1.23.1 | Vicisitudes

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     Maurice se acercó a Cyrus con cautela, éste último rascaba su sien izquierda con su lápiz de madera, aún sin comprender cómo resolver la problemática. El erizo se debatió en si continuar o marcharse, tomó una amplia bocanada de aire y prosiguió.

—Bunnie me dijo que te trajera esto, no fuiste ni a desayunar —explicó otorgándole uno de los dos emparedados envueltos en servilletas.

—Gracias —respondió risueño.

—¿Cómo te va? —Cuestionó saliendo al balcón con su almuerzo.

—Estoy algo ocupado con todo el asunto de los robians —el de púas azules se recargó en el barandal del voladizo, dio su primer bocado—. Muchos técnicos voluntarios del reino se han ofrecido a ayudarnos, hemos reparado los componentes de la mayoría de los robotizados —el león se levantó de su silla y caminó hasta Maurice—. Pero no sirve de nada que su cuerpo funcione si solo quiere atacarnos.

—¿No saben cómo solucionarlo aún?

—Ni siquiera tenemos un hilo del qué tirar —apoyó su peso en sus antebrazos puestos sobre la barandilla. Suspiró—. ¿Y tu hijo adoptado?

—¿Fuiste tú el que empezó esa broma?

—Solo era un chiste local entre Rotor y yo.

—Pues su chiste local escaló al punto de que el mismo servicio secreto se burla con ello —Cyrus ahogó una risa, Maurice le dio un mordisco a su comida—. Tails está en sus "cursos" con Rotor.

—El niño es un tremendo genio, ¿acaso lo has visto? Lee, escribe y hasta hace operaciones con fracciones a los dos años, a su edad yo seguía haciéndome pipí en la cama.

—No necesitaba saberlo.

—Estoy seguro que Miles sacaría mejores notas que tú.

—Una roca tendría mejores notas que yo.

     Los ojos de Maurice se atoraron en Geoffrey St. John, quien caminaba a lo largo de Knothole Village siendo acompañado por la princesa Sally.

—¿Es idea mía o aquí hay mucha tensión? —Interrogó Cyrus. El erizo evadió la cuestión dirigiendo su vista a su almuerzo— Esa era tu señal. Si quieres superar una ruptura lo mejor es no guardarse el dolor. Venga, sácalo —el de ojos verdes suspiró derrotado.

—No sé qué le vio a ese inútil, míralo, soy mil veces mejor.

—Pues-.

—Corro a velocidades inimaginables, piloto aviones, destruyo fábricas, salvo vidas. ¿Y escoge al tipo de la ballesta?

—Quizás ella-.

—Además soy más guapo que el Pepé Le Few ese.

—No creo que humillar a Geoffrey sea la mejor forma de superar que-.

Efecto DopplerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora