Luz tenía la cabeza de Sol sobre sus piernas. Su hermana mayor dormitaba relajada mientras ella acariciaba su cabello. Ambas estaban sentadas sobre el césped, fuera del palacio en Katoteros que la Diosa Apollymi le había obsequiado a Sol después de su primer parto.
Su hermana tenía cuatro hijos, bastante revoltosos, que todo el mundo adoraba. Había dado a luz tres hembras y un macho, ni que decir que los Peltier habían enloquecido puesto que de las tres hembras, dos habían nacido kattagarias. Parecía que la legitima heredera de Nicolette Peltier se levantaría entre alguna de ellas dos. El macho también había nacido kattagaria, solo Polly era arcadia, su nombre era en honor a la Diosa, ni que decir que la Diosa la adoraba.
Nicolette tenía un pelaje de color café, y sus ojos eran de un intenso color verde. Vanesa tenía un pelaje cobrizo y sus ojos eran de un intenso color azul. Rafael tenía un pelaje color arena y con él pasaba algo divertido, tenía un ojo de color verde y otro de color azul. Polly era una niña preciosa de piel color tostada, ni tan blanca ni tan morena, unos enormes ojos de color azul y una cabellera tan rubia como la de su padre. Se preguntaba como serían ahora los hijos de Sol, se suponía que uno era un cachorro y uno era un humano, pero estaban en la misma bolsa, así que eran gemelos. El mundo funciona de formas misteriosas.
-¿Esta dormida?- Le cuestiono Remi en sus pensamientos, ella negó, su cuñado camino hasta ellas.
-¿Quieres comer algo?- Le cuestiono este a Sol, su hermana asintió.
-Tengo antojo de carne cruda- Ella soltó una risa, en el embarazo anterior había sido igual, para ella no era extraño, era una loba al final de cuentas, pero su hermana era una humana, inmortal, pero humana. Que pidiera carne sin cocer era realmente raro.
-¿Qué tipo de carne?- Su hermana mordió su labio y medio abrió los ojos.
-No tengo un pensamiento en especifico, sorprendeme- Remi sonrió, hizo aparecer una charola con varios cortes de carne, Sol se levantó un poco, ella la ayudo a sentarse -Me duele un poco la espalda, no se porque- Ella comenzó a masajearla.
-Tengo algunas ideas- Le dijo Luz -Pero prefiero no pensar en eso, de verdad, me costaría demasiado trabajo ver a mi cuñado alimentarte si lo pienso demasiado- Sol le lanzó un manotazo mientras se sonrojaba, Remi se limitó a reír -Supongo que de alguna manera mis sobrinos llegaron allí- Le dijo mientras acariciaba su vientre, Sol volvió a golpearla, ella se limito a reír -Vamos, come, tus cachorros no podrán ser entretenidos por sus tíos durante mucho tiempo más- Sus hermanos se habían ido a la playa a distraer a sus sobrinos para que Sol se relajase un rato. Ellos solían ser bastante traviesos hasta que papá oso se transformaba y les gruñía de tal manera que se transformaban en unos querubines. Si, su cuñado podía ser atemorizante, pero sus sobrinos se lo ganaban.
-Vamos, petite- Le encantaba ver a su cuñado ser tierno con su hermana. Remi era una masa de músculos, bastante gruñón, pero con su hermana era un lindo y tierno osito cariñosito.
-Bien- Sol abrió la boca, aceptando los trocitos de carne. Ella masajeaba su espalda mientras su hermana comía. Nunca podría consentirla lo suficiente.
Con el pasar de los años, ella y sus hermanos fueron conscientes de lo que había pasado hace más de veinte años. Nunca podrían pagarle a Sol lo que había hecho por ellos, no es que su hermana alguna vez lo hubiese mencionado, en realidad ella había hecho todo lo posible para evadir el tema, pero ellos lo sabían y con eso era suficiente para que quisieran mimarla siempre que podían.
-Oh- Sol se toco el vientre, Remi se tensó de inmediato -Se están moviendo- Sol tomo la mano de Remi y la colocó en su vientre -Hola, papá- Remi sonrió agradecido, claramente estaba desbordante de felicidad, Sol tomo su mano -Hola, tía Luz- La colocó junto a la mano de Remi, ella solo pudo notar un ligero movimiento, claramente sus sobrinos habían vuelto a dormir -Ya no quiero amor, de verdad, ya se me paso- Remi hizo desaparecer la bandeja de carne y apareció un vaso de agua, Sol lo tomo y bebió con lentitud.
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Una flor sin espinas
FanfictionSasha había sido perdonado por la ninfa de la justicia Lera a los catorce años, su clan había cometido el error de tomar partido en la batalla entre los Dioses Griegos y Egipcios... habían elegido a los Egipcios y los Griegos habían vencido. Toda su...