6. QUIERO HACERLO

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"Acenix, acenix ¿Estás bien?" esa voz seguía resonando en mi cabeza. abrí los ojos lentamente y vi que estaba tumbado en la cama. No sabía Qué estaba pasando, ¿Me había desmayado? Si ese era el caso ¿Qué era esa voz que escuchaba en mi cabeza? Me incorporé como pude y me frote los ojos con las patas, me dolía la cabeza y notaba el cuerpo pesado. Me costaba trabajo respirar y estaba agitado por lo vivido. Me encontraba envuelto en mis pensamientos hasta que note que alguien me tocaba el hombro, lo que me hizo girarme para comprobar quien era.

-Por fin despiertas, Estabas gritando y me tenías preocupado– Allí estaba, el monstruo que había matado a sangre fría al pobre Jon, al verlo instintivamente me aparté de él quitando su mano de mí. me reposicioné a un lado de la cama y me preparé para pelear con el pelaje erizado y las uñas sacadas. No me importaba morir, lo tenía muy claro, prefería morir antes que ser esclavo de un monstruo como él.

-Acenix... por favor... relájate... - la voz de Mike sonaba triste y apagada, como si no recordara lo que había hecho y simplemente actuara como un idiota conmigo. No merecía que le respondiera, me abalancé sobre él y le propiné un zarpazo en la cara que hizo que se apartara instintivamente. El zarpazo no había sido demasiado certero, ya que solo había conseguido arañar superficialmente su mejilla. La sangre brotaba como un hilo rojo que manchaba su pelaje dorado.

Mike me miraba con cara de desconcierto sin saber que ocurría, eso me enfadaba cada vez más.

-Después de matar a Jon... ¡¡preguntas por qué estoy así!! – Al hablar la ira se escapaba de mi cuerpo, estaba herido emocionalmente por lo ocurrido y se agravaba con la actitud indiferente que demostraba el perro.

-acenix... ¿por qué te peleas con el ángel...? ¿he hecho algo malo...? - escuché una voz que me sacó de mi enajenación, esa voz, no era otra que la de... JON. Pero, si estaba vivo, ¿qué era lo que había experimentado...? no parecía un sueño, pero no pudo ser otra cosa. ¿Mi subconsciente desconfía tanto de Mike, como para hacerme soñar algo tan cruel? Miré mis garras, una de ellas estaba cubierta de sangre. Mi enajenación me había llevado a atacar a Mike, Estaba decidido a matarlo... y él ni se defendió... solo estaba preocupado por mí.

Miré a Mike, que tenía una expresión de tristeza en su rostro, él intentaba mantenerse serio para no preocupar a Jon, pero se le notaba en el rostro que mis actos le habían hecho mella fuertemente, sus orejas estaban gachas y apartaba la mirada de mí.

-Mike.... Esto... yo – no pude terminar de disculparme.

-Si tanto me odias, márchate de aquí, eres libre – el can dio media vuelta y abandonó el dormitorio.

Estaba totalmente anonadado tras el comentario del can, en vez de buscar represalias o simplemente golpearme, decidió irse y darme la libertad. El pecho me dolía, le había hecho algo horrible al pobre Mike, pero no podía echarme atrás. Tenía la oportunidad de irme con Jon, abandonar esa casa y buscar un nuevo hogar lejos de allí. La mejor opción que tenía era ir hacia el este, donde habitaban la mayoría de los gatos.

Miré a Jon, estaba asustado y con lágrimas en sus ojos a causa de la pelea, me acerqué hacia donde estaba y le agarré su brazo para llevarlo conmigo, era hora de marcharse de allí. Jon tiraba de mí para evitar que lo moviera, gritaba y lloraba pidiendo que nos quedáramos. Estaba agotado por la situación y mi humor no era el mejor para aguantar sus rabietas. Solté el brazo de Jon, me agaché hasta ponerme a su altura e intenté explicarle la situación para que dejara de armar escándalo.

- Jon, tenemos que irnos de esta casa, ya has oído. Él nos ha dado la libertad y podemos ir a donde queramos, te llevaré a un lugar genial, allí conocerás a otros gatos y seguro que harás amigos. Por favor, deja de llorar y recoge tus cosas. – intente hablarle lo más calmado y sereno posible.

Mikenix || El Angel DoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora