Miré mi reloj, era exactamente media noche, tenía mil pensamientos sobre cómo sería la dichosa entrevista, la semana había transcurrido más rápido de lo que me hubiera gustado, los días fueron cortos y las noches largas, investigué todo lo que pude sobre ellos, traté de memorizar sus nombres, sobre todo sus rostros.
Sin duda eran guapísimos, pero no iba a dejar que eso me distrajera; Siempre trataba de ser profesional en mi trabajo, el amor no existía para ninguna cosa que no fuera mi trabajo, sobre todo después de mi última relación.
Lo único que hacía era dar vueltas en mi cama y tenía que estar despierta a la 6 am para llegar impecable y puntual a mi destino, una buena impresión siempre contaba, Paul me había dado muchas recomendaciones y tenía toda su confianza puesta en mí.Desperté incluso antes de que mi alarma sonará por el miedo a quedarme dormida o no escucharla, tomé un baño, un desayuno ligero y me percaté de algo muy importante: tendría que manejar. Había estado tan ocupada pensando en que debería saber sus nombres para esta entrevista, que ni siquiera pensé en cómo iba a llegar a mi destino, era un desastre.
Tomé las llaves y abrí la cochera, me quedé frente al auto al menos 10 minutos tratando de calmarme y mentalizándome para hacerlo, ¿debería pedirle a Diane que pasará por mí? No, Paul dijo que no podía decirle a nadie, además ella debía seguir dormida, pensé en la posibilidad de llamar a un taxi. Quizá un Uber era la mejor opción que tenía, pero algo me decía que tenía que hacerlo, habían pasado años desde la muerte de papá, quizá era hora de tomar el volante de nuevo.
Subí al auto y tuve que respirar tan profundo que dolía, no había marcha atrás, encendí el auto y algo dentro de mi estómago se removió, recé para que mi desayuno se quedará en su lugar, puse música para relajarme un poco y avancé.
La mitad del trayecto estuve tan tensa que no había notado lo aferrada que estaba al volante, empecé a relajarme y llegué ahí en menos de lo que esperaba, me estacioné no muy lejos de la puerta de acceso y me dirigí al piso donde serían las entrevistas, curiosamente estaba muy tranquila después de haber manejado y antes de mi entrevista para ser la fisioterapeuta de BTS.Llegué al lugar y una chica se acercó a pedirme que tomara asiento, había aproximadamente 20 personas en el lugar además de la chica que había hablado conmigo antes, después de todo no era una broma como creía, tomé asiento y esperé.
-Buen día a todos, espero que se encuentren bien. Me alegra que se hayan tomado el tiempo para esta audición. -dijo un señor alto de traje negro. ¿en serio había dicho audición? qué fastidio-. Cada uno tendrá 20 minutos para responder unas preguntas que el equipo tiene preparadas para ustedes, estará el líder de la banda y dará su opinión, solamente 5 de ustedes pasarán para una segunda entrevista que será diferente a esta, por favor entreguen sus CV a mi asistente, éxito a todos.
El sujeto hizo una reverencia, dio media vuelta y se fue por dónde había llegado, parecía un robot, esperaba que los miembros no fueran así.
Yo era la número 16, y apenas habían pasado 4 personas, sentía que llevaba una eternidad ahí, ¿Por qué no solo me citaron a la hora de mi entrevista? Podría haber dormido un poco más, si Diane estuviera aquí sería diferente y seguro que me estaría regañando por quejarme tanto, podía oír su voz en mi mente "Ya deja de quejarte, tienes la oportunidad que muchos desearían", sí y seguramente tendría razón, como siempre.
Llamaron a la chica número 15, solo faltaban 20 minutos para mí entrevista y podría irme, tenía el resto del día libre, Paul no quiso contarle a nadie, así que pactamos decir que estaba en mi periodo con cólicos y que no podría ir, honestamente era una excusa estúpida, todos sabían que jamás faltaría al trabajo por cólicos, pero él estaba convencido de que era la mejor excusa, de repente ví a la chica de mi izquierda, estaba temblando, la miré y en cuanto ella lo notó me bombardeó de preguntas.
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Sweet Night - Kim Taehyung
Fanfiction«We were ships in the night» Algunas veces, cuando tu corazón late tan rápido te preguntas si es demasiado bueno para ser verdad. Esta es la historia de Valerie, una fisioterapeuta que vive en New York, amante de seguir las reglas al pie de la letra...