29. (2)

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— ¿Lu? ¿Puedes ir con las niñas a buscar algunas de las cosas más ligeras para tu cuarto y traerlas a la casa? Tus tías van a sacar las cosas de la camioneta por ti. —Le digo a mi hija que continúa corriendo por la casa, tratando de saltar sobre las cajas. Ante la idea de ayudar, las tres pequeñas, incluyendo a Lucía y Alba, rápidamente asienten y van hacia la camioneta estacionada afuera donde Marina y Paula están bajando todo.

Amelia dijo que yo no debía levantar nada pesado y que sólo diera órdenes. Y aunque fue divertido por un momento darle órdenes a Marina y a los demás, pronto se me hizo aburrido. De las cajas que las mujeres habían bajado de la camioneta, Carol y yo decidimos meter a la casa las menos pesadas, dejándolas en las respectivas habitaciones. Camino por el pasillo de mi nueva casa hacia la sala con una caja llena de libros pesados, pasando junto a Fede y Leonardo por el camino, que entre los dos están cargando una mesa grande de comedor para la cocina.

A los 6 meses de embarazo Amelia en medio de una cena en un restaurante me dice que Luna y yo nos mudaremos a su casa para que ella pueda estar cerca de nosotras, y que no aceptaría un "no" por respuesta. No habían pasado ni dos semanas cuando Fede había conseguido una camioneta prestada en su trabajo para pasar todas las cosas de Luna y las mías de nuestro piso con Marina a nuestro nuevo hogar con Amelia. Nuestras cosas incluyendo los muebles que compramos en el IKEA.

No lo había notado las primeras veces que estuve en casa de Amelia, pero luego de un tiempo me di cuenta de lo vacía que estaba. Ella claramente no había gastado mucho tiempo ni esfuerzo en convertir su casa en un cómodo hogar familiar. Primeramente porque ella pensaba que nunca viviría aquí con su propia familia. Amelia ya había convertido una de las habitaciones en el cuarto oficial de Luna para cuando nos quedábamos a dormir. Esa era la única habitación decorada y amueblada apropiadamente.

Después de aceptar su oferta de vivir con ella, rápidamente decidimos tratar lo mejor posible de convertir esto en un hogar familiar que apreciaríamos. Reemplazamos su sofá blanco por uno más práctico ya que vamos a tener niños traviesos corriendo por todos lados. Tuvimos que comprar una unidad de entretenimiento para que todos los cables de su televisión y consola de juegos no fueran una amenaza para todos. Estamos en proceso de convertir su casa de soltera en la casa familiar que ella siempre quiso. De todas maneras ella nunca fue una solterona.

— ¡Ah, yo llevo eso! —Interrumpe la voz de Amelia, encontrándose conmigo en la entrada al salón, quitándome la caja de las manos y dándome un beso en los labios—. Relájate, cariño. No tenses tu cuerpo con cajas pesadas, por favor.

— Amelia, que son libros.

— Son libros pesados, eh. Mejor tú carga los cojines, anda. —Dice con un guiño, tomándome de las manos después de dejar la caja sobre las otras en la sala—. ¿Cómo te sientes? —Me hace esa pregunta unas 10 veces al día más o menos. Es tanto encantador como molesto, pero ella es amorosa y protectora, no lo puede evitar.

— Que estoy bien, mi amor... La bebé ha estado pateando mucho hoy. Tal vez está tan emocionada como yo por venir a vivir contigo. —La abrazo por el cuello y le doy un beso.

— Bueno, pues ya somos tres. —Sonríe y posa su mano en mi barriga, riendo sobre mis labios al sentir una patadita contra su mano. Ante el sonido de unos pequeños pies corriendo por las escaleras y la risa contenta de nuestra hija, Amelia corrige—: cuatro.

— ¿Quieres que empecemos a llevar el viejo afuera, Amelia? —Paro de besarla para que le prestemos atención a los dos hombres de pie a lado del sofá blanco a punto de ser reemplazado. La relación de Marina y Fede se ha fortalecido en los últimos meses al punto de que él se va a mudar a mi antiguo hogar con ella. La interrogación que le hicimos Amelia y yo al parecer no fue suficiente, pues tuvo que enfrentar otra por parte de Leonardo. No había manera de que él dejara a su hija Lucía vivir con otro hombre al que aún no conocía bien.

La Donante (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora