Capítulo 16

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Maria habia trabajado intensamente en el estudio por varias semanas, grabando el nuevo disco con as canciones de su ultimo show.. y ya hacia mucho que no estaba en su casa de las afueras de la ciudad, queria disfrutar el aire libre. Julia estaba a punto de lanzar su nueva coleccion con desfile incluido, pero Maria casi que la obligó a que venga a quedarse el fin de semana a descansar con ella, diciéndole que un poco de descanso no le vendria mal. Y era verdad.
La paso a buscar y condujo hasta la casa, llegó y bajó con su cartera y unas bolsas con cosas y comida, Julia traia su cartera y una percha con ropa que debia llevarle a una actriz para un evento en la otra mano, entraron y Julia fue directo arriba a dejar sus cosas, Maria dejo las bolsas en la cocina y la vio aparecer a Ana con su pelo suelto, un poco mas corto, algo que no creia posible, tenia gafas y parecia otra.
-Anita querida- le dijo sonriendo y se abrazaron.
-Hola Memi- era la unica que la llamaba asi, que Julia supiera y todavía era chocante, a Julia la sorprendió escuchar ese apodo ya que no lo conocia.
-Estas...distinta
-Me corte un poco el pelo
-El pelo, las gafas.. estas hermosa- le dijo y la abrazó -¿como te esta yendo en la univesidad? No viniste nunca a casa...
-No quiero molestar... pero bien.... estoy muy contenta
-Me alegro mucho cariño.. te traje esto- le dijo dándole una bolsa de una librería, Ana sonrió y sacó un libro
-Hola Ana- dijo Julia, quien se habia quedado detras de ella y al verla de frente cuando ésta giró, se quedó bastante en shock, si normalmente era hermosa, ahora mucho mas
-Hola Julia, que tal está?
-Por favor, tuteame, Ana, me haces sentir vieja
Ana rió con vergüenza y asintió
-Que hermosas esas gafas- le dijo sonriendo y Ana se ruborizo
-Ana empezó la universidad, Julia
-¡Que bien!- dijo y tuvo una mirada complice con Maria, era obvio que le habia inculcado el amor y la pasion por la literatura, no concebia a Maria sin un libro en la mano
-Me alegra muchisimo, Ana.. sabes que si necesitas algun lugar para quedarte mas cerca podes venir a casa cuando quieras- le dijo Julia
-Gracias- sonrió y se puso a guardar las cosas que Maria habia traido, cuando terminó, salió de la cocina llevandose el libro al pecho feliz
-Que lo disfrutes tanto como yo- le dijo Maria sonriendo
-Gracias.. así será
Julia habia salido al jardín, tomó una bocanada de aire y Maria aparecio detras de ella
-Que bueno que no hace tanto calor
-Si..- le dijo Julia y le agarró la mano para ir a dar una vuelta por el jardin, como siempre que venian, Rita la golden retriever las seguía por detrás
-¿Por que estas tan seria?- le preguntó Maria, que normalmente no era asi
-Me gustaria preguntarte algo, Maria.. si no te molesta
-¿Que mi amor?
-¿No te parece que confundis un poco las cosas con Ana?
-¿Que queres decir?- le pregunto extrañada
-Que Ana "trabaja" para vos pero la tratas como alguien de tu familia.. hay algo que esta mal ahi..
-No veo nada malo, le tengo mucho cariño.. la conozco hace mucho y Ana fue una gran compañía para mi en muchos momentos, las dos supimos acompañarnos...
-Pero ella trabaja para vos.. ¿O no?
-Lo unico que hace es controlar que todo este bien en la casa y me ayuda a tener todo ordenado con los empleados..
-¿Entonces eso no es trabajar? ¿No te parece que tu relacion deberia ser otra?
-No se que decis, Julia.. siempre fue igual.. no entiendo a que queres llegar con esto
-La tratas casi como una hija..
-No veo nada de malo en eso.. yo no tengo hijos y la aprecio mucho.
-¿No te parece que tenes que hablar con ella y explicarle como son las cosas?
-Explicarle que? Me estas diciendo que deje de hacerle regalos y que la trate mas friamente? No soy asi, Julia.
-No, Maria... No digo eso...
Maria no queria reconocer lo que Julia le estaba diciendo, pero a decir verdad, la relacion de ella con Ana habia pasado a ser la de madre e hija hacia un largo tiempo ya.
-Ela tiene una madre
-¿Donde? Esta muerta, eso me dijiste la primera vez que vine... Maria, lo que vos tenes es miedo, y no puede ser asi
-No tengo miedo
-Toda tu vida dejaste a un lado el ser madre pero hace diez años tenes a esta chica bajo tu ala, como si fuera una hija, sin embargo no tenes el coraje de sentarte a hablar con ella y reemplazas todo el cariño que podrias darle con pagarle una universidad, darle gustos, y mas.. porque vive casi con los mismos lujos que vos.. ¿O estoy equivocada? Sé que reprimis mucho de vos porque no sabés como manejarte
Maria se relajó contra una pared, suspiró, se sentia abrumada, se agarró la frente después caminó alrededor de un árbol, Rita ladró al notarla rara
-Estoy bien, Rita.. no pasa nada- le dijo acariciándola
-Perdon.. perdoname.. soy muy bruta a veces- le dijo Julia y la abrazó -solo quiero verte feliz, y siento que estas añorando algo que no tenes por falta de coraje, porque lo tenes ahí, frente a tus ojos
-Estoy bien.. es que es complicado...

Maria medito todo el dia lo que Julia le dijo, tenia razon y ella a sus sesenta y ocho años no tenia nada que perder, jamás se habia acobardado.
Ana estuvo practicamente todo el dia encerrada en su cuarto estudiando, aprovechaba que Maria estaba entretenida con Julia para hacer sus cosas, sabia que si la necesitaba para algo, la buscaria, aunque ahora teniendo a Julia, no la necesitaba. ¿Estaba celosa? Un poco.
Unas amigas la invitaron a tomar algo a la tardecita, se habia duchado y estaba lista para irse, bajó las escaleras con una cartera cruzada, zapatillas, short de jean y una remera negra ajustada, mientras se recogia su pelo en una cola, al levantar los brazos, se le levantó la remera, Maria que estaba sentada en el sofá, fruncio el ceño al notar el tattoo que nunca antes habia visto en la panza de Ana.
-¿Te vas, Ana?- preguntó Julia curiosa
-Si, con unas amigas
-Cuidate, corazón- Julia la trataba con amabilidad, era logico que le agradaba la chica que parecia buena.
-Si.. no se si vuelvo a dormir, Maria
-¿Como?!- Maria
-Quizas me quedo en a casa de alguna de ellas, asi mañama vamos a la playa..
-¿Y aca quien me ayuda?
-Yo, Maria.. ¿Para que estoy aca?- le dijo Julia quitandole drama al momento
-Gracias Julia- dijo Ana
-Julia no vino a ayudarme- sentenció Maria seriamente
-Tenes razon- le dijo Ana y se fue cabizbaja, nunca Maria le habia prohibido una salida, en los primeros años habia sido cuidadosa pues ella tenia a penas veintiún años, casi veintidós cuando habia llegado a esta casa. Ahora con treinta años, no era momento.

Al dia siguiente se desperto tarde, porque había vuelto a la madrugada, se preparó un jugo y se asomo al patio de la casa, escuchaba risas, eran Julia y Maria que estaban almorzando con Lorenzo, subio las escaleras y se metio en su cuarto, no iba a aparecer estando Lorenzo ahi, odió no estar con sus amigas.
Puso musica en su computadora y se tiro en la cama a leer. De repente abrieron la puerta haciendola asustarse
-Perdon.. perdon.. Estaba buscando el baño
-Es al lado- le dijo seria
-¿Como estas, Ana?- Lorenzo le preguntó verdaderamente interesado
-Bien, gracias- le dijo asomandose detras de su libro
-Estas leyendo Ferreira Gullar
-¿Conoces?
-Claro, tengo algunos de sus libros...
-No crei que leyeras esto
-Me encanta..- le dijo ella sonriendo ahora
-Me gustaria hablar de libros con vos
-No se mucho
-Maria me dijo que estas estudiando literatura, asi que mas que yo sabes seguro.. ¿por que no bajas un rato a disfrutar del sol y hablamos?

-No tengo ganas... tampoco quiero molestar
-No molestas, Ana.. sos practicamente de la familia
-A Maria si la molesta mi presencia..
Él no entendia por que habia dicho eso, al parecer algo habia entre ellas que no sabia, pero cuando fue abajo lo comentó para ver que decia Maria.
-Ana no quiso bajar
-¿Esta despierta?- le preguntó Maria
-Si, está leyendo, dice que no quiere molestar..
-Maria- le dijo Julia, como entendiendo de donde venia todo esto, Lorenzo la miro interrogandola pero Julia no dijo nada.
Maria subio a buscar a Ana, golpeo la puerta y abrio sin esperar respuesta
-Permiso- dijo y vio a Ana limpiandose las lagrimas que corrian por sus mejillas -¿Que pasa, Ana?
-Ah.. nada.. terminé de leer un libro
-¿Segura?
-Aja
-Cariño..
-¿Necesitas algo?
-no, queria saber como estabas, ya que no bajaste en todo el dia..
-estoy bien.. no bajé porque sabia que si me necesitabas, hubieras venido a buscarme
-no es por necesitarte o no, Ana.. podrias haber estado al sol un rato, hablar con Julia que pregunto por vos o Lorenzo
-yo solo queria estar al sol con mis amigas, nada mas, lamentablemente tuve que volver
Ana nunca le habia hablado asi, estaba completamente dolida.
-Te hubieras quedado
-para que?! Ayer me dijiste que yo era necesaria aca, y no, siquiera es verdad, desde que estan Julia y Lorenzo, ni siquiera hablamos de nada. Pero no te preocupes, Maria, mi lugar es este y estoy agradecida
-no es verdad, Ana
-como digas..
-¿Como diga? ¿Asi vas a hablarme?
-Andate entonces, Maria.. quiero estar sola
-siento molestarte.. y perdon si me equivoqué..
Maria no iba a reconocer delante de ella que le daba miedo cuando salia hasta tarde, que no sabia donde estaba, y que ahora le dolía mucho lo que le decia, la queria como a una hija y estaba aterrorizada de que esto signifique que estaba perdiendola.

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