Tiempo después...

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Artemisa despertó, sudada y asustada eran las 4:30 de la mañana, hacia frio... volteó hacia la ventana contemplando la oscuridad de la noche.

- Mierda, llevo soñando con ese maldito día durante meses, no puede ser han pasado 13 años.

Artemisa se levanto de su cama, se froto los ojos y se dirigió al baño, sumergio su cara con agua fría, aun seguía asustada... salió del baño vio hacia la venta –fabuloso el sol aun no se despierta y la oscuridad inunda todo y yo no pienso volver a la cama.

Fue hacia su armario agarro un pantalón negro y una sudadera se puso los tenis y se sujeto el cabello en una coleta; Se dirigió sin rumbo alguno por los caminos, podía escuchar el sonido del viento, lo que hizo que se absorbiera en sus pensamientos.

- Que mierda este sueño fue raro, digo era igual que las otras veces, pero este lo sentí tan real, sigo sin entender, ¿por qué a nosotros? No le habíamos hecho daño a nadie ¿cómo es que te puede cambiar la vida tan rápido? Un día lo tienes todo y al otro sin padres, ni hermano, ni casa... no puedo creerlo... mi hermano, Rodric.

Artemisa volteo al cielo y vio la constelación de géminis la de los gemelos, su hermano y ella nacieron bajo ese signo, agarro su cadena, que tenía una placa -eso fue lo último que me dio mi hermano antes de irnos, ambos teníamos una, nuestros padres no lo obsequiaron, eran nuestras iníciales, yo tengo la de mi hermano, me la dio para que lo recordara.

Ese recuerdo le albergo un sentimiento de tristeza que no pudo evitar llorar, cuando escucho.

- ¿Porqué estas llorando?

Artemisa, se sobresalto tanto que por un instante olvido su tristeza, al voltear vio una figura reluciente que se acercaba más y más, no podía distinguir quién era por el brillo que emanaba y la oscuridad no ayudaba mucho, cuando por fin lo tuvo cerca vio que era el caballero de acuario.

- Pero... ¿qué haces aquí Camus? –con sus manos intenta secar sus lagrimas-

- Lo mismo digo, no se supone que deberías estar durmiendo.

- Eeem... si pero... me desperté y ya no pude dormir.

- Por eso decidiste ir a dar una paseo en la madrugada, toda distraída y con la guardia baja.

- Aaah... si.

- Que lógica la tuya, eres un blanco muy fácil.

- Lo sé, me iré a mi casa.

- Espera...

- ¿Qué?

- No me dijiste ¿por qué llorabas?

- Porque tengo a un amigo, bastante feo como tú.

- Jaja que graciosa, si ese fuera el caso, yo contigo estaría en depresión.

- Ahora haces bromas, ¿dónde quedo el Camus frio? Se me hace que ere un impostor.

- Bueno de vez en cuando puedo... pero ya en serio, ¿qué te ocurre?

- Nada, no lo entenderías. Tienes razón debemos dejar los sentimientos de lado, en fin me voy a ver si puedo volver a dormir.

Camus la miro con extrañeza.

- Si claro –lo dijo pensativo- oye Artmisa.

- ¿Sí?

- Feliz cumpleaños.

Por un instante me sorprendí, se me había olvidado por completo que era mi cumpleaños.

- Gracias, te veo al rato.

Caballeros del Zodiaco: Amor en el UniversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora