La hija de Endeavor, Hanabi, porta un quirk problemático: conserva y roba la energía vital de otras personas, para transformarlas en juegos pirotécnicos explosivos.
Sin embargo, su cuerpo es incapaz de retener la energía de otros, y producto de sus...
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AMAJIKI TAMAKI
''¿Todos pueden darle órdenes?, joder...''
Desperté en el edificio de la agencia de Endeavor, recostando la cabeza en una almohada, después de haberme desmayado. Todo había pasado demasiado rápido. A mi lado estaba Twinge junto con Mirio, los cuales esperaban ansiosos porque abriera los ojos. Me levanté rápidamente pensando en una sola cosa.
—E- ¿Era un sueño? —reaccioné incrédulo, pensando en lo último que habían apreciado mis ojos.
—¡No lo fue! ¡Es verdad, es verdad Tamaki! —se adelantó Mirio intentando calmarme—, hemos recuperado a Hana-chan con éxito.
Aunque parecía difícil de creer, todo había pasado en realidad. Habíamos recuperado a Hanabi y, además, habíamos capturado a Dabi.
—Ella... Ella está herida, debo ir-
—Suneater, relájate —me obligó a guardar la calma—, Todoroki-san está bien, está en el hospital tratando sus heridas. Además, están practicándole exámenes neuronales.
—Oye Tamaki —rió Mirio al verme alterado—, no vayas a desmayarte otra vez. La última vez que te desmayaste de los nervios fue durante nuestro último festival deportivo de la U.A.
Ni siquiera recuerdo por qué me había desmayado el día de hoy.
Pero de pronto, la imagen de Hanabi atacando al resto, incluido yo, volvió a mi cabeza.
—Ella no es así... —pronuncié tembloroso, percibiendo que mi mano izquierda estaba vendada, entablillada y que al solo moverla, me dolía.
—Claro que no, Hana-chan ha sido hipnotizada.
Giré mi cabeza hacia Mirio luego de oír aquella información.
—¿Recuerdas al hombre que encontraron incrustado en el techo de la U.S.J, durante la graduación? —preguntó Twinge llamando mi atención—. ¡Aquel que tenía el quirk de paralizar a las personas!
No lo iba a olvidar, fui yo quien lo embistió para que terminara en ese sitio.
—Ese hombre dijo, luego de ser capturado, que uno de los villanos lo había sometido con su don. Trataba de un don de clase psíquico, que lo mantuvo inmóvil durante muchos días. Las únicas veces que su cuerpo se movía, era en virtud de la orden verbal de otra persona.
La observé asustado, porque entendía hacia dónde iba. Quizá, era exactamente lo que habían hecho con Hanabi.
—No partas por la peor parte, Rachel-san —sonrió Mirio familiarmente—, no vaya a ser que se vuelva a desmayar.
Mirio me conocía de sobra. Ante aquel alcance, Twinge cubrió su boca mirándome asustada.
—Ese hombre ahora está despierto. Volvió a su estado inicial, y puede moverse y hablar como una persona normal —sonrió mi blondo amigo.
