Traté de salir del agua de luna. Pero me disocio nuevamente en dos. Por primera vez mi yo consciente ha ganado. Salí ensangrentado del charco de luna, que ahora emana una luz más bien rosácea. Las chicas no están, pero no ha amanecido.
Subo las escaleras lo más rápido y sigiloso posible, borboteando sangre. Necesito transformarme. Algo que me ayude, y no se a donde ir. Si no es aquí no se donde podría vivir. Tomo mis pocas cosas y las meto en una mochila. Tomo la espada. He crecido estos meses. Ahora la puedo manejar lentamente con menos trabajo. Miro su empuñadura. Dios y patria. Las últimas palabras del Capitán Nemo. Su filo es extraño, en vez de tener una punta, tiene una curva. La llevo a la cintura con una correa. Antes de irme, debería dejar algo. Algo que haga consciente a Amelie de que si he desaparecido ha sido por voluntad. Una nota en un post-it amarillo, con forma de manzana. Y escribo.
"Smile at the chance just to see you again. I really miss you, I miss you, I said. Look at me now, before I walk away, You just might miss me one day"
Salgo de la casa sin azotar la puerta. Miro el desierto. La luna deja charcos entre las dunas. Los pequeños zorros sacian su sed en ellos. Hundo mi espada en la arena donde el agua enlunada se ve más clara. Al sacarla brilla levemente, pero sin glamour. Miro a lo lejos. No hay nada. Es hora de buscar esa nada.
ESTÁS LEYENDO
10 A.M.
Hombres LoboEste libro es secreto. Este libro es arena. No hay nada en este libro que no se haya escrito antes, pero en distinto orden. Solo ha sido necesario colocar estas letras en un orden apropiado para que guste al lector.
