Conociéndolo de Nuevo © [PAUSADA]

49. Lejos de el

PRESENTE.

Matthew's POV

Quiero matarlo.

Voy a matarlo.

Subí las escaleras de la casa de Destiny lo más rápido que pude, recorrí los pasillos y llegué a la puerta de su habitación. Toqué suavemente la madera pintada de blanco y esperé.

La puerta se abrió frente a mi y visualicé a mi chica: todavía usaba el uniforme de animadora aunque llevaba los pies descalzos en unos tiernos calcetines rosa y su cabello estaba suelto y algo desordenado, seguramente porque se había soltado la coleta, dándole un aspecto salvaje.

El apodo pitufa ya no le quedaba. Aquello que había comenzado como un juego de niños, ya se estaba desvaneciendo para dar paso a algo más maduro, atrapante y exótico.

El único error que encontraba era el enrojecimiento en sus ojos, y sabía por quién era.

Ese hijo de puta.

—Hola—dijo con la voz enronquecida.

—Hola, honey.

Su boca formó un pequeño puchero. Tomó mi brazo y me arrastró dentro de la habitación para luego colgarse a mi cuello. Enterré mi rostro en el suyo y no tardé en rodearle la cintura con mis brazos.

—Quiero matarlo, ¿lo sabes, no?—dije contra su piel. Noté como se estremecía y la apreté más fuerte.

—No será necesario. Ya le dejé en claro que no se me acerque más.

—No creo que eso lo detenga, Des.

—Oh, créeme, lo hará—se separó de mi y caminó hasta su cama—. Le he garantizado que si no lo hacía, le haría la vida imposible.

Me senté a su lado sobre el suave colchón y tomé un mechón de su cabello castaño.

—Toda una fierecilla—le pinché la mejilla con el dedo—. Pero aun así no pienso quedarme de brazos cruzados. Jugó contigo, honey, abusó de tu confianza.

Los ojos se le cristalizaron y me arrepentí de soltar aquello último.

Me enervaba a más no poder verla pasar esta situación por culpa de ese imbécil, y lo peor, ver como lo lloraba. Pero no era el momento indicado para reclamarle nada.

—Es que a ti no te agrada y Zoey desconfiaba de él... me siento tan estúpida, debería haberlo previsto—se quejó, formando un nuevo puchero.

—Des, no pienses más en eso—quería dejar el tema de Logan lo antes posible—. ¿Por qué no reúnes a las chicas y van a repasar para el concurso a la playa?

—Es una buena idea—admitió parpadeando para alejar las lágrimas—. Las llamaré y le diré a Zo que me ayude—me guiñó un ojo y mi todo mi cuerpo se alivió a verla con esa actitud.

—Mientras iré a llamar a Chase, creo que olvidé algo en el vestuario—avisé mientras salía al pasillo.

Agarré mi celular y, luego de cerciorarme de que no había nadie cerca que me pudiera oír, apreté el botón para llamar a mi mejor amigo.

—¿Ya me extrañas?

—Idiota—me reí—. Necesito que me hagas un favor.

—Nada sexual, Brooks.

—Joder, Chase, concéntrate—lo reprendí—. Necesito que contactes a Alex y ambos me esperen cerca de la rampa de skate en Santa Monica.

—¿Alex? Pero si tú me dijiste que ibas a estar en la casa de Destiny, ¿no está allí?