Tocando el cielo

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A la mañana siguiente me desperté con Sherlock abrazado a mi cintura, estaba tan lindo dormido con cara de angelito que no quise despertarle, por lo que me levanté en silencio y fui a darme una ducha.
Cuando salí, él seguía dormido, me puse unos pantalones junto a una camisa de color rojo y me senté a su lado.

-Sherlock- dije con dulzura depositando un pequeño beso en su mejilla -vamos despiértate-
-No- dijo sin abrir los ojos.
-Vamos tenemos que bajar a desayunar- dije besando de nuevo su mejilla con dos besos cortos.
me agarró de la cintura y me tumbó a su lado con fuerza riendo.
-Nos quedaremos aquí tooooodo el día- dijo con una sonrisa-
-De eso nada, vamos vístete- le ordené.

Sherlock refunfuñó y se fue al baño a arreglarse.
Cuando salió, bajamos a desayunar al restaurante donde John y Mary nos esperaban.
-Buenos días - dijo John llenándonos los vasos con zumo- ¿Habéis dormido bien? -
-De maravilla- dijo Sherlock con una enorme sonrisa.
-Vaya que feliz estás Sherlock- dijo Mary con una leve risa.
-Hoy es un gran día para hacer lo que llevo tiempo esperando hacer - dijo entusiasmado.
-Sherlock no te habrás bebido las muestras de champú ¿No?- dije bromeando.
-Para nada querida- dijo Sherlock antes de beber un poco de zumo - es solo que me he levantado con buen pie-

Terminamos de desayunar y fuimos a dar un largo paseo por el pueblo. Visitamos cada calle, cada plaza, cada rincón... era uno de los sitios más bonitos que había visto en toda mi vida.
De pronto nos tropezamos con Anderson en la plaza del pueblo, el cual saludó a John como si le conociese de hace tiempo, algo no olía bien aquí.
-Gracias por averiguar la broma del cadáver señor Holmes - dijo Anderson con una sonrisa - los vecinos se estaban volviendo locos creyendo que había un asesino suelto que no dejaba ni rastro de su existencia -
-No hay de que Anderson, pero el mérito no es mío sino de (T/N)_______ -dijo Sherlock mirándome con orgullo.
-Muchas gracias (T/N)______ no sé que habría pasado si no hubieseis aceptado este caso- dijo Anderson abrazándome.
-No hay porque dar las gracias Anderson- dije correspondiendo a su abrazo.
-Bueno voy a ir al bar a desayunar- dijo Anderson caminando hacia un pequeño bar que estaba a la izquierda de la fuente - Ya nos veremos -
-¡Mira John! vamos a ver lo que podemos comprar en aquella pastelería- dijo Mary arrastrándole a una pastelería al lado derecho de la fuente.

Y allí estabamos Sherlock y yo, completamente solos frente a la fuente.
Los nervios comenzaron a apoderarse de mi cuerpo, el estómago comenzó a dolerme, mis manos y mis rodillas temblaban, mi pulso se aceleraba y mi respiración se agitaba.
-(T/N)_____- dijo Sherlock con dulzura.
-¿Qué?- dije evitando que se notasen los nervios en mi voz.
-Tengo que contarte algo que no me atreví a contarte hasta ahora- dijo Sherlock con voz temblorosa.
-Pues cuéntamelo- dije yo con una sonrisa.

Comencé a prepararme para escuchar lo peor, seguramente se habría enamorado de otra persona.
Cogió aire con fuerza.
-Verás...- carraspeó - cuándo te conocí, no esperaba que fuéramos a llevarnos tan bien como lo hacemos ahora. Nunca pensé en llegar a convivir con alguien de la manera en la lo que hacemos tú y yo, me has hecho cambiar en muchos aspectos de mi personalidad y me has enseñado cosas que antes no conocía de mi mismo. No sé si tú pensarás lo mismo que yo, puede que esté cometiendo un tremendo error al contártelo, no te culparé si te lo tomas mal o si quieres alejarte de mí. Desde que te vi con Tom, sentí cosas que nunca sentí hacia ninguna otra persona, sentí celos y rabia al ver como hablaba contigo, como te miraba, como te sonreía y más aún cuando intentaba besarte, por eso me comportaba así con él, no quiero compartirte con nadie (T/N)______ porque te amo y lo significas todo para mi -

Sus palabras sonaron totalmente sinceras. No podía reaccionar, Sherlock acababa de decirme que amaba, mi cuerpo no respondía y estaba algo mareada.
-Entiendo que no quieras estar conmigo- dijo él mirando al suelo - soy una persona horrible -
-¿Por qué lo dices?- dije agarrando sus mejillas secando algunas lágrimas con mis pulgares - no lo eres en absoluto Sherlock, eres el mejor hombre que jamás he conocido en toda mi vida... Te amo Sherlock Holmes -

Finalmente lo dije, revelé mis sentimientos hacia Sherlock.
Él sonrió, tomó mis mejillas y me besó con dulzura y pasión, un beso que duró minutos y que sabía a gloria.
Nos separamos para tomar oxigeno y sonreímos juntando nuestras frentes.
-Esto no es todo lo que te tengo que contar - dijo con una sonrisa.
-¿Aún hay más?- dije dandole un suave beso en los labios.
-Si - dijo él -todo lo de este caso, era un montaje. John, Mary, Anderson y Molly fueron mis cómplices en esta pequeña mentira. Quería buscar una buena excusa para que vinieras y ¿Qué mejor que un caso? -
-Sherlock Holmes es usted un idiota - reí y le besé - y le amo tal y como es -

Mary salió de la pastelería a todo correr y me abrazó con fuerza al igual que John y Anderson a Sherlock, había sido una tarde perfecta.
Nos fuimos al hotel, Sherlock y yo íbamos de la mano, riendo y dándonos un beso de vez en cuando.
Llegamos a nuestra habitación y Sherlock me besó con intensidad.
Reí correspondiendo a su beso y noté como me pegaba a la pared agarrándome entre sus brazos, su mirada en ese momento mostraba una completa excitación y una gran lujuria.
-No quiero presionarte- dijo él dándome un suave beso - pero me muero de ganas de hacerte mía -

Sonreí mordiéndome el labio para besarle con una gran intensidad.
Sus besos bajaron hasta mi cuello donde me daba algunos leves mordiscos, me tumbó en la cama quitándome la camisa para luego besar cada centímetro de mi piel.
Bajó mis pantalones y yo quité sus camisa para besar su pecho y sus abdominales, se puso sobre mi quitándome la ropa interior mientras yo quitaba la suya.
Se puso un preservativo y me besó con delicadeza.
-¿Estás lista?- dijo acariciando mi mejilla.
Asentí y le besé.

Comenzó con movimientos lentos y fue aumentando el ritmo poco a poco. De vez en cuando nos besabamos con gran intensidad, nuestras lenguas jugaban entre ellas, nuestras manos se enredaban en nuestros cabellos...
Llegamos al orgasmo al mismo tiempo con un gemido intenso, había sido un día perfecto y tanta felicidad hacía que me sintiese como si estuviera tocando el cielo.
Nos dimos un último beso antes de ponernos la ropa interior, nos metimos en la cama y nos quedamos dormidos abrazados pero esta vez como una pareja y no como unos simples amigos.

Cuando te conocí (Sherlock Holmes y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora