14. SORPRESA INESPERADA

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Salí del cuarto junto a Mike, había estado ayudándome con mis problemas después de haber peleado con el pequeño y ya era hora de conseguir respuestas del can. Había cogido todas mis cosas del baño y las había dejado sobre el sofá incluyendo la máscara de Mike. Nos dirigimos hacia la cocina que era donde Flex había dejado atado al cachorro, entonces pude observarlo con tranquilidad y me fijé en su pelaje, era un pelaje más largo que el de Max, pero más corto que el de Mike, y su hocico era alargado. Aún era pequeño y no parecía demasiado musculoso. Su pelaje era de una tonalidad marrón oscuro, aunque en algunas partes se volvía gris oscuro casi negro.

Flex estaba mirando con seriedad al perro y parecía que estaba realmente furioso, lo que era raro en él. siempre había sido un bromista y alguien que no se tomaba nada en serio. Al entrar en la cocina Flex nos miró y suavizo su expresión volviendo a sonreír.

- Por fin llegáis, ya pensaba que me ibais a dejar solo con el intruso. O, mejor dicho, con Axel.

- ¿Axel, ese es su nombre?

- Si, bueno... empecemos por el principio, ¿qué haces aquí?, ¿acaso no sabes que salir de la aldea sin permiso es un delito muy grave?, y no creo que mixe te lo diera – preguntó flex dejando mi respuesta de lado.

- Solo vine a buscaros, si no volvéis a la aldea seréis traidores, y no quiero que eso pase, no... hasta que os derrote en una pelea... y me quede con vuestros puestos. – Axel miraba con arrogancia a Flex, es como si no supiera la situación en la que se encontraba.

- ¿Tú, vencernos? Ni en un millón de años – comenzó a reír mientras miraba al pequeño can.

- ¡No te rías! Sabes que te derrotaré, y ganaré el puesto que me merezco en el pueblo – Axel apretaba sus dientes con fuerza mientras miraba desafiante al can azulado.

El ambiente se volvió tenso, el perro gruñía con fuerza mientras miraba a Flex a los ojos, éste solo pudo comenzar a suspirar y agacharse colocándose a su altura.

- De acuerdo enano, se acabaron las bromas, vete al pueblo ya mismo o te juro que desearás no habernos encontrado nunca – Flex miró de una manera tan salvaje a Axel que incluso yo sentí miedo de él, mi cuerpo temblaba por instinto.

- No... no quiero volver allí.... – se notaba el terror en el pequeño por el tono suave de su voz.

- Pues que lastima, porque no tienes otra opción.

Flex se levantó alejándose de Axel y saliendo de la cocina. Mike salió detrás de él, supuse que tenían algo importante de qué hablar. Axel se encontraba mirando el suelo, sollozaba amargamente y las lágrimas caían de su rostro impactando contra el suelo, viéndolo tan vulnerable casi se me había olvidado que era el perro que me había mordido con tanta violencia minutos antes. Había sido impresionante lo bien que había peleado para lo joven que era, era verdad que yo no podía presumir de ser un gran guerrero, pero una cosa no quitaba la otra.

como el pequeño perro era uno de los suyos yo prefería desentenderme del asunto decidiendo ir a ver a Jon. Entré al cuarto y me encontré a Jon abrazando con fuerza su peluche, se había despertado, pero se notaba que tenía miedo de algo.

- ¿Qué pasa peque?

- Escuché ruidos muy fuertes en la casa... y tengo miedo...

Supongo que Jon se refería a los gruñidos de Flex, era la primera vez que los escuchaba y se había asustado al oírlos. Me acerque a él y lo agarre cargándolo en mis brazos, le di unos besitos en la cabeza para calmarlo mientras le acariciaba su mejilla. Escuchaba las voces y gritos de Flex y Mike, daba la impresión que la conversación se estaba empezando a acalorar. A estos machos no se les puede dejar solos ni un solo minuto sin que monten alguna pelea.

Mikenix || El Angel DoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora