🌱 Capítulo 1

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—¡Felix, esto no es acampar!

—Lo es, solo que con algo extra —Hyunjin cubrió su rostro con las manos y se resignó, debió saber que no irían solo a acampar. Lix lo había vuelto a engañar y ambos pasarían el fin de semana cuidando animales en una reserva. —Además, son unos monitos hermosos, los adoras.

—No desde la última vez.

—Bah, estás exagerando —tomó su muñeca y lo arrastró hasta el recinto. —Sólo fue una pequeña herida.

—¿Esto te parece pequeño? —sacudió su mano vendada frente a su amigo. —Tuve suerte de no perder la mano.

—Vamos, estoy seguro que Hamo estará feliz de verte.

—No pienso volver a acercarme a ellos.

Una hora después, Hyunjin se encontraba limpiando las jaulas con Hamo colgado en su espalda, mientras que Felix no paraba de burlarse.

—Te ama, su mordida fue para marcar territorio.

—Muy gracioso, juro que si me vuelve a agredir te denunciaré.

—Una más, una menos, no importa —Hyunjin rodó los ojos y continuó limpiando, atento a cualquier movimiento de Hamo. El más alto se preguntaba porque seguía siendo amigo de Felix, al fin y al cabo el menor solo le había traído problemas.

Su vida debía ser tranquila, era un destacado estudiante de literatura, poseía una beca, era un hijo ejemplar y tenía una hermosa novia. Su vida era perfecta o al menos casi perfecta, la primera vez que fue arrestado fue gracias a Felix, lo arrastró a un circo y liberaron a varios de los animales que servían de atracción. Pasaron 2 días en una celda hasta que la comunidad logró su liberación a base de protestas; pasaron de estar en la cárcel a recibir una medalla de honor de parte del alcalde "Por ser héroes locales"

Debió alejarse después de aquella experiencia, pero había algo en el más bajo que lo mantenía atado, sabía que estaba demente, pero su amor por la naturaleza era admirable.

Pasaron el fin de semana cuidando a los primates y Felix se alegró al ver que la relación entre Hamo y Hyunjin había mejorado de forma considerable, tanto que el chico se atrevió a alimentarlo.

Y es que Hamo era un caso especial, el pequeño monito había sido rescatado en el aeropuerto, cuando trataban de llevarlo a Europa edado y dentro de una recipiente con agujeros. Casi pierde la vida de no ser por la policía forestal, lo llevaron al refugio y Felix tuvo la suerte de presenciar la recuperación del pequeño. Pronto tuvo la genial idea de presentarlo a Hyunjin, con consecuencias un poco desastrosas. El monito no confiaba mucho en las personas y Hyunjin, al tratar de acariciarlo, se ganó una buena mordida. No obstante, esta visita fue mucho mejor, su amigo se ganó la confianza de Hamo y no dudaba que esos dos se convertirían en buenos amigos.

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—¡Al fin mi niño está de vuelta! —tomaron sus cachetes con fuerza y su madre le dio un gran beso en la frente. —¿Te divertiste?

—Sí, pero el refugio está corto de fondos —hizo un puchero. —Mami, ¿crees que le puedas pedir fondos a papá? Lo haría, pero hace dos días doné dinero para salvar a la vaquita marina.

La mujer suspiró y abrazó a su hijo, pensando en cuál sería la excusa que usaría para obtener el dinero.

—Pero prométeme que será la última donación del mes, ya vamos cerca de los 6 mil wones y no estamos ni a la mitad del mes —el muchacho asintió con una gran sonrisa y se sentó en el sofá para ver televisión junto a su madre.

"Grandes noticias para la compañía Seo, el día de hoy se anunció la construcción de uno de los más grandes centros comerciales de la ciudad en la frontera del antiguo bosque de Pyong. El proyecto será llevado a cabo junto al magnate Lee Ji Hyun y se espera que las obras comiencen en 6 meses. Esperemos con ansias saber más del proyecto"

—Lixie...

Se quedó viendo a aquella reportera que tenía una enorme sonrisa en su rostro hablando de quién sabe que, su mente no hacía más que repetir las palabras "Centro comercial", "Bosque" y "Lee Ji Hyun". Sintió uno de sus ojos tenso y sabía que estaba teniendo un tic nervioso. Dio una gran bocanada de aire buscando calmarse, debía mantener la cordura.

—¡Estoy en casa! —y esa voz fue suficiente para que la perdiera.

—¡Voy a matarte! —corrió hacia el recién llegado y lo tomó de la corbata. —¿Cómo te atreves? ¡No te mereces ser mi padre! ¡A partir de hoy no puedes decirme hijo! ¡Tendrás pasar sobre mi cadáver si quieres construir tu estúpido centro comercial! Voy a evitar que construyas esa abominación.

—¡Felix! —sintió como su madre trataba de separarlo. —Deja a tu padre, no es forma de resolver las cosas.

—¡Es un traidor!

—Hijo, es una gran oportunidad para la empresa y Seo quiere que el centro comercial sea amigable con el medio ambiente.

—Amigable mi trasero —soltó a su progenitor, entrecerró los ojos y se enderezó. —A partir de hoy, ese tal Seo y tú son mis enemigos. Voy a proteger ese bosque con mi vida, no importa lo que tenga que hacer, así que dile a tu nuevo socio que se prepare porque va a conocer al gran Felix —sonrió. —Y sí, a partir de hoy dejo de apellidar Lee.

Disonancia - ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora