Confrontación (Capítulo 29)

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— Vamos Soojin unnie, deja de ser tan terca, ella solo te está pidiendo unos minutos — dijo Yuqi tratando de convencerme.

— ¿Por qué sólo toman en cuenta la petición de Shuhua?, ¿por qué no apoyarme cuando digo que no quiero hablar con ella?. — hubo un silencio — Pero como veo que esto no tiene sentido, está bien. — me levanté de la silla y por fin hice frente a Shuhua — Vamos a hablar, pero que sea algo privado.

— Yeji me prestó su oficina — dijo Shuhua mostrándome unas llaves en su palma.

— Incluso Yeji está metida en esto, ya no sé qué esperar.

Shuhua no dijo nada y comenzó a caminar, yo la seguí por inercia hasta llegar a una puerta que estaba detrás de la oficina.

La habitación era acogedora, había un sillón, un par de sillas frente a un escritorio y un par de fotos colgadas.

—Muy bien, aquí me tienes. ¿Qué es lo que quieres?

— ¿Por qué me hablas así JinJin? ¿No se supone que seguiríamos siendo amigas?

— Retiro lo dicho; no puedo seguir siendo tu amiga, no después de todo lo que pasó.

— No puedes hacer eso, Soojin, no puedes hacernos esto.

— ¿Entonces dime por qué tú si puedes?

— Yo no quería que fuera así unnie.

— Entonces cómo, ¿querías seguir acostándote con los dos o cuál era tu plan?

— ¡No! ¿Cómo dices esas cosas?. Yo sólo quería estar contigo.

Esto fue todo. Esto ya llegó a su límite

Le tomé el antebrazo y la acerqué a mí casi sin espacio entre las dos.

— No puedo creer la bola de idioteces que me estás diciendo ahora. Primero dices que quieres seguir con tu marido por el bien del bebé, porque según tú, quieres que crezca con una familia normal y en cuestión de días ya quieres estar conmigo. ¿Qué demonios te pasa?, cuando dejes de jugar a la adolecente hormonal y te dejes de jueguitos, hablaré contigo, por lo pronto no me hagas perder mi tiempo — podía sentir mis dientes rechinar.

— S-Soojin, me estás lastimando. —Mi vista bajó hasta su antebrazo donde tenía mi mano y pude ver cómo alrededor de mi mano, su piel se volvía roja. No había notado que la estaba sujetando tan fuerte, aflojé mi agarre y la alejé de mí— Yo no estoy jugando.

— Entonces explícame que estás haciendo, porque para mí todo esto sólo parece eso, un juego ridículo que sólo tú disfrutas. ¿Qué no ves que ahora soy yo la que no quiere nada?.

Estaba dispuesta a terminar con la conversación por lo que me acerqué a la puerta.

— Espera, todavía no te he explicado nada; quiero que sepas cómo pasaron las cosas, tengo la esperanza de que tal vez así cambies de opinión.

— Como hayan sido las cosas, eso ya no me importa.

Me fuí de ahí y sellé mi salida con un portazo que llamó la atención de un trabajador que estaba en la cocina. Me acerqué a la mesa donde Soyeon y Yuqi me estaban esperando.

— Vámonos — seguí caminando hasta salir del restaurante, mis manos y cara se helaron ante el clima.

— Soojin, ¡Soojin! ¿Qué paso? — preguntó Soyeon alcanzándome cerca del coche.

— No quiero hablar ahora, ¿podemos por favor irnos?...¿Dónde está Yuqi?

— Seo, tranquilízate y deja de gritar.

Shuhua, porfavor no te cases // SooShu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora