Descubriendo lo desconocido

Un día lluvioso

Después de que Sergio volvió a casa, con el pasar de las horas el cielo comenzaba a nublarse y a convertir el ambiente en uno nublado, frío y tranquilo. El aire soplaba un poco más fuerte mientras que las nubes grises que amenazaban con soltar su lluvia, pasaban por el cielo con algo de suavidad.

Agatha estaba sentada acomodando unas hojas en su carpeta , mientras que Dione, curioso miraba el ambiente nublado que podía verse  por la ventana, su rostro lleno de curiosidad gritaba por dentro salir y explorar todo a su alrededor, poco a poco comenzaba a ser más dinámico y comenzaba a confiar en Agatha pues ella lo había salvado y desde que la conoció ella se había portado de manera pacífica.

-¿Qué es todo eso?.

Preguntó Dione mientras miraba hacia afuera.

-¿Que cosa?.

Contesta Agatha mientras deja lo que estaba haciendo, para acercarse a donde Dione.

-Ahora hay diferentes colores afuera...y no veo el sol.

Comentó Dione.

-Esta nublado, a veces el clima se pone así, ¿De dónde vienes no hay nada de eso?.

Preguntó curiosa.

-Quiza si, aún no logro recordarlo...pero este clima es hermoso....

Contesto aún mirando por la ventana.

-Si quieres...podemos ir a explorar , yo tampoco he salido desde que estoy aquí..

Dijo Agatha mientras miraba con una sonrisa a Dione.

-¿De verdad? , ¡Claro que quiero explorar!.

Respondió Dione con emoción.

Agatha sonrió, y se dirigió a guardar en su mochila las cosas que tenía aún desordenadas, Dione la mirada  de espaldas , esperando que la joven acabará para salir y explorar. Al acabar la joven de ojos color chocolate se puso unas botas y una sudadera pues afuera hacia frío, al acabar ambos salieron.

-Sergio no ha venido desde ayer, ¿Estará bien?.

Preguntó Dione.

-Claro , de seguro debió estar en su computadora investigando toda la noche y debe estar dormido , no me gusta molestarlo.

Contesto Agatha mientras miraba el cielo.

-¿Podemos ir hacia allá?.

Preguntó Dione mientras señalaba una montaña cercana, quizá a unos 2 kilómetros de donde ellos estaban.

-Sera algo cansado, ¿Crees poder soportar?.

Preguntó la joven.

-Hay que averiguarlo.

Contesto Dione con confianza.

Y la travesía había comenzado, ambos caminaron hacia aquella montaña , mientras que observaban todo a su alrededor, las flores se movían con el viento, al igual que las nubes, ambos disfrutaron el camino hasta que llego la hora de subir aquella montaña, no era difícil subir pero si llovía, podía ser algo peligroso para ambos resbalar cuesta abajo.

Subieron 3 kilómetros de montaña, ambos ayudándose entre si, Dione tenía curiosidad por lo que inconscientemente el sabía cómo evadir todo obstáculo pero, Agatha necesitaba ayuda por lo que el joven intergaláctico la ayudaba tomando su mano para que lograra pasar los obstáculos con facilidad , después de casi una hora y media de camino montaña arriba, habían llegado a la cima de aquella montaña, quedando asombrados por lo que sus ojos miraban.

Frente a ellos, podían verse con más claridad las hectáreas y hectáreas de áreas verdes y de los bellísimos campos de flores que se miraban tan llamativos por el sin fin de colores que se miraban,aún con el clima que había . Pero lo que más llamó la atención de Dione fue la playa que se encontraba bajando la montaña por el lado derecho de donde se encontraban, Dione se acercó para observarla con más detenimiento, podía ver desde lejos la agua moverse en olas, la arena parecía humedecerse con el chocar de ellas, y el clima nublado lo hacía ver un paisaje realmente hermoso y misterioso.