Ser libre (Draco Malfoy y tu)

Epílogo

(Tu)

-¡Te extrañaremos mamá!- dijeron mis pequeños y pensar que hace 11 años los tenía en mis brazos cuando eran unos pequeños angelitos. Mis mellizos Scorpius Hyperion Malfoy, idéntico a su padre y mi hija Elizabeth Carrie Malfoy, que es igual a mí. Ambos son lo mejor que me ha pasado en la vida y no puedo evitar estar mas feliz por ello.

-¿Y no hay una despedida para su padre?- dijo el celoso de mi esposo con su sonrisa arrogante. Los niños fueron a abrazarlo y pude ver como esta escena me conmovía el corazón, ellos son lo mejor que pude haber pedido y nadie cambiaría eso. 

Con respecto a mis amigos todavía los sigo viendo, Harry tuvo tres hijos con Ginny y Hermione y Ron tuvieron dos pequeños. Nuestros hijos se criaron prácticamente juntos y somos como una gran familia, claro que de vez en cuando las rivalidad infantil del pelinegro y Draco florecía en algún momento pero era un momento mas gracioso que algo malo para recordar.

Los chicos se habían vuelvo muy unidos entre ellos pero en particular Scorpius se había vuelto el mejor amigo de Albus y Lizzy completaba el trío de amigos, esos tres sin que eran unidos y me sentía muy feliz por ellos.

Scorpius era un niño adorablemente tierno y tímido, no pude evitar pensar que se parece mucho a Draco ya que Narcisa me contó que cuando él era niño era igual que mi pequeño y eso me llenaba de ternura. En cambio Lizzy tenía el carácter idéntico al mío, cuando se enojaba provocaba mucho miedo y mas si se metían con alguien de su familia o ser querido, era capaz de defender con uñas y dientes a todos y por eso Draco amaba a su princesa.

-Scorpius debes cuidar que ningún hombre quiera estar cerca de tu hermana...ella es una bebe para poder tener novio todavía así que tienes que cuidarla muy bien- yo negaba con la cabeza mientras sonreía, otra cosa en lo que eran iguales. Los dos hombres eran muy celosos cuando se trataban de nosotras dos.

El tren comenzó a dar señal de que los chicos debían subir. Despedí a mis hijos y se fueron con sus amigos a buscar un asiento para poder sentarse. Yo tomaba la mano de Draco y podía sentir cómo me daba un beso en la mejilla.

-Gracias por haberme hecho el hombre más feliz del mundo- dijo mientras me tomaba de la cintura.

-Gracias a ti por hacerme la mujer mas feliz Draco...- le di un pequeño beso y miré atentamente el tren y vi cómo nuestros hijos nos saludaban desde le vagón del tren. Con mi marido los saludamos mientras veíamos cómo poco a poco el tren se alejaba.

Ya que ahora a nuestros hijos les tocaba iniciar su nueva aventura en Hogwarts.

Fin... :)