2.25 | Andanza subterránea

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   Mighty, Ray, Sonic y Tails llevaban dos días intentando rastrear a Eggman. Los avistamientos de badniks eran comunes en West Side Island, pero dar con su titiritero era mucho más complicado.

     El armadillo guiaba al grupo por un frondoso bosque. El derredor se hallaba húmedo, a consecuencia de las lluvias constantes. El único que podía darse el lujo de no manchar sus suelas de lodo era Tails, sin embargo, a los mosquitos no parecía importarles si éste podía volar.

     Sonic se limitaba a observar el sufrimiento del zorro, le sonreía burlón cada que Miles se daba un manotazo en alguna parte de su cuerpo.

—¿Saben por qué está aquí? —Intervino Mighty.

—Es el estereotipo de villano que quiere tener todo bajo su control. Simplemente cambia de ubicación para intentar no lidiar con Tails y yo —explicó el erizo.

—Creemos que está aquí por una leyenda de supuestas piedras mágicas —agregó Miles.

—¿Piedras mágicas? —Dijo Ray, entonando su cuestión.

—Sí, bueno... Algunos ancianos juegan al bingo, él intenta encontrar El Santo Grial, lo normal —bromeó restándole importancia.

     Ray y Mighty intercambiaron miradas, debatiendo en silencio si el nuevo par debería de saber toda la información. Finalmente, el armadillo dejó escapar un suspiro repleto de pesadez.

—Hay quienes dicen que son esmeraldas, otros se limitan a decirles piedras preciosas —discursó—. Hace miles de años, una civilización intentó prosperar utilizando su poder, pero no lo consiguieron y las piedras terminaron siendo esparcidas por todo el mundo.

—En el hipotético caso de que existieran ¿por qué Eggman las buscaría aquí? —Indagó Sonic.

—Hay diferentes versiones de los hechos, hay quienes dicen que podrían estar en cualquier parte del mundo, hay quienes afirman que los dioses las sellaron en el interior de la isla —anexó Ray.

—No se ofendan, pero no suena como una pista muy confiable como para comenzar a invadir una zona —soltó con confianza.

—La historia por sí sola no tiene sustento, pero ¿qué hay de la investigación de Eggman? —Enfatizó el zorro— Símbolos ocultos, sobretensiones eléctricas, rayos luminosos —enumeró...

—Eggman es más calculador que esto, su plan anterior le tomó más de siete años en ser trazado. Confiarse en una simple historia de fantasía no es su estilo —planteó Sonic.

—Pues yo no veo otra forma de explicar por qué está aquí —concluyó Tails.

     El erizo torció sus labios con molestia, la idea de que Eggman estaba improvisando sobre la marcha no lo convencía. Hizo infinidad de planes para acabar con los Freedom Fighters, cayeron en la mayoría de sus trampas.

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