Es parecida a un perro, pero con un casco de vértices afilados. Al saltar sobre mi, mis brazos actuaron por cuenta propia. La espada golpeó de lleno en mitad del casco reluciente. Caí al suelo junto a la bestia, seguro de que la había matado. Se oyen breves pasos. Levantó la espada justo para cubrir mi cuerpo de una embestida. La espada sale de mis manos, y termino debajo de la criatura. Siempre termino en la misma situación. Mi brazo derecho se adelanta a mi mente, y golpea a la pequeña bestia en mitad de la garganta. Pero esta no cede. Mis brazos se tensan con sangre cargada de adrenalina. Comienzo a perder al control. Lanzó al pequeño ente con una vigorosa patada. En mi pecho arde furia, furia y odio a lo desconocido, a algo contra lo que no he peleado nunca. La criatura se incorpora con agilidad y vuelve a la carga. Pateo su cabeza como si de un balón se tratara. Pero esta permanece inmutable. Salta de nuevo sobre mi. Mi brazo izquierdo es ahora el que actúa. Sostengo fuertemente la correa de cuero con que está unido el cuello al casco del ente. Tiro fuertemente de ella. Levanto al perro por esta, y comienzo a azotarlo brutalmente contra el piso. Mi visión se torna carmesí y la sed me pide sangre. Recojo la espada y lo golpeó con la empuñadura, sosteniéndola de la hoja. Veo como el casco de deforma rápidamente, y la sangre destila de sus ojos. Me arrodillo frente a él, y arranco el casco inutilizado de un tirón. Caigo duramente sobre la nieve por la fuerza excesiva. Veo apenas de reojo el organismo que respira trabajosamente frente mío. Y las lágrimas como si pudieran cambiar cualquier cosa, se atropellan una sobre otra por mis mejillas.
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10 A.M.
WerewolfEste libro es secreto. Este libro es arena. No hay nada en este libro que no se haya escrito antes, pero en distinto orden. Solo ha sido necesario colocar estas letras en un orden apropiado para que guste al lector.