Yo Te Ayudo(Capítulo 39)

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— Shuhua, cariño lo siento, pero no te puedo ayudar a remodelar tu sala — dijo mi padre haciendo un puchero algo extraño

— Creo que tendré que decirle a Sofi aunque creo que  también está ocupada

— No creo que ella pueda, viaja a Estados Unidos pasado mañana 

— No puede ser

— ¿Por qué mejor no le dices a Sunho que te ayude o contratas a alguien?

— La última vez que contraté a una persona terminó dejando mis paredes celestes en lugar de azules, y Sunho ni pensarlo, si no me ayudó cuando estábamos casados mucho menos me ayudará ahora que nos divorciamos

— Bueno, entonces espera a que nos desocupemos.

— Sí, y cuando ustedes se desocupen yo estaré ocupada. Papá recuerda que yo también trabajo. Tal vez sea mejor que así lo deje.

Solo me quedaban algunos días libres, las fiestas navideñas habían pasado demasiado lento para mí. Tenía tanto tiempo libre que no sabía qué hacer, tal vez me sentí así porque siempre me mantuve ocupada y ahora se me hace tan extraño.

Por lo general vengo a la casa de la abuela como ahora, aquí casi siempre encuentro algo qué hacer o por lo menos alguien con quién platicar.

— No te preocupes hija, ya verás que al final alguien vendrá ayudarte.

— ¿Quién necesita ayuda?

No por favor, quién sea menos Soojin, incluso contratar a alguien me puede sonar más tentador.

— ¡Oh, Sooso! Qué bien que apareces justo a tiempo. Shuhua necesita ayuda para remodelar la sala de su casa, pero no encuentra quién le ayude, ¿tú podrías?

— Por supuesto, estoy libre.

— ¡No!... Digo... No te preocupes, ya lo pensé mejor y quiero dejarlo tal como está.

— Vamos Susan, acepta su ayuda, hace apenas unos segundos estabas a punto de llorar porque no encontrabas alguien que te ayudara.

— Papá no exageres.

— Por mí no hay problema, puedo ayudarte cuando gustes.

No es que no quisiera la ayuda de Soojin, es solo que ha estado actuando bastante extraño desde la cena de navidad.

Todo dentro de mí me decía que era una muy, muy, muy mala idea.

Pero como siempre he sido muy idiota le dije:

— Por supuesto.

••••

Y como lo dije fue una mala idea.

— Está bien, ¿puedes mañana a las dos?

Había despertado muy temprano para poder hablar con Suja, la familia de Sunho había decidido ir unos días a Canadá y por la diferencia de horarios era muy difícil que habláramos, después comencé a despejar la sala, guardaba algunos libros, fotos, desde lo más pequeño hasta lo más grande, bueno, por lo menos con lo que podía.

Justo a las dos en punto el timbre sonó por toda la casa, no hizo falta que me fijara por la ventanilla, sabía muy bien que del otro lado de la puerta estaba Soojin aguardando a que le abriera.

Abrí la puerta y ella estaba ahí con sus jeans desgastados, una camiseta gris también algo desgastada y unos converse negros, pero como siempre con su sonrisa tan característica de ella.

Contrólate Shuhua.

— Pasa.

Ella no dijo nada simplemente entró y yo cerré la puerta.

Shuhua, porfavor no te cases // SooShu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora