La sorpresa

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A la mañana siguiente yo me desperté mucho antes que Sherlock y ayudé a la señora Hudson a preparar el desayuno.
Recibí un mensaje de MAry de que todo estaba listo para la fiesta, solamente nos faltaba comida pero yo me encagaría de llevarla al bar después con ayuda de John.
-(T/N)_____ creo que deberías despertar a Sherlock ya- dijo la señora Hudson.
-Está bien señora Hudson- dije sonriendo.

Fuí a la habitación y abrí la puerta sin hacer ruido y me senté al lado de Sherlock.
Estaba demasiado lindo durmiendo, sus ojos estaban cerrados, su boca esbozaba una pequeña sonrisa y sus rizos estaban revueltos.
-Mi amor es hora de levantarse- dije besando su mejilla para abrazarle.
Sherlock gruñó levemente.
-Sherlock- reí -tienes que levantarte, da igual que sea sábado-
Sherlock se giró dandome la espalda.
-Está bien- dije levantandome.

Caminé sin hacer ruido hacía la puerta, la abrí y la volví a cerrar volviendo a su lado sin hacer ruido.
Agarré la manta le destapé y le tiré un poco de agua por encima.
-¡AHHH!- dijo Sherlock despertandose.
-Buenos días- reí.
-¿Por qué lo has hecho?- dijo secndose la cara.
-No te levantabas así que recurrí a la fuerza - reí.
-Hay maneras más delicadas de hacerlo princesa- dijo yendo a ducharse.

Por la tarde John y yo fuimos a comprar la comida para la fiesta a parte de algo de alcohol.
-Creo que ya tenemos todo- dijo John dando un último repaso a la lista.
-Si, eso creo- sonreí - será una gran fiesta-
-Vamos a llevarlo al bar y lo preparamos todo como debe ser- dijo John riendo.

Cuando llegamos al bar Mary y los demás estaban preparando todo para la fiesta.
-(T/N)_____ ¿Qué te parecen estas canciones para la fiesta?- dijo Anderson poniéndome unos auriculares.
-Son perfectas Anderson- dije con una sonrisa.
-Greg ten cuidado te vas a caer- dijo Molly - y debería estar más a la derecha -
-Yo creo que el cartel está bien donde está ahora- dijo Lestrade - (T/N)_____ ¿tú que opinas?-
-Mmmmm- dije pensativa - Creo que al hacer las letras tan grandes deberías ponerlo más a la derecha o Sherlock no podrá leer "Felicidades Sherlock"-
-(T/N)______ ven a ayudarme con la tarta- dijo Mary desde la cocina.
- Ya voy - dije caminando hacia allí - ¿En qué te ayudo? -
-Prueba esta muestra- dijo Mary dándome un trozo - tranquila no te pasará nada-
-Está bien- dije antes de comérmelo - ¡Mmmm! está muy buena pero no tanto como la que Sherlock nos hizo en Navidad -
-Bueno él es el que tiene el secreto de la receta- rió.
-Es casi la hora, iré a buscar a Sherlock os mandaré un mensaje cuando estemos saliendo de Baker street - dije antes de salir.

Llegué a Baker street y fui a mi habitación encontrándome a Sherlock mirando sus trajes.
-Cariño estarás guapo con lo que sea- dije besando su mejilla.
-Pero quiero ir bien- dijo sacando dos camisas más - ¿Cuál crees que es la apropiada?-
-todas te quedan bien pero mejor la morada- dije besándole - es mi favorita -
-En ese caso tengo algo para ti- dijo dándome una bolsa.
-¿Qué es?- dije sonriendo.
-Abrelo- sonrió.

Dentro de la bolsa había un hermoso vestido que dejaba al descubierto los hombros, de color negro muy ceñido al igual que corto.
Noté como mis mejillas se encendía al ver una mirada lujuriosa en el rostro de Sherlock.
-Sherlock... creo que es muy...- dije sin saber explicarme.
-Sé que estarás impresionante con el mi amor- dijo besándome - quiero presumir de que tengo la prometida más hermosa del mundo-
-Está bien - dije besándole y entré al baño a prepararme.

Me alisé el pelo, me maquillé de forma natural pero con los labios rojos, me puse el vestido y unas sandalias de tacón negras.
El vestido se ajustaba perfectamente a mi cuerpo, no podía negar que Sherlock sabía escoger dado que me favorecía muchísimo.
Salí del baño, Sherlock estaba poniéndose la chaqueta del traje dándome la espalda.
-Sherlock...- dije apartándome el cabello del rostro.
-Si mi amor...- dijo girándose - ¡Vaya! ¡Estás impresionante cariño! no sabía si sería de tu talla pero veo que acerté en todo-
-Si mi amor - dije besándole - pero vamos a llegar tarde-

Salimos al poco de Baker street y yo mandé un mensaje a Mary.
Cuando estábamos llegando, la prensa nos asaltó y comenzó a hacernos fotos, preguntas... era bastante agobiante.
Llegamos al bar y estaba todo a oscuras.
-Cariño. ¿Seguro que es aquí?- dijo Sherlock sosteniendo mi mano.
-Por supuesto- dije encendiendo las luces.
-¡Sorpresa!- gritaron todos saliendo de sus escondites asustando a Sherlock.
-Feliz fiesta de cumpleaños atrasada- dije besándole.
Sherlock se rió y agradeció a todos que hubiesen puesto tanto esfuerzo en una fiesta así.

Cuando terminamos de cenar Mary sacó la tarta con un montón de velas para que Sherlock soplara.
-Acuérdate de pedir un deseo- dijo John.
-Los deseos no son más que estupideces John- dijo Sherlock para luego mirarme - pero si de verdad fueran ciertos no tendría que desear nada puesto que ya tengo todo lo que siempre he querido tener -
Sonreí y le besé.
-Ohhhh que bonito- dijo Molly abrazando el brazo de Greg.

Sherlock sopló las velas y cada uno le dedicó unas palabras a Sherlock todas ellas demostrando las buenas y malas facetas sobre él.
Llegó mi turno y me levanté.
-Creo que ya lo habéis dicho todo vosotros- dije riendo levemente -
Sherlock tomó mi mano y la besó riendo levemente.
-Este es el primer cumpleaños que celebramos juntos tanto como pareja como prometidos - dije sonriendo - desde el día en que te conocí, causaste en mi una cantidad de sensaciones que no sería capaz de enumerar si me lo pidiesen. Hemos tenido buenos y malos momentos que hemos sabido solucionar dado que cada día me demuestras que estar a tu lado es lo más maravilloso que puede haberme pasado en mi vida. Espero que sigamos celebrando más cumpleaños de esta forma, juntos, felices y... con nuestra futura familia-
Sherlock tosió al igual que todo el mundo cuando se fijó que tenía mis manos sobre mi tripa que estaba un poco abultada.
-Estás...- dijo con una enorme sonrisa - voy a ser... ¿Papá?
-Si- dije sonriendo con lagrimas en los ojos al igual que él - felicidades papá Holmes -

En ese momento Sherlock me abrazó fundiéndonos en un gran beso lleno de emoción, alegría y pasión.
Todos me dieron la enhorabuena, en especial John y Mary, a los cuales les propuse ser los padrinos.

La noche transcurrió entre risas, besos, abrazos, bailes, copas... pero lo que más le gustó a Sherlock fue la sorpresa de que en unos meses tendría a dos pequeños detectives en nuestras vidas.

Cuando te conocí (Sherlock Holmes y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora