Fuego

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No sé cuanto tiempo estuve en aquel lugar, me sentía cansada, mis muñecas me dolían a horrores al igual que mis tobillos, estaba helada de frío, no había comido nada y tan solo esperaba que Sherlock viniera pronto a salvarme. Tampoco podía dormir, ya que tenía miedo de que si me dormía alguien me hiciese algo.

Escuché como se abría una puerta y unos pasos acercarse, eran dos personas, de las cuales una era una mujer que llevaba tacones altos, la otra persona era un hombre debido al perfume que usaba.
Noté como una mano se deslizaba hasta mi nuca para quitarme la venda, cuando logró apartarla de mis ojos la luz me cegaba, había estado mucho tiempo con los ojos vendados.
Cuando logré recuperar la vista pude ver que frente a mi se encontraba un hombre de estatura media, Moreno, con ojos marrones y tez pálida. Vestía con un traje y por la calidad de la tela deduje que era un Westwood.
-Vaya parece que Sherlock ha encontrado otra nuevas amiga- dijo él con una sonrisa.
-Yo creo que es más que eso- dijo la mujer poniéndose a su lado.
La mujer era la misma que había visto el día de mi cumpleaños besando a Sherlock.
-¿Qué queréis de mi? ¿Quiénes sois?- pregunté desconcertada.
-Yo soy Jim Moriarty- dijo él con una sonrisa- ella es Irene Adler ¿No te ha hablado Sherlock de nosotros? Lástima-
-Que le va a contar, es Sherlock nunca cuenta nada a nadie a no ser que sea de fiar- dijo ella pasando un dedo por mi mandíbula- no creo que fuera tan capaz de llegar a su corazón como par que le contase todo-
-Pues para tu información Irene soy su prometida- dije molesta - y si me a contado todo pero la cuestión aquí es para que me tenéis aquí-
-Muy sencillo querida- dijo Moriarty con una risa- tú ahora mismo eres el tesoro más preciado de Sherlock, y yo quiero jugar con él. Tenemos asuntos pendientes que creo que ya conoces-
-Así veremos si tu adorado Sherlock está tan enamorado de ti como tu dices- dijo Irene con una sonrisa cínica - si lo hace vendrá enseguida a rescatarte-
-Está completamente desesperado buscándote - dijo Moriarty riendo - el juego cada vez se pone más interesante, pero necesitamos una pequeña chispa para avivarlo -
-Nos veremos pronto querida- dijo ella para luego irse con Moriarty cerrando la puerta.

Ahora podía ver todo a mi alrededor, había un montón de madera y bidones de gasolina por toda la sala. Mire mis muñecas y mis tobillos, estaban destrozados debido a las cuerdas.
Comenzó a llegarme un olor a quemado y vi humo entrar por debajo de la puerta, el edificio estaba ardiendo.
Los nervios empezaron a apoderarse de mí.
-¡Socorro!- grité con todas mis fuerzas llorando - ¡Que alguien me ayude por favor!-

Nadie podía oírme y en menos de una hora el fuego invadió la sala dejándome en el centro de un circulo de llamas.
Pedía ayuda a con todas mis fuerzas pero nadie me escuchaba, las lágrimas corrían por mi rostro mientras intentaba soltarme.
El humo comenzó a ocupar toda la sala haciéndome toser y el calor era insoportable.
Mi piel quemaba debido al intenso calor aunque seguía intentando soltarme mientras pedía ayuda.
Comencé a perder la esperanza de salir de allí cuando escuché coche y sirenas provenientes del exterior.
-¡Socorro por favor!- dije gritando con todas mis fuerzas a la vez que tosía - ¡Que alguien me ayude! -

Escuché caer una puerta y voces que me llamaban, todas ellas eran conocidas.
-¡Sacadme de aquí el fuego cada vez está más cerca! - dije gritando y algo mareada debido al humo.
-¡Tranquila, ya vamos a por ti!- era la voz de Sherlock.
-¡Sherlock sácame de aquí!- dije llorando.

De pronto dos figuras estaban en la puerta, eran Sherlock y un bombero que venía a ayudarme.
Mis lágrimas se acumularon al ver como Sherlock luchaba por llegar hasta mí con ayuda del bombero.
Cuando llegaron hasta mi sherlock me besó de forma intensa mientras el bombero cortaba mis cuerdas.
-¿Puedes caminar?- preguntó Sherlock.
Intenté incorporarme pero no podía así que él me cogió en brazos y con ayuda del bombero logramos salir de allí.

Era casi de noche, fuera estaban Mary, John, Lestrade y Molly. Cuando nos vieron salir vinieron a darme un gran abrazo, yo rompí a llorar mientras les abrazaba, no creía que había salido de aquel infierno.
Los médicos que estaban allí me atendieron cuanto antes, por suerte mis heridas no estaban infectadas y los pequeños parecían estar en perfectas condiciones.
Todos estuvieron a mi lado en todo momento y todos lloraban pero no tanto como Sherlock.

No dejaba de abrazarme, de acariciarme, de besar mi pelo... Lo había pasado muy mal todo el tiempo que no estuve con él.
-¿Quién te hizo eso eso (T/N)_________? - preguntó Greg.
-Jim Moriarty, él ordenó que me secuestraran y no actuó solo, Irene Adler también le ayudó- dije sollozando.
La cara de Sherlock mostraba rabia y su abrazo se intensificó.
-No descansaré hasta atraparle mi amor, te lo prometo- dijo tomando mis mejillas.

No pude controlarme y le besé, era lo que más había extrañado todo el tiempo que estuve allí encerrada.
Extrañaba sus besos, dulces y cálidos como los recordaba.
Nos separamos a tomar aire y me ayudó a levantarme para irnos a Baker Street con John y Mary.
Después de todo aquello que había sufrido finalmente podría volver a mi hogar.

Cuando te conocí (Sherlock Holmes y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora