Las noches ahora eran todo lo que Jihoon conocía. Su vida ahora era esperar hasta que dieran las doce y salir a buscar fiesta una vez más, pero no siempre regresaba solo a casa, siempre había algún pobre que buscaba tener algo de lo que a la mañana siguiente se arrepentirían. Todo esto sólo era para llamar la atención de Soonyoung o eso pensaba Jihoon pues con el pasar de las demás el empezó a disfrutar salir y conocer a otras personas, no había necesidad de pasar todo el proceso de conocer a alguien profundamente ni mucho menos terminar con el corazón roto, de hecho había más posibilidades de que terminara con una terrible resaca a un corazón roto.—¿Qué estas haciendo con tu vida?—preguntó DongYul mientras miraba a Jihoon tirado en uno de los sillones.—ya deberías estar trabajando en tu próxima exposición.—la mirada de DongYul se posó en el taller de Jihoon.—quiero creer que ya tienes algunas piezas listas.
—¿Por qué no lo miras por ti mismo?—contesto Jihoon esperando que lo dejara en paz.
Al abrir la puerta DongYul pudo ver todas las pinturas que Jihoon se había encargado de destruir día con día, ya no había rastro de aquellas piezas de arte a los cuales él representante estaba acostumbrado y sabía que aquello no era normal, algo debió afectar demasiado a su artista.
—¿Qué pasó?—cuestionó DongYul sabiendo que Jihoon jamás le diría.
—Es mi realidad.—respondió Jihoon con calma.—no soy el artista que todos creen, yo también siento, me canso y a veces solo quiero huir. No tienes idea de cuanto me arrepiento de haber dejado de mis pinturas salieran a luz, yo solo quería ser un chico normal.—aquel nudo en su garganta dolía así como cada parte de su ser, no era solo el estar perdiendo el amor que siempre había soñado tener sino también el recordar que había perdido lo que más quería en el mundo.—solo quería poderme quedar para siempre con Soonyoung y lo arruine, deje que esa versión de mi que tanto odio saliera y se llevara a la única persona que realmente alguna vez me quiso de verdad.
—¿Quieres que busquemos ayuda?—DongYul parecía realmente preocupado pues tenía esa mirada que solo un padre tiene al ver a su hijo cada vez más perdido.—buscaremos los mejores psicólogos, irás a terapia.—el más joven negaba.—¿no quieres?
Jihoon sabía que ir con aquellas personas expertas en problemas mentales solo ayudarían a recordarle lo que él ya sabía y en ese momento no necesitaba eso. Su único momento feliz era cuando estaba lejos de su casa, de fiesta, solo en esos momentos no tenía que pensar en sus problemas, ni siquiera tenía que pensar realmente.
—No quiero hacer nada, si mi final se acerca lo aceptaré.—aquellas palabras alarmaron a DongYul.—quizás el mundo estará mejor sin mi.
DongYul no podía ver como alguien como Jihoon perdía esperanza en su propia vida y mucho más allá de que él lo representara, lo quería de verdad, solo era un joven que había logrado su sueño y ahora estaba pasando por un muy mal momento. Debía buscar ayuda aunque Jihoon se negara.
—Tienes que quedarte en casa hoy.—Jihoon miro con disgusto a su representante.—no puedes seguir saliendo cada noche.
—¿Quien crees que eres para decirme que puedo o no hacer?—cuestionó el joven, no estaba humor para aquello.
—Tú amigo.—respondió DongYul recibiendo una sonrisa irónica de Jihoon.
—Yo no tengo amigos, así que no te confundas DongYul.—la vista de Jihoon estaba en el atardecer.—Solo trabajamos juntos, jamás podría tener alguien como tú de mi amigo.
—No se qué pasó para que tengas esta actitud, pero tú no eres así.—a pesar de lo que Jihoon dijera DongYul no iba a creerle puesto que sabía que lo decía por estaba dolido.—esta noche no saldrás.—sonrisa irónica por parte de Jihoon.—no me importa si tengo que dejarte encerrado.—el más joven jamás pensó que su representante tomaría sus llaves.
—No puedes hacerme esto.—ahora si la atención de Jihoon estaba en DongYul alternándose entre su rostro y las llaves.
—Es por tu bien, verás que dormir bien te ayudará a despejar tu mente y darte cuenta que te estás haciendo daño.—DongYul dio señales de salir de la casa de Jihoon.—mañana temprano vendré con apoyo.
—No lo hagas.—era tarde, DongYul había salió y lo había dejado encerrado. Estaba solo y aquello solo le volvía a recordar que no había nadie más que viera por el.
Aquel lugar parecía más amplio y vacio, siempre le había gustado su hogar porque era sencillo y no tenía demasiadas cosas, pero ahora que estaba solo sentía que hacían falta cosas. El único lugar donde se sentía comodo era su taller así que busco cualquier cosa para cubrirse y alguna almohada cómoda, sino podría salir aquella noche, no dejaría que el miedo le ganara y dormiría en su taller.
Dentro estaban sus pinturas rotas, pínceles y pinturas. Estando en medio de todo le daban ganas de crear algo, pero no quería ver lo que su corazón quería expresar pues ya lo conocía.
El gran silencio del lugar le dio miedo, durante días había huido de aquello porque no soportaba la idea de tener que vivir así para siempre.
—No debo pensar así.—dijo Jihoon mientras se arropaba y acomodaba la almohada.
Estando acostado solo una cosa pudo venir a su mente; Soonyoung, su sonrisa, sus ojos que eran lo más hermoso que jamás había visto, extrañaba su voz y sus chistes malos. Solo lo extrañaba a él y toda la paz que le daba.
Por primera vez en muchas noches Jihoon por fin estaba durmiendo bien y todo gracias a los recuerdos con su mejor amigo. Aún estando lejos le hacía bien.
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Art • SoonHoon
FanfictionSigues diciendo que soy libre de irme, pero soy adicto a ti.