Amelie es muy linda conmigo. La mayoría de los días me despierta para desayunar. El resto despierto un poco antes, con su cabello haciéndome cosquillas en la nariz. Su respiración tibia en mi rostro. Sus labios rojizos que me derriten sin que me avergüence decirlo. Ese aroma a petricor tan de ella, y solo de ella. Ya había olvidado a que olía la tierra mojada, el césped recién cortado, el aire antes de la tormenta. Ella me recuerda a todo ello. Y muchas cosas más. Ella es un pequeño ciclón.
"Pero yo no conozco tu nombre, me dice la lluvia desde el horizonte, y dibuja una linea, que cruza los días, que separa tu vida y la mía"
Y yo... solo soy un monstruo, un soldado que desertó y los mató a todos
"Ese soldado valiente, que teme más al amor que a la muerte"
Pero supongo que aun así me quiere. Casi sin conocernos, me pregunto setecientas cincuenta y dos veces cada día como es posible querer a alguien tan insufrible como yo, hasta que sus labios arponean los míos y susurrando: "Al abordaje" me atraca sin posibilidades de resistencia.
"¿Como no te voy a querer? me dice la tormenta mientras moja mi piel"
"Yo la acaricio con la punta de mis dedos, y ella se resiste con relámpagos y truenos"
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10 A.M.
WerewolfEste libro es secreto. Este libro es arena. No hay nada en este libro que no se haya escrito antes, pero en distinto orden. Solo ha sido necesario colocar estas letras en un orden apropiado para que guste al lector.