Una mujer diferente y divertida llega sorpresivamente para poner patas arriba la vida de Maria, una cantante exitosa que vive por y para su trabajo. Ella no busca el amor, pero el amor la encuentra ella.
Julia escuchó el sonido de su teléfono a lo lejos y se despertó sobresaltada. A su lado, Maria dormia boca abajo con su espalda desnuda, no dudo en acariciarle el pelo y le beso el hombro muy despacio, intentando no despertarla. Se levantó de la cama, se puso la camisa de Maria y fue a buscar el telefono, tenia mensajes y llamadas de Kiki y su hijo, vio la hora y se agarró la cabeza, eran casi las tres de la tarde, habia quedado en buscar un departamento con Lorenzo para mudarse y era tardísimo. Se vistió tan rapido como pudo y buscó una lapicera y papel, le dejo una nota sobre la mesa donde estaban los platos de su cena y se fue. Maria se despertó un rato mas tarde, giró no encontrando a Julia a su lado, suspiró y miro alrededor.. se sentó y salio de la cama poniendose una bata. Llamó al room sevicie y pidio un desayuno completo, encontró en la mesa la nota de Julia "Todo es tan bonito, tan sincero... como la fiesta de San Juan. Gracias, Maria, me hiciste feliz"
Maria sonrió, Julia habia citado una frase de una canción que ella solia cantar. Miró el papel con nostalgia, lo habia pasado tan bien, Julia habia logrado que sienta que podia pasar una vida al lado de alguien. Se sentía dichosa. Guardó la nota en su cartera, no iba a perderla.
Por la tarde salio a caminar un poco, con ropas blancas como siempre, un rodete y su cartera colgando del hombro, entro a algunas tiendas para ver cosas, terminó en una libreria y se compró dos libros, amaba leer mas que nada en el mundo. Salio de ahi y sonó su celular, número privado, no solia atender pero esta vez tomó la llamada, quizas era por trabajo. —Si?— Respondio —Soy yo— dijo Julia sonriendo, se notaba en su voz que sonreía, Maria conoció su voz enseguida. —¿Que haces?— le preguntó sonriendo —Te estoy viendo —¿Donde?— miro alrededor buscándola y Julia la saludó con la mano y vio a Maria acercarce y cruzar la calle para ir hasta ella. Ambas guardaron los telefonos y se agarraron las manos mirandose a los ojos con esa intimidad que les aflojaba las piernas, se dieron un beso en la mejilla, cerca de la comisura de los labios y se abrazaron —¿Vamos a tomar algo? —Bueno.. ¿pero como me encontraste aca? —Estaba volviendo a tu hotel a buscarte... Perdon que me fui asi sin mas, Lorenzo queria buscar un departamento hoy.. llegué a su casa, estaba enojado asi que no fuimos a ningun lado —Lo siento —No importa... ya se la va a pasar, lo puedo buscar sola al departamento —Ah, ¿es para vos? Te vas a mudar aca.. —Es para no molestarlo cada vez que vengo por trabajo, ya esta grande y le invado el espacio —Ya veo.. ¿y Kiki? —Se fue a ver a un hermano que vive aca Entraron en un bar y se sentaron en un rincon cerca de una ventana, pidieron dos cafés y Maria apoyo el codo en la mesa para descansar su menton en su mano, la miro mientras Julia le relataba sobre la idea de abrir una tienda aca y como seria, le encantaba escucharla tan apasionada por su trabajo, eran muy parecidas. Julia se detuvo súbitamente y la miró sonriendo —¿Que pasa?— le preguntó Maria oculta detras de sus manos entrelazadas delante de su cara, la mirada intensa de Maria traspasaba todo, la cautivaba. —Nada... —Vamos, Julia, decime que pasa.. — insistio —Es que sos demasiado hermosa, Maria— le dijo y Maria se ruborizo, ocultando su vergüenza detras de una risa incrédula. —Ponete tus gafas —Las tengo puestas— le dijo tocandose la cara y acomodandose sus gafas de marco negro que usaba siempre, Julia no era ella sin sus gafas, su look un poco nerd, un poco fashionista la definia completamente. —Ah, cierto— dijo Maria sonriendo y le acarició la mano que ahora rodeaba su taza de café, haciendola estremecer ante ese simple contacto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El tiempo pasaba rapido estando juntas, entre tanta charla y disfrute... pero al otro día Maria se iba camino a Recife y Salvador de Bahia luego, seguia su tour y no volvería a Rio hasta dentro de dos semanas y tenia que preparar sus cosas que ahora tenia hecha un desastre su suite en el hotel. —¿Qué haces esta noche?— le preguntó Maria mientras caminaban camino hacia su hotel despues de haber tomado el café y hablado por horas, todavia le quedaban ganas de pasar mas tiempo con ella a pesar de rodo. —Tengo que buscar a Kiki para ir a cenar... —Ah, bien.. —¿Por que? —Por nada... Julia se dio cuenta que no le queria decir que pasaba, pero no iba a presionarla porque quizas Maria reaccionaria mal —¿Necesitas ayuda con algo? —No, tengo todo— le dijo cuando llegaron al hotel —disfruten la cena..— le dijo y le dio un beso en la mejilla —Nos vemos pronto —Suerte con la gira... disfrutala mucho —Gracias, Julia Maria entro al hotel y desapareció ahi dentro... era la despedida definitiva, sin saber que sucederia al regreso de Maria a Rio... Julia estaba insegura de si esto seguiria o no, pero podia apostar su vida a que si. Tomó el riesgo de adentrarse en el hotel, a pesar de que Maria no la habia invitado, corrió hasta el elevador, pero Maria ya no estaba, subio al ascensor vacío, al llegar a su piso la vio justo removiendo dentro de su cartera para encontrar a tarjeta para abrir la puerta de su suite, Julia apuró el paso y Maria al escuchar pasos miró hacia el lado del elevador, se le iluminaron los ojos al verla —¿Qu...que...? —Creí que nos debíamos un beso de despedida— le dijo con la espontaneidad de siempre y era verdad —¿no te parece?— le preguntó y Maria notó que buscaba su aprobacion para dar el paso —Si...— le dijo agarrando su mano y Julia se acercó para besarla, Maria pegó su espalda a la pared y Julia pegó su cuerpo al de ella, solamente rompieron el beso para tomar una bocanada de aire, dejando sus labios casi pegados mientras recuperaban su ritmo normal de respiración, sonrieron y se abrazaron. —Te espero en Rio, Maria...— le dijo Julia —Nos vemos pronto... cuidate —Cuidate mucho, Maria —Lo haré, cariño— le dijo, desarmandola, Julia le robó un ultimo beso antes de irse por el pasillo al ascensor, se giró para mirar a Maria, Julia le tiró un beso y Maria rió apoyando su mano en su pecho, sobre su corazón, esto que crecía y comenzaba a florecer parecia mucho mas de lo que hubiera imaginado...
