¿hay bondad en sus almas?

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La noche por fin había llegado, la lluvia aún seguía y los relámpagos a la lejanía lograban por pequeños instantes alumbrar la cabaña entera a través de las ventanas , era una tormenta muy fuerte que quizá podía poner los pelos de punta a aquellos que no eran fanáticos de estos climas tan hostiles y atemorizantes.

En la orilla del sillón se encontraba Dione ,con sus ojos totalmente cerrados, parecía que estaba meditando pues no se movía ni un centímetro, concentrado en sus pensamientos, en sus recuerdos, y sobre todo en su repentina preocupación por la situación en la que ahora se encontraba.

Se escucha el rechinar de la puerta de la habitación de Agatha, y abrió los ojos de manera rápida, entrando en si de nuevo y al voltear levemente, se encontró con la joven que ahora vestía otra ropa mas cómoda , su cabello estaba húmedo y sus pies descalzos tocaban el frío suelo de madera de la cabaña.

-Creí que ibas a dormir....

Dijo Dione mientras la mirada.

-Iba a hacerlo pero... me quede pensando en unas cosas que lograron quitarme la tranquilidad....

Comentó Agatha mientras se acercaba a la cocina.

-Sergio se fue hace rato, me dijo que tenía algo importante que hacer y que vendría mañana.

Dijo con normalidad.

-Esta bien, el es así, últimamente no lo hemos visto mucho, debe estar ocupado.....dime , ¿Tienes hambre?.

Pregunto la joven mientras miraba con una leve sonrisa a Dione.

-No puedo sufrir de hambruna , mi cuerpo está diseñado para no comer.....pero....no estaría mal probar algo fuera de mi estándar...

Contesto el joven.

-De acuerdo, oh no...los suministros se están acabando.... déjame pensar que podemos comer....

La joven dirigido su mano a su cara , tocando su barbilla mientras pensaba , al mismo tiempo que miraba el refrigerador apagado pues la electricidad aún no volvía.

Después de un par de minutos, la joven busco en el refrigerador unas cosas y prendió la estufa, coloco una olla y en ella vertió leche, vainilla, y una tableta de chocolate, para después en un plato colocar pequeños pastelillos de chocolate acomodados de manera muy bonita. Poco a poco el olor del chocolate se hacía más intenso, llegando a cada rincón de la cabaña, y provocando en Dione un rostro de curiosidad pues era un olor que jamás en su vida había olido, y era un aroma exquisito.

Otros minutos después, la joven vertió chocolate en dos tazas, y con cuidado llevo ambas tazas y el plato con los pastelillos a donde Dione, para comer juntos pues ya no había mucho que hacer y el clima ameritaba algo así. Dione quedó impresionado al ver la taza y los pastelillos, desprendían un olor realmente delicioso.

-¿Qué es eso?...

Pregunto con curiosidad.

-Esto de aquí, es chocolate caliente, nosotros los humanos solemos beberlo cuando hace frío o hay climas lluviosos....y esto otro son pastelillos de chocolate, son bocadillos que solemos comer también...adelante dale un sorbo a la taza....pero cuidado está caliente....

Contesto la joven.

-El aroma que desprenden....es realmente indescriptible...

Dijo Dione.

Agatha tomo entre sus manos una de las tazas que había en la mesa, para acto seguido acercarla a su rostro, Dione por su parte solo imitaba lo que ella hacía para ver cómo era la manera en la que ese delicioso chocolate caliente se podía consumir. Después Agatha soplo con cuidado para después beber un poco de chocolate, Dione hizo lo mismo y en su boca ahora había una explosión de sabor inexplicable, sonrió al separar sus labios de la taza y después tomo un pastelillo para darle un mordisco sin pensarlo dos veces, grata sorpresa que se llevó al ver que sabía igual de rico que el chocolate , joder los humanos consumen cosas muy deliciosas , ¿O caso es que el lo sentía como algo delicioso por ser la primera ves que lo probaba?.

Descubriendo lo desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora