Sorpresas (Capítulo 30)

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- Shuhua-

Han pasado dos años y solo supe que acompañaste a Soyeon y a Yuqi a China luego de que la gente se enteró por todos los medios de su relación, después de eso jamás volví a saber algo de tí, solo escuchaba como en la televisión sonaban tus nuevas canciones pero nunca mencionaban más que tu nombre y el título de la canción.

Me mata el saber cómo te encontrabas, si acaso aún estaba en algunos de tus pensamientos, o de pronto tuvieras un recuerdo de mí, de nosotras; si aún seguías odiándome o con el paso del tiempo dejaste que todo lo que sentías por mí muriera dentro de ti. Quería saber si ya tenías a alguien en tu vida y corazón.

Mi pequeño apenas tiene el año de edad y es bastante saludable. Ambos nos alegramos de la llegada de nuestro hijo pero hubiésemos preferido que él naciera en otra circunstancia de nuestro matrimonio, por lo menos que naciera cuando aún había amor entre Sunho y yo, ahora solo aparentamos ser un matrimonio feliz cuando vamos a una reunión familiar, mientras que en casa solo actuamos como si fuésemos unos simples conocidos, a veces como amigos, pero nunca nos tratamos como lo que somos, un matrimonio.

Me pasaba las noches dando vueltas por mi cama, pensando si algún día el destino nos volvería a juntar o realmente todo se acabó aquella tarde. Me preguntaba qué era lo que más me daba miedo, si volver a verte o no volver a verte jamás. Si te vería qué te diría y si no, cómo sobreviviría el resto de mi vida.

Cada vez que tenía un recuerdo tuyo siempre terminaba con esa última mirada que me diste ese día en el restaurante, tus ojos solo desprendían odio y rencor, pero muy en el fondo de esos ojos ví como un inmenso dolor te carcomía por dentro y desde ese día mi vida está llena de culpa, preguntándome si en
verdad hice lo correcto, si en verdad tomé la decisión pensando en mi hijo o solo elegí este camino porque tenía miedo, realmente ya no estaba tan segura.

De lo único que sí estoy segura es de que te extraño, desde que me levanto hasta que me acuesto, incluso hasta en mis sueños. Anhelo despertar y que tú estes a mi lado. Te extraño tanto Seo Soojin.

Se acercaba el día de gracias y como era costumbre, en China nos reuniríamos en la casa de mi abuela a comer. Llegarían mis primas y primos de Estados unidos ya que algunos fueron a vivir allá.

Íbamos en coche los tres: Suja, mi hijo, iba durmiendo mientras Sunho manejaba atentamente; yo estaba ansiosa por ver de nuevo a mi familia, viviendo en Corea no me entero de muchas de las cosas que pasan en esta, y ansío saber qué es lo que pasó en mi ausencia.

Entramos a la antigua pero bien cuidada casa de mi abuela e inmediatamente fuimos recibidos por muchos abrazos. Todos querían cargar a Suja y la mayoría así lo hizo, hasta que comenzó a llorar, mi tía lo regresó a mis brazos para que pudiera calmarlo, pero no podía hacer mucho ya que el ruido de las conversaciones lo estaba perturbando.

Me llevé a mi hijo a una de las habitaciones del segundo piso que conforme subía las escaleras el ruido iba disminuyendo hasta desaparecer. Después de amamantarlo y arrullarlo un poco se volvió a quedar dormido. Escuché cómo alguien subía las escaleras y luego abría la habitación donde me encontraba.

- ¿Shuhua? - dijo Sunho.

- ¿Dime?

- Acaba de llegar tu prima. ¿Quieres bajar a saludarla?

- Sí, solo acomodaré la cama para que Suja no caiga si llega a moverse mientras duerme.

- ¿Crees que despierte?

- Quizás, pero hasta de madrugada.

Los dos bajamos y antes de llegar, en los últimos tres escalones tomamos nuestras manos, pretendiendo que siempre estuvieron juntas.

Shuhua, porfavor no te cases // SooShu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora