Capítulo 4

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Me encargué de llegar temprano al salón de Tutoría, de nuevo en mi mesa para dos personas, pero sin pareja. Ponía mi mochila en el asiento de alado para que pareciera que estaba ocupado, pero después la gente entendió que no quiero compañeros. Aún así se sentaban cerca de mí, y yo sólo sonreía. Empecé a sacar mis libros y los puse sobre la mesa. El más pesado, de Tutoría y Seguridad: Comprensión Juvenil lo puse hasta abajo de la gran pila. Cuando mi mochila quedó vacía de libros, al fondo se podía ver mi cubito plateado y cajita dorada. Los guardé en uno de los compartimientos pequeñísimos que estaban a un costado de la bolsa principal. El timbre sonó, mientras a mi me pegaba el sol en toda la cara. Para eso me había peinado de manera que traía el cabello suelto cubriéndome la parte izquierda de la cara, por dónde me pegaba el sol. Blair llegó, como siempre, y se sentó en la banca a un lado de la mía. Su actitud de perra espantaba a todos excepto a su novio, Charlie. Él era el tipo malo que se tiraba a todas detrás de las gradas, y que Blair "apartó" aunque no estuvieron en una relación seria. De hecho, creo que Blair no toma nada enserio. El maestro entró al salón, con su material en las manos. Saludó al grupo y me reprochó por subir los pies a la silla de alado, sobre mi mochila. Rodé los ojos y bajé lentamente las botas. Cuando la clase iba a dar inicio oficialmente, tocaron la puerta. Entró un chico blanco, de ojos verdes y musculoso. Tenía el cabello negro azabache y un tanto corto. En cuanto entró saludó al maestro y caminó hacia las bancas. Se descolgó la mochila y la puso en el lugar enseguida de Blair, quien al verlo le dio un beso de lengua. El profesor se acercó y golpeó la mesa de las chuparrosas idiotizadas y Blair se sobresaltó. Si por algo es reconocido Charlie, es por llegar tarde. Nadie ha llegado una vez más tarde que él, incluso yo. Se dice que espera detrás de las gradas hasta que el conserje va a cerrar y ahí es donde mete en pie para evitar que la puerta se cierre por completo. Blair lo agregó a su lista cuando se enteró de esto, y creo que Dylan también está en ella. El profesor nos asignó un trabajo con compañero, como siempre. Y yo, como siempre, saqué mi libro y empecé con el proyecto sola. El tema es un asco. Tenemos que conocer a nuestro compañero para tener una "relación sexual más sana". Como es entre sexos, el profesor empieza a separar parejas para que queden chicos de los dos sexos en cada mesa. Cuando pasa por la mía, pregunta por mi compañero.

--No tengo --le respondo de mala gana, con voz casi inaudible.

--Sí. Creo que hoy no vino --responde. Éste profesor se caracteriza por su flexibilidad: te deja entregar trabajos dos días después de la fecha límite, sus peores castigos son escribir en el pizarrón una frase típica y siempre te cambia de compañero si no te gusta quien trabaja contigo.

--Esta clase es de veintisiete alumnos, no hay pareja para mí --lo desafío.

En eso, mágicamente se abre la puerta, dejando ver a Dylan radiante. Lleva una camiseta blanca que le queda muy bien y unos pantalones de mezclilla. Adivinen quién es mi pareja. Maldición.

--Veintiocho, querida --responde el profesor. Se voltea hacia el pizarrón y le levanto el dedo de en medio a sus espaldas, sin importarme quién me viera, se lo muestro con todo su esplendor. Cuando Dylan entra, se le quedan viendo sorprendidos. Oh-oh, Charlie, perdiste tu toque. Dylan camina hacia mí y subo de nuevo mis botas al asiento.

--Está ocupado --le digo con falsa tristeza antes de sonreírle victoriosamente.

Él me devuelve la sonrisa y aparta mis botas de un empujón, lo que hace que se golpeen contra el suelo, y yo acabe en una posición de frente al pizarrón. Suspiro y me limito a ver lo que tengo enfrente. Después escucho el sonido metálico y sé que Dylan también destronó mi mochila.

Volteo a verlo y me sonríe victoriosamente. Le dirijo una cara asesina antes de que hable.

--¿De qué me perdí? --pregunta.

Ligth (Dylan O'Brien)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora