But I am addicted to you

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Jihoon no dejaba de sonreír al ver a su amigo ir y venir como un niño emocionado al ver a todos los artista callejeros que estaban exponiendo su arte ya fuera en pintura, escultura o danza. De hecho el sueño de ambos siempre había sido ser artistas reconocidos, Jihoon con sus pinturas y Soonyoung con su danza.

—¿No has pensado intentarlo de nuevo?—pregunto Jihoon.

—¿Qué cosa?—el bajito lo miraba como si su pregunta hubiese sido las más obvia.—¿bailar? Jihoon sabes lo qué pasó y el porque ya no puedo hacerlo.

—Ya pasó mucho tiempo, tus heridas están más que curadas, aún puedo ver lo mucho que te gusta la danza, tus ojos brillan con solo ver a otro bailando.—Soonyoung evitaba ver a Jihoon.—pensé que ya habías superado eso.

—Lo supere.—respondió rápidamente Soonyoung.

—Entonces baila.—exclamó el bajito.

—Luego.—Soonyoung dio un par de pasos más adelante que Jihoon dando por terminada la conversación.

Soonyoung podría ser el mayor apoyo de Jihoon y su mayor confidente, pero no dejaba de lado que él mismo ocultaba todo aquello que lo hacía sufrir, siempre prefería mostrar una sonrisa a una cara triste aunque eso significara engañar a los demás. El baile era un tema que aun seguía lastimando a Soonyoung, años atrás había sufrido un aparatoso accidente mientras mostraba su talento para el baile, todos creían que no saldría e incluso la muerte había sido una posibilidad muy grande, pero había salido adelante, durante meses él fue a terapias de rehabilitación y todo parecía perfecto hasta que llegó el momento en que él tuvo que volver a bailar; se congeló al instante. Su pasión por el baile seguía ahí, pero ahora acompañada de un trauma que seguía sin superar completamente. Aquel tema era realmente algo delicado para Soonyoung y Jihoon pues ambos habían sufrido bastante en ese tiempo; Jihoon porque no quería perder a su mayor apoyo y Soonyoung porque sabía que no podría volver a bailar hasta que superara aquello.

—¿Debería comprarlo?—la atención de Jihoon regresó a Soonyoung sosteniendo un cuadro con una pintura rara.—necesito la opinión de un experto.

—Puedo pintarte algo mejor y no te cobraría nada.—dijo Jihoon mientras pasaba a un lado de su amigo quien sonreía.—deja eso Soonyoung.

Jihoon se movía entre las personas curiosas de aquella exposición en medio de la calle, aquello le recordaba mucho a sus inicios, él había sido descubierto en un lugar igual y por eso ahora era un poco más reconocido, su arte se vendía bien y hasta podía darse sus gustos, pero realmente él no consideraba que su trabajo fuera mejor que el de esas personas que aún no tenían la misma suerte que el, de hecho esperaba que jamás entraran a su mundo pues era totalmente diferente, ya no hacía lo que le gustaba cuando quería, ni podía pintar lo que realmente quería y los escándalos no lo dejaban en paz.

—¿Quieres ir a comer?—Jihoon escuchó la voz de Soonyoung.—o ¿buscamos algo por aquí?

—¿A caso tú vas a pagar?—bromeó Jihoon.

—Siempre pago yo.—respondió un indignado Soonyoung.—nunca me has invitado a comer.

—Te invitó a comer.—dijo el bajito haciendo sonreír a Soonyoung.—vamos aquí no hay nada bueno que ver.

Esta vez Jihoon era quien guiaba a Soonyoung entre las demás personas. Sus manos estaban entrelazadas y para ambos no era algo nuevo, pero aún así no podían evitar no sentirse emocionados cada vez que tenían la oportunidad de juntar sus manos.

—¿A dónde me llevarás?—Soonyoung sonreía.

—A un lugar barato y donde venden la peor
comida.—Jihoon sabía que con su amigo podía ser el, decir tales comentarios y no se molestaría.

—Me gusta la idea.—contestó un Soonyoung aún más feliz.

Soonyoung sabía bien que Jihoon quizás jamás aceptara sus sentimientos, pero eso no impedía que él siguiera a su lado e intentara de todo para hacerlo feliz. Durante años él había intentando borrar todo lo que sentía por su pequeño amigo, pero nadie lograba hacerlo tan enamorando como lo hacía Jihoon por lo cual solo acepto que siempre estaría detrás de él, como una sombra.

—¿Cómo se llama el lugar al que iremos?—pregunto Soonyoung en un intento por averiguar más a donde estaba siendo llevado.

—Lo sabrás cuando lleguemos.—respondió Jihoon viendo el camino.

Ni había ningún otro mejor plan que dejarse guiar por Lee Jihoon, toda su vida había sido así por lo cual Soonyoung jamás se sentía temeroso estando a su lado.

—Tendremos que caminar más rápido.—ordenó Jihoon jalando más a su amigo.—camina más rápido.

—¿Por qué no vamos en auto? Puedo llamar a mi chofer.—dijo Soonyoung mientras buscaba su celular en su saco.

—No seas flojo y camina.—Soonyoung se rindió ante las palabras de Jihoon.

Mientras corrían entre las personas sentía esa sensación de libertad, que eran las personas más felices del mundo esa tarde no había nada a que temerle, ni porque molestarse. Vivirían sin preocuparse, al menos hasta que se rompiera su pequeña y frágil burbuja de felicidad.

Art • SoonHoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora