La hija de Endeavor, Hanabi, porta un quirk problemático: conserva y roba la energía vital de otras personas, para transformarlas en juegos pirotécnicos explosivos.
Sin embargo, su cuerpo es incapaz de retener la energía de otros, y producto de sus...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando Hanabi arribó al hospital, luego de su reciente rescate, los hermanos Todoroki fueron los primeros en llegar a su encuentro. No podían esperar ni un segundo más para verla. Los últimos días pasados, habían estado cargados de incertidumbre acerca de su estado y paradero.
Los tres sobrellevaron la situación de manera distinta. Para empezar, Fuyumi se esforzó hasta el último momento en permanecer con una actitud positiva, insistiendo en que debían confiar en la fortaleza de Hanabi y en su terquedad. Como toda hermana mayor, sabía que su tarea era la de contener a su familia, como lo hacía una madre.
''Bibi volverá, no tengo duda de ello. Natsu, tenemos que mantenernos cuerdos, nuestro padre se encargará de esto''.
Natsuo por su parte, y como es natural en un hermano sobreprotector, no pudo mantener la calma durante su pérdida.
''Ese tipo no ha hecho nada por ella en 17 años... ¿Y quieres que me mantenga cuerdo? ¡¿Esperas que me quede tranquilo mientras mi hermana está siendo torturada por unos sucios villanos?!''.
Entre medio de ellos, siempre estuvo Shoto sin saber qué lado tomar. ¿Estaba bien desesperarse y actuar por su propia cuenta?, ¿aún sin contar con una licencia de héroe?, ¿o realmente tenía que confiar en la fortaleza de su hermana mayor?
Nunca lo supo hasta ese día, en que reunidos frente al doctor que llevaba su caso, fueron informados de lo que se encontrarían al entrar en esa sala de hospital.
—Fue rescatada con buenos signos vitales, sin embargo, está bastante herida. En particular, se aprecian quemaduras en su rostro y antebrazo, una perforación en el abdomen y algunos hematomas, que son signos de maltrato.
—... Joder, por favor, déjeme entrar ya... —el médico contuvo al joven de cabello blanco que quiso adelantarse.
—Eso no es todo... hay algo muy importante que debo advertiros acerca de la paciente.
Shoto había comprendido, un poco antes, que algo iba mal. El médico bloqueaba la entrada, pero a sus espaldas la puerta estaba abierta, y a través de ella podía observar el cabello rojo de su hermana caer por sus hombros.
Le causaba alivio volver a verla, sin embargo, inquietaba el hecho de que no se movía siquiera un centímetro, aún cuando estaba sentada sobre la camilla, lo cual daba cuenta de que estaba despierta.
Hanabi en su estado normal, y eso lo sabía, estaría gritándoles para que no se preocuparan por ella.
—La joven está sumida en un estado de hipnosis crítico. No puede moverse, hablar, ni expresar emociones...
—... ¿A qué se refiere con hipnosis...? —Fuyumi fue la primera que pudo reaccionar ante aquella cruda noticia.
—Tal parece que reacciona ante las órdenes de las personas, pero por sí sola, no puede moverse. Esto parece tratarse de un quirk de control mental.
