentro del hospital.

-¡SI YO ME MUERO TODOS NOS MORIMOS!.

Gritaba con fuerza aquel hombre en bata que tenía de rehén a una enfermera , en sus ojos solo se reflejaba miedo.

-¡Basta!, ¡Déjeme ir por favor!, ¡Se lo imploro!.

Decía con tanto miedo y desesperación aquella enfermera que lo único que podía hacer era llorar y rezar que su vida no acabase ahí mismo.

Natasha al llegar a la planta donde el sujeto estaba causando el tiroteo, se dio cuenta que en efecto, tenía a una enfermera como rehén, pues una ventana que daba directamente a ellos dejaba ver su reflejo a través de el cristal.

Rápidamente pensó en una estrategia, no podía intervenir sin pensar, la vida de la chica corría peligro , así que lo que decidió hacer fue distraer al sujeto y automáticamente Wyatt se haría cargo.

-¡BAJE EL ARMA, Y SUELTELA, ES UNA ORDEN!.

Grito Natasha con firmeza y seriedad, no se andaba con juegos.

-¿EN DONDE ESTAS?, ¡SAL DE DONDE ESTES!, O LE VUELO LA CABEZA!.

grito el hombre mientras oprimía la boquilla de el arma contra la cien de la enfermera, está lloraba con más miedo.

-!Si yo salgo!,la dejaras ir, y en su lugar tomame a mi, ¿Nunca has tentado la posibilidad de tener la vida de un policía en tus manos?.

Alzó la voz Natasha mientras salía de su escondite,con la arma en una de sus manos.

-SUELTA EL ARMA, ¡O ELLA MUERE!,

el hombre se escuchaba realmente decidido a crear tanto caos como pudiese.

-¡De acuerdo, la soltaré!.

Respondió la joven de cabello negro, mientras lanzaba el arma lejos de ella , al igual que se acercaba a donde ellos.

-AHORA VEN , ¡Y LA DEJARE IR!.

fue lo último que dijo el hombre, mientras que dejaba de apuntar a la cabeza de la enfermera que tenía como rehén, y comenzaba a apuntar a Natasha, quien ahora se encontraba sin protección.

-Sueltala....y dejala ir....

Dijo Natasha mientras sus penetrantes ojos verdes miraban a el hombre, que esté por un momento se dio cuenta que realmente mataría a un policía, algo mucho mejor que una simple enfermera.

Descubriendo lo desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora