10.

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De vuelta en la recepción, Amelia nos enseñó cómo podemos "adoptar" a uno de los animales. Pagas una contribución mensual para el bienestar de los animales y a cambio te dan fotos y cosas relacionadas con ellos. Amelia también le dio a Luna la oportunidad de nombrar a un tigre recién nacido que está enfermo y está recibiendo tratamiento. Al final lo adoptó, Amelia pagó la cuota.

Nuestra pequeña está sentada en su silla en el auto, mirando el paquete de fotos e información del tigre, Leonard, expresando "aww" con cada imagen.

- Es tan lindo, mamá. Mira esto. -Me giro para ver la foto que está sosteniendo, es una de Amelia con el tigre en brazos, el cachorro con apenas minutos de nacido envuelto en una manta.

- Es muy lindo, Lu. -Concuerdo con ella y me giro hacia Amelia-. Tú también te ves muy linda.

La mujer piensa un segundo sobre cuál foto estoy hablando y sonríe sonrojándose cuando la recuerda.

- Bueno, escuchadme -Amelia olvida la pena y se dirige a Luna y a mí-, nos vamos a detener a cenar más o menos dentro de una hora y haremos algo divertido, después nos vamos a casa, ¿vale?

- Sí, mami. ¿Puedes poner Disney otra vez, por fi?

Amelia y yo nos reímos de la impaciencia de Luna, y le da play a la segunda parte de la playlist.

- ¿Te parece bien a ti también, Luisita?

- Por supuesto. -Respondo simplemente. Algo que sorpresivamente no reconozco comienza a sonar en el sistema de sonido-. ¿Qué es eso? -Le pregunto a la mujer que se está moviendo al ritmo de la canción.

- Gospel Truth. -Responde en tono obvio. Aún no tengo idea de lo que es y levanto las cejas para que se explique más-. De Hércules.

- Nunca la he visto.

- ¿QUÉ? Fuera. Fuera de mi auto. -Apunta hacia la puerta del copiloto, Luna y yo nos reímos de su reacción.

- Apégate a los clásicos, Amelia.

- ¡Hércules es un clásico, impostora! Actuando como si conocieras las películas de Disney. -Esnifa cómicamente-. No eres tan perfecta después de todo.

- ¿Perfecta? -Pregunto burlona, causando que se sonroje otra vez-. Aww, ¿oyes eso, Luna? Tu mami cree que soy perfecta. -A modo de broma muevo la cabeza sacudiéndome el cabello hacia un lado. Amelia se ríe de mí con las mejillas aún rojas.

- Es porque lo eres, mamá.

- Aww, cariño. -Me giro a mi hija, beso la punta de mis dedos y toco sus labios con los mismos. Luna también besa mi mano-. Te amo.

- También te amo, mamá, pero mami también necesita ese beso. -Dice Luna obviamente. Pongo mi mano en la boca de Amelia y ella me la besa en respuesta.

Nuestro viaje se vuelve silencioso después de eso. Amelia concentrada en conducir, Luna escuchando la música y tratando de leer un libro que trajo, y yo me tomo el tiempo de reflexionar.

Anoche Amelia y yo la pasamos increíble juntas, desde las risas que compartimos en el club hasta la intimidad después. Nunca había experimentado nada igual antes. Ella tiene esta forma de ser tan sexy y segura, transformándose en alguien tan peculiar y risueña y luego volviéndose extremadamente tímida y vulnerable. Todo eso la hace tan deseable para mí.

Quiero descubrir todo lo que la hace convertirse en todas esas cosas; cuál de esas personalidades es la suya en realidad y cuál hará que me enamore de ella.

Anoche vi lo desesperada que estaba ella por tener intimidad. Nunca me había sentido tan deseada bajo la mirada lujuriosa de alguien, y Amelia no estaba tratando de ser discreta sobre lo mucho que estaba apreciando mi cuerpo y lo mucho que quería tocarme. Pero ella también estaba nerviosa. Su inexperiencia era evidente en la duda de sus acciones, pero eso no importó. Ella es increíble. Me hace sentir increíble. Sé que no será la última vez que me hará sentir así, y espero que con tiempo y paciencia, yo también pueda hacerla sentir así.

La Donante (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora