Cuando te conocí (Sherlock Holmes y Tú)

La habitación

Era Jueves por la tarde, los nervios comenzaron a apoderarse de mí al pensar que mañana Sherlock, John, Mary y yo emprenderíamos un viaje fuera de Londres donde Sherlock y yo estaríamos "completamente" solos.

Mi mente estaba en otro sitio hasta que sentí una ligera sacudida, era Tom que intentaba llamar mi atención.
Sacudí levemente la cabeza.
-Perdona ¿Qué decías Tom?- dije centrándome de nuevo.
-Te estaba preguntando si crees que la mujer del señor Bradbury fue la que lo envenenó- dijo Tom sin apartar los ojos de los míos.
-Si que fue ella, pero no actuó sola- dije con seguridad -el mayordomo la ayudó-
-¿Cómo estás tan segura?- preguntó curioso.
-Muy sencillo- dije sonriendo levemente -El señor Bradbury estaba entrenadose para una carrera solidaria que se celebrará este verano en el centro de Londres, por lo que debía seguir una dieta estricta. El único que manipula los alimentos en esa casa es el mayordomo, él se encarga de comprarlos, de cocinarlos... Seguramente la señora Bradbury le convenció de algún modo -
-¿Pero cómo?- dijo Tom sorprendido.
-La mujer del mayordomo tiene una enfermedad que es bastante difícil de tratar y cuyo tratamiento es muy caro- dije yo - seguramente le dijo que cuando recibiese el seguro ambos se repartirían los beneficios para que así su mujer recibiera el tratamiento adecuado -
-Eres asombrosa- dijo él con una sonrisa.

No pude evitar sonrojarme, era la primera vez que alguien usaba ese adjetivo hacia mí. Nos quedamos un rato mirándonos el uno al otro, no me había parado a mirar tan detenidamente sus ojos, eran casi como los de Sherlock pero más oscuros. Poco a poco nos íbamos acercando el uno al otro sin darnos cuenta, ya casi estábamos a punto de besarnos cuando...
-Chicos ya he mandado a Donovan para detenerlos- dijo Lestrade entrando -Enhorabuena (T/N)______ lo has vuelto a hacer -
Tom le miró con un mal gesto mientras yo me levantaba a por mis cosas para irme.
-¿Qué? - preguntó Greg.
Tom negó con la cabeza y nos fuimos.

-Te acompañaré a casa- sonrió Tom.
-Gracias, hoy se nos ha hecho muy tarde- dije riendo levemente - y aún tengo que hacer mi maleta para el fin de semana -
-¿Te vas?- preguntó Tom con gesto triste mientras subía al taxi
-Solo este fin de semana- sonreí y me subí para emprender la marcha.
-Y ¿Dónde vas?- preguntó.
-No lo sé, Sherlock no me lo ha dicho- dije mirando mi móvil.
-Ou... vas con él- dijo con tono triste.
-Es por una caso y me ha pedido que le ayude- dije para animarle.
-Bueno en ese caso no debo preocuparme- dijo con una sonrisa fingida.

Llegamos a Baker Street y Tom me acompañó hasta la puerta.
-No es necesario que me acompañes hasta la puerta Tom- dije riendo levemente.
-Es solo un gesto de cortesía- sonrió.
Busqué mis llaves y las saqué de uno de los bolsos de mi abrigo.
-Te veré el Lunes ¿no?- sonreí sin notar que estábamos a penas a unos centímetros.
-Si- dijo acercándose más a mi.

Estábamos extremadamente cerca, podía sentir su respiración sobre mis labios cuando la puerta del 221 se abrió rápidamente haciendo que nos separásemos.
-Justo ahora iba a recogerte- dijo Sherlock fulminando con la mirada a Tom.
-Nos vemos el Lunes (T/N)________ - dijo Tom dándome un tierno abrazo antes de irse.
-No ibas a recogerme ¿Verdad Sherl?- dije mirándole.

Sherlock no dijo nada y subió arriba.
-Sherlock Holmes necesito hablar con usted- dije evitando el tono de molestia.
-¿Me ayudas con mi maleta?- dijo él intentando cambiar de tema.
-Sherlock- dije seria.
-¿Qué quieres?- dijo con un leve gruñido.
-Solo quiero saber porque te comportas así con Tom - dije - él no ha hecho nada para que le trates de esa forma -
-No voy a hablar de ese tema (T/N)______- dijo con tono serio - ahora, por favor, ¿Me ayudarías a hacer mi maleta? -
-Está bien, lo haré- dije entrando en su habitación.

A la mañana siguiente me desperté muy temprano, me arreglé como siempre y bajé mi maleta al hall donde ya estaba la de Sherlock.
Tomamos nuestro desayuno y fuimos a casa de John y Mary para irnos.
-¿Sobre qué es el caso Sherlock?- preguntó John curioso.
-Han encontrado un cuerpo en un bosque cercano- dijo él -no muestra ningún signo de violencia ni ningún rasguño-
-Interesante- dije yo.
-Seguro que mañana ya lo tenéis resuelto- dijo Mary sonriendo.
-Seguro que sí- dijo Sherlock con una sonrisa - con (T/N)_____ aquí todo será mucho más sencillo -

El pueblo era bastante pequeño y estaba muy cerca de Baskerville, Sherlock me había contado el caso que tuvo que resolver allí pero no sospechaba que el hombre hubiese muerto de algo parecido.
Llegamos al hotel del pueblo, era un sitio muy acogedor, de estilo rústico, con una gran chimenea y varios sofás a su alrededor en la entrada, detrás de una barra como la de los bares se encontraba un hombre fortachón, con barba, pero de aspecto amable.
-Teníamos dos reservas hechas- dijo John.
-Nombres por favor- dijo el hombre.
-John Watson y Sherlock Holmes- dijo Sherlock.

Mary y yo estábamos sentadas en un sofá contemplando la escena mientras el hombre buscaba las llaves.
-Lo siento señor Holmes pero no nos quedan habitaciones individuales- dijo el hombre - tendrán que compartir un habitación matrimonial -
Sherlock y yo cruzamos las miradas.
-No importa hemos dormido juntos más veces- dijo él sonriendo cogiendo las llaves.

John y Sherlock subieron primero y Mary me miró con una sonrisa pícara.
-Mary cállate- dije - que vayamos a compartir habitación no quiere decir que vaya a pasar nada entre nosotros-
Ella rió.
-Está bien, lo que tú digas- dijo - pero recuerda lo que te dije -
-Que algún día se fijaría en mí, todo a su tiempo- dije.
-Exacto- dijo con una sonrisa - y puede que este sea el momento en el que tengas la oportunidad de conquistarle -
Ambas reímos y subimos a nuestras habitaciones.

Cuando llegué a la mía me quede muy sorprendida, era una habitación pequeña, pero increíblemente hermosa, el decorado era sencillo, una cama doble con un edredón rojo, un armario de aspecto antiguo que hacía juego con un tocador con un gran espejo, una alfombra antigua con flores rojas en el centro de la sala, una chimenea y justo encima una pequeña televisión.
Salí al balcón, las vistas eran maravillosas, un enorme jardín con un pequeño estanque y flores por todos los rincones, podía verse el bosque desde allí ya que no estábamos muy lejos.
Note unos brazos rodeando mi cintura.
-Precioso ¿no crees? - dijo Sherlock besando suavemente mi mejilla.
-Si- sonreí.
-He pedido que nos traigan la cena aquí, dado que ya es algo tarde y supuse que estarías cansada - sonrió
-Eso es perfecto- sonreí - aunque me estás mimando demasiado. Voy a terminar acostumbrándome -
Ambos reímos.

Después de cenar, ambos fuimos a cepillarnos los dientes antes de ponernos el pijama, nos dábamos leves empujones con la cadera para fastidiarnos el uno al otro y reíamos.
Sherlock decidió ponerse su pijama en el baño mientras yo me vestía en mi habitación.
Ambos nos metimos en la cama cubriéndonos con las sabanas.
-Buenas noches pequeña- dijo Sherlock con una sonrisa.
-Buenas noches Sherl- dije sonriendo levemente antes de apagar la luz.

Sherlock besó mi frente y me abrazó para quedarnos los dos profundamente dormidos.