🌱 Capítulo 16

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Entró con un pequeño maletín y su almohada en mano, estaba muriendo por dentro, pero trató de mantener un rostro impasible, aún era de día y le quedaban 38 horas junto a Hyunjin.

—Puedes dejar tus cosas en la habitación de Lix, pero deberías reconsiderar dormir allí.

—¿Por qué?

—No quiero imaginar las cosas que Changbin y Felix hicieron en esa cama —estaba a punto de acomodar su almohada sobre las ya existentes, pero luego de las palabras del palido se detuvo, giró sobre sus talones y encaró a su acompañante con una mueca de disgusto —Lo lamento, era una observación.

—Tienes razón —hizo un puchero —Dormiré en el sofá.

—¡Puedes dormir conmigo! —abrió los ojos exageradamente y Hyunjin se apresuró a negar con las manos —¡No me refería a eso! Bueno, en realidad sí, pero no a... eso. Olvídalo —tomó una bocanada de aire para recuperar la compostura —Puedes dormir en mi habitación si quieres, no tengo problema con ello.

—Gracias —una enorme sonrisa se instaló en su rostro, no pudo evitarlo ¡Iba a compartir la habitación con Hyunjin!

—¿Alguna vez te han dicho que tu sonrisa tiene forma de corazón? —cubrió su boca con las manos, causando que el más alto soltara una carcajada —Asumo que no.

—Mamá suele decirlo, al parecer tengo la sonrisa de mi abuela.

—Me gusta —despeinó su cabello y se fue hasta la cocina para poder preparar algo —saldré con Miyeon un rato, la comida está casi lista así que solo debes calentarla. No voy a tardar demasiado, pero si necesitas cualquier cosa no dudes en llamarme.

—Okay —maldito Felix, le aseguró todo un fin de semana con Hyunjin y sin embargo ahora pasaría todo el día encerrado en cuatro paredes mientras que el contrario hacia miles de cosas con Miyeon —Que te diviertas.

Se quedó viendo la puerta un largo rato hasta que comprendió que el palido no iba a entrar de forma inesperada proclamando su amor. Tal vez era el destino, si se ponía a recapitular, las veces que Felix había tratado de "juntarlo" con su amigo habían fracasado y todas por culpa de Miyeon. Con el corazón estrujado y lágrimas acumulándose en sus ojos decidió que ese fin de semana le diría adiós a sus sentimientos, había pasado años sin conseguir nada y no podía seguir así. Resopló y sacó sus libros, al menos terminaría de hacer sus trabajos pendientes.

Abrió los ojos al sentir aquel ruido, no recordaba cuando se quedó dormido, pero debió  haber sido hace mucho, el apartamento estaba a oscuras,  salvo por aquellos segundos donde un rayo iluminó la estancia. Estiró los brazos y se levantó, su estómago estaba exigiendo comida, prendió la luz para luego dirigirse a la cocina. Al parecer había sido engañado por ambos "amigos". Era obvio que Hyunjin iba a pasar la noche con su  novia y lo habían dejado cuidando el apartamento. Otro trueno sonó, haciéndolo saltar, pero no fue ello lo que lo asustó. Abrieron la puerta estrepitosamente y una figura  encapuchada ingresó con rudeza. El muchacho tomó el cucharón de acero y lo lanzó al intruso sin siquiera mirar.

—¡Minho!

¡Sí! Había acertado, pero no fue lo suficientemente fuerte, el intruso seguía consciente y lo peor era que sabía su nombre... Un momento ¿El intruso sabía su nombre? Abrió los ojos, encontrándose con un rostro conocido y deseó que la tierra lo tragara.

—Hyun.. Hyunjin, eres tú.

—¡Pues claro que soy yo! —hizo una mueca al frotar su cabeza y Minho corrió a socorrer al palido. Solo a él se le ocurría confundir a Hyunjin con un ladrón —Al menos sé que sabes defenderte.

Disonancia - ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora