Capitulo 10

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Dylan
Estoy tan cómodo que no quiero despertar, lo último que recuerdo es la última vez que me torturaron en ese horrible calabozo, ¿Habré muerto? No lo sé pero si he muerto he ido al cielo, estoy tan bien, siento tanta paz, abro los ojos poco a poco, al principio los tengo que cerrar de nuevo por qué hay mucha luz, confirmado he muerto, cuando ya me adapto al cambio de luz, y puedo ver bien me doy cuenta de que hay algo grande debajo mia, bajo la mirada y veo a Phoenix abrazada a mí, me acurrucó con ella y la miró fijamente, mis ojos bajan a sus labios y me relamo los míos me voy acercando a ella poco a poco y cuando estamos a centímetros.

- ¡¿Que haces!?. Grita mi Phoenix, pero no tengo ganas de hablar, y me acurrucó aún más a ella sujetándole de la cintura y metiendo mi cabeza en su cuello olisqueandola.

- ¿Q-Que ha-haces?. Dice tartamudeando, yo solo la estrujó más contra mi.

Ella me empuja, y empieza a gritar y replicar me pero yo ni me inmutó.

- Me voy. Y despierto

-No. Suplico

- yo me tengo que ir. Dice nerviosa intento ir para ella, pero algo me lo impide, unas cadenas.

Las rompo y la persigo ya que ella había empezado a correr, olfateé pero ella había escondido su olor, corrí más fuerte, prometiendo a la diosa luna que la encontraría, y la haría mia, la marcaría, y estaría con ella para siempre.

Por que ella es mía, y la amo.

Zercán
Dios mío debía de encontrar a Phoenix o moriría, mi padre me mataría, estaba corriendo por todo el bosque a ver si la encontraba, pero de repente me choqué contra algo y esa cosa y yo rodamos, porque para mí mala suerte estábamos rodando hacia bajo por un barranco, chocamos contra una roca y dejamos de rodar, me dolía la cabeza como los mil infiernos, mire la cosa con la que había chocado, que estaba encima mío, en cuanto sus ojos chocaron con los míos me quedé inmóvil, perdiendome en sus hermosos ojos grises, parecía que no pasaba el tiempo no podía apartar mi mirada de ella, de Phoenix.

Pero como nada duraba eternamente, excepto mi belleza, ella se apartó toda colorada, y intento irse corriendo pero como estaba tan nerviosa se tropezó con una roca y calló.

Yo aún atontado la cogí de la cintura y la levanté, estábamos a centímetros, mire sus labios, y me acerque más hasta que estábamos a punto de rozar nuestros labios pero de repente un pájaro se cago en mi cabeza y ella despertó del trance en el que ese encontraba y salió corriendo pero se chocó contra alguien, un chico.

Cassandra
Mierda, Dylan se había escapado de los calabozos, mi plan se estaba derrumbando en mi cara, exasperada di un puñetazo al escritorio, sentí como mi mate me daba besos en la cabeza y me intentaba tranquilizar.

- tranquila bebe, ya verás como lo solucionaremos. Dijo mi mate mientras besaba el cuello y me acariciaba el pelo.

- Lo peor es que no se cómo joder a Phoenix, necesito que sufra mi amor. Le digo a mi hermoso mate.

- Tranquila bebe ella sufrirá y yo te ayudaré por qué te amo. Le dijo al oído, besándole.

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Lo siento por no publicar antes 🥺.

Este capítulo es muy corto pero prometo que el siguiente lo haré más largo.


tu rechazo, será tu Propia  perdicionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora