La hora de comer llegó, como siempre, y fue inevitable, como siempre. Bajé a comer a lado de la tía Jenna, enfrente de mamá y al otro lado de la mesa de papá, y junto a él estaba el espacio vacío que solía pertenecer a Tobby. La tía Jenna rompe el silencio después de llenarse la boca con espagueti.
-¿Sabes, Lisa? -comentó, con espagueti colgando de su boca-, mañana iré al orfanato de la ciudad -tomó una servilleta y se limpió alrededor de la boca.
-Ah, ¿sí? ¿A qué? -preguntó mi madre.
-Adoptaré a un niño. De preferencia unos cinco o doce años -dice. La miro con el ceño fruncido.
-¿Que jamás viste "La Huérfana"? -le pregunto, encarando una ceja.
-Scarlett, mi niña, esas son puras películas -se excusa-. Además, necesito tener un niño que me cuide.
Frunzo el ceño, indignada. Me señalo con ambas manos.
-¿Y yo? -pregunto. Mi tía suelta una carcajada.
-Me refiero a un hijo que viaje conmigo, que me cuide... que... -es interrumpida por un gruñido de papá.
-¿Para qué quieres hijos? Son un dolor en el trasero, y cuestan. Mucho -la señala con el tenedor-. Mira a Scarlett, ¿crees que sea servible para la familia? Sólo traga y duerme.
Sonrío sarcásticamente y arrugo la frente, pero no digo nada. Si me pongo a pelear, es seguro que Robert gane, así que como todo adulto, cerraré mi boca y sólo la abriré para comer.
-Robert, ellos no son el único dolor inservible que Lisa alberga en su casa -responde la tía Jenna, y casi me levanto a aplaudir. Papá gruñe y regresa a su comida. Llego a la mitad del plato y me levanto. Tomo la porcelana entre mis manos y camino hacia el fregadero, donde lo suelto sin importarme su destino. Incliné la cabeza y subí directo las escaleras. Llegué a mi habitación, cerré de un portazo y me acosté boca abajo en la cama. Lo primero que detecté fue el insistente sonido que indicaba que me había entrado un mensaje. Sonó mínimo unas seis veces, y creí que era Angie, hasta que recordé que está ardida. No queda nadie más que Dylan. Frunzo los labios y me hago la que no oigo. Otros cinco minutos con el sonido agudo de los mensajes y tomo el teléfono.
"¿No vas a venir?" Ese es el primer mensaje que leo, pero sé que más abajo están los primeros mensajes que me envió. Dice "Enviado por: usuario desconocido", pero de seguro es Dylan esperándome en el parque. Aún con el teléfono bloqueado, deslizo mi dedo para leer los mensajes más antiguos.
"Oye, ¿a qué hora vienes?"
"Vas a venir?"
"Dónde estás?" Bajo hasta el primero y me encuentro con un "Hola". Desbloqueo el teléfono y voy hasta los mensajes.
"Iré a las cuatro" tecleo. Volteo a ver el superior de la pantalla, y me percato de que son las 2:30. Envío el mensaje, recibiendo respuesta segundos después. Pero valla que teclea rápido.
"Qué? Tendré que esperarte hora y media" Ruedo los ojos y vuelvo a teclear.
"No es mi culpa que hayas llegado al parque tan temprano" y lo envío. De nuevo, me responde segundos después, pero lo bloqueo y aviento el celular a la cama. Me acuesto, y las meditaciones me empiezan a invadir, pero las alejo con el sueño.
-Scarlett -escucho-. Scarlett -sigue insistiendo la aterciopelada voz. Suena magistral, tanto que no parece ser real. No se escucha a través del típico túnel, pero sí cerca de mí-. ¡Scarlett!
Abro los ojos de golpe, y veo todo borroso, como si la neblina se hubiese apoderado de mi vista. Parpadeo para alejar la nube blanquezca y abro los ojos, enfocando la cara de mi tía Jenna.
ESTÁS LEYENDO
Ligth (Dylan O'Brien)
FanficScarlett Jeff es una adolescente que desafía la autoridad de sus padres sin que ellos se den cuenta. No es que ella sea experta en esconderse, si no que a sus padres no les importa del todo. Ella lleva una vida difícil en lo que es Reino Unido, con...