3. Bienvenida

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Savanna:

Una pistola eléctrica. 

¿Es en serio?

—No puedes tener un arma si ya no eres policía.—Me dice Abraham al ver mi rostro descontento.

Suspiro.—Me siento más segura si llevo un arma.

Abraham encoge los hombros.—Sabras manejarlo, Savanna.

Me giro hacia el espejo que hay en su mismo despacho, al lado de la puerta y supongo que le encanta verse reflejado en el o en todo caso, verse con todos los billetes que le llegan cada noche.

Pero .. ¿Qué hay con mi atuendo?

Pense que al ser un club de Strippers y yo ahora trabajar en él, llevaría un atuendo más ¿Sexy?

Pero lo que he terminado usando es un uniforme, no como mi traje de ex policía, pero si es bastante parecido, una blusa larga, con mi nombre a la altura de mi seno izquierdo y aunque los pantalones me ajustan, sin embargo debo decir que me veo bien en ellos.

Mi trasero se ve bien en ellos.

—Deja de mirarte el culo y ve a ubicarte.

—Si.. lo siento.

Abraham se ríe.

—Y Savanna.

Me detengo, me giro de regreso a él.

—Buena suerte en tu primer día.

Sonrio despacio.—Gracias.




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Al final le he dado mi propio toque a mi ropa de trabajo, ya que llevo un camiseta de tirantes color verde oscuro por dentro, me he desabrochado los botones dejado abierto la camisa, también he subido las mangas hasta los codos y he sujetado mi cabello en un moño.

El lugar, cuantas más mujeres entran, el calor es más intenso y mucho más del que emana en el escenario.

—¿Savanna, no?

Me giro hacia el chico rubio que acaba de colocarse junto a mí, justo en la entrada.

—Eres la nueva vigilante, mucho gusto.—Me ofrece la mano.—Soy tu compañero, Ezra.

Sonrio y acepto ese apretón.

—Mucho gusto.

Rompo el apretón.

—¿Y dime..? ¿Hay muchos problemas seguidos por aquí?

—No realmente, solo cuando hay un ex celoso o un novio que no esté de acuerdo con la despedida de soltera de su futura esposa.

Greek Gods: La condición de ErosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora