Quiero Complacerte (Cap 41)

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El solo sentir esos delicados labios sobre los míos me hizo experimentar vibras en cada centímetro de mi cuerpo, sus caricias siempre me hacían sentir fuego en todo mi cuerpo, era como si algo que estuvo dormido dentro de mí de pronto despertara, pero sus labios, esos labios me hacían sentir que estaba tocando el cielo.

Todo empezó tan lento, a pesar de que la situación en la que nos encontramos, era completamente candente.

Ella me besaba con ternura, podría decir que parecía algo tímido por extraño que suene. Ella recorría con lentitud una y otra vez mis labios, me erizaba la piel y me hizo sonrojar como nunca había estado en mi vida.

Poco a poco el beso que era tierno subía su intensidad, comenzó con pequeños mordiscos, con caricias en la cintura y ahora ella atacaba con ambas manos mi trasero mientras su lengua no dejaba de juguetear con la mía. Cada vez me costaba más respirar pero no quería sepárame, sentía que en cualquier momento ella se arrepentiría y se marcharía para jamás volver.

¡No! Eso ya no lo toleraría, sería demasiado, ahora que mi cuerpo ha recordado cómo se siente estar con Soojin, ahora que mi corazón se siente cada vez más vivo, ¡no! Ahora me es imposible siquiera imaginar estar sin ella.

Soojin se apartó de mis labios dejándonos respirar, sus ojos se conectaron con los míos y sentía que no solo veía mi cuerpo desnudo sino también mi alma, que estaba completamente expuesta y vulnerable a sus ojos penetrantes.

— Ya no te agobies, esta noche no pienses más — dijo jadeando.

Yo no dije nada, solo callé a mis pensamientos y con un movimiento brusco volví a conectar los labios de Soojin con los míos.

De aquel beso inocente ya no quedaba nada, solo había pasión y una enorme fragancia a sexo en toda la habitación. Mientras ella me besaba comenzó acariciar mi sexo haciéndome estremecer, sus caricias se volvieron más violentas llevándome a un nivel casi orgásmico.

— Me gusta tanto ver tú cara cuando estás apunto de correrte — susurró en mi oído.

Anhelaba tanto contestarle, pero de mi garganta solo salían gemidos. Mientras yo estaba temblando llegando al clímax, ella mordía muy duro todo mi cuello, estoy segura que esas marcas quitaría por lo menos en no se una semana.

— Soo-Soojin, no te detengas... Ah... Ah. Estoy llegando.

A pesar de mis súplicas, ella simplemente se detuvo, dejándome frustrada. Quería que ella me tocara, que ella acabara de poseerme y lo volviera hacer durante toda la tarde, pero parecía que mis planes no eran sus planes y ella quería hacerme sufrir más.

— Aún no preciosa — dijo besándome tiernamente—, pienso hacerte tantas cosas que no sé por cuál comenzar.

— No pienses solo házmelo — no quería sonar desesperada pero lo estaba, la zona entre mis piernas no dejaba de atormentarme con un constante palpitar producido por mi clítoris.

Si Soojin no se apresuraba sería capaz de masturbarme frente a ella, otra vez. Los recuerdos de esa noche comenzaron a vagar en mi mente haciendo mi tortura más frustrante.

¡Rayos!

— Parece que alguien está ansiosa — dijo ella acariciando mi mano.

Mi mano que curiosamente estaba ya entre mis piernas... ¿Cómo rayos llegó ahí?

— No te preocupes, me encanta verte hacértelo a ti misma, es algo erótico y me calienta.

— No, es vergonzoso — dije apartando mi mano de ahí.

— Hemos hecho cosas más vergonzosas, además ya lo has hecho antes, no hay porqué avergonzarse — dijo Seo colocando mi mano otra vez en mi área húmeda.

Shuhua, porfavor no te cases // SooShu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora