Rerise | Postapocaliptico |

Capitulo 8: Supermercado

El contenedor se empezó a sacudir bruscamente. De repente por la parte de abajo del mismo las garras del animal atraviesan el metal, por suerte no da a nadie ya que cada uno se colocó en un lado del contenedor.

Después de un par de minutos que parecieron horas de sacudidas el oso deja el contenedor en el suelo y se larga cansado.

-Quedémonos aquí un poco no vaya a ser que siga por aquí cerca... - Dice Fautin con la voz algo alterada por el miedo.

Asiento temblando.

Nos quedamos ahí en silencio durante unos diez minutos. Decidimos salir.

-Bueno continuemos. -Dice Faustin colgándose bien la mochila.

El sol empezaba a salir, dando a las nubes y al cielo un asquerosos tono naranja debido a la radiación.

Llevábamos bastantes horas desde que salimos del hotel y la zona segura y yo no había dormido nada y empezaba a tener sueño. Faustin se percata de esto y añade:

-Aguanta un poco mas.

Después de un par de horas mas andando llegamos al supermercado.

Faustin abre las puertas y con la mano derecha levanta la tec9, yo le sigo atenta a todo, en guardia.

Por el camino de la entrada había cuerpos quemados. Irradiaban un olor moribundo a muerte.

-Ew – Me tapo la nariz con la manga – Dios que asco.

-Normal que huelan mal, llevan aquí bastante tiempo, ademas con la calor huelen aún peor – Me dice Faustin a modo de vago consuelo.

Faustin se asoma por un pasillo:

-Ok, por aquí esta. Sígueme – Dice no muy alto yendo por el pasillo. -Ve cogiendo el detergente. - Dice mientras va a la zona de carritos que había al lado y coge uno. -Ve metiéndolos aquí.

Yo hago lo que me dice. Mientras yo voy metiendo el detergente Faustin mete el blanqueador.

-Vale, ¿algo más?

-Pues podríamos coger la cerveza y wiskey que haya y así no gastamos balas comprándolo allí.

-También, buena idea. Vamos.

Después de un par de minutos deambulando por los pasillos encontramos el de los licores, meto unas 3 cajas de botellínes de cerveza, habrían unas 18 cervezas en total, y Faustin mete dos botella de wiskey común.

-Vale, ahora a cumplir mi sueño de adolescencia de robarme un carrito de supermercado – Dice entre risas.

-Cumpliendo sueños estúpidos en pleno apocalipsis, me apunto. -Bromeo.

Me meto en el carrito, Slipper sube también y se sienta en mis muslos. Faustin se pone a "conducir" el carrito, ambos nos estábamos riendo.

-oh... - Dice Faustin al ver que Slipper estaba dentro del carrito- Dicen que los perros son como los dueños, asumiré que los zorros también y eres un puto vago.

Me rio a carcajadas.

Después de una hora casi, yendo por la vida con un carrito de supermercado cargado de alcohol y productos para hacer gasolina mientras hablamos de estupideces dice Faustin señalando al hotel que ya se podía ver en la distancia:

-¡Ahí esta el hotel!, ¿Lo ves?

Rio y contesto energéticamente que si.

Faustin corre empujando el carrito.

Llegamos a las grandes puertas de metal que estaban cerradas.

-¡Hey abran! ¡Somos los nuevos, Faustin y Beatrice! -Dice Faustin.

No había respuesta.

-Bet, ¿conoces a alguien de dentro?, no se me dan bien los nombres.

- Ehh, sabes que yo tampoco soy la mejor en recordar nombres..... ah, espera conocemos a JJ

-¡Bien! - Grita de nuevo hacia la puerta - ¡somos amigos de JJ!
Luego de un par de segundos la puerta se abre creando un estruendo metálico debido al oxido de los engranajes.

Entramos sonriendo y cansados, tenia unas ganas increíbles de echarme a una cama a dormir.